Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
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http://www.jorgealiagacacho.com/

20 de octubre de 2012

Alejandro Medina Bustinza

Juan Medina Bustinza

"Ojos tocuyo"

Una semblanza del poeta y narrador Alejandro Medina Bustinza (Apurunco)

Por Antonio Sarmiento

“ …(Aymaraes-Apurímac) Integrante y cofundador del grupo literario AEDOSMIL. Los mejores textos del poeta Apurunco están teñidos de un diáfano lirismo, y se inscriben dentro de aquel movimiento en espiral que le permite mirar hacia adentro, es decir, volver a las raíces pletóricas de puro sentimiento andino. Esta vuelta hacia la matriz y hacia el útero implica también un regreso hacia lo instintivo, lo puro y lo no contaminado en donde el vate ha de sentirse cautivo  o prisionero del ojo  y se asoma a mirar desde las dimensiones más sensible y desgarradas del alma humana para desde allí, buscar en el amor el origen  y la esenconozco al vate  vi  siempre clarear en sus ojos un intenso brillo, de inapelable tristeza, y van humedeciéndose ante el recuerdo y la remembranza del lar nativo. De allí   que su estro se  desangra  en ausencias y grises lejanías, como en los poemas: “Hierbita de hojas luna” y “Lejanía III” Pág.  63 y 70 del poemario  “Ojos tocuyo”cia de las cosas, sin dejarse siquiera domeñar ante la preceptiva y los puristas  porque sus versos nada tiene que ver con esos banales juegos de artificios  o esas piezas  verbales de laboratorio, ni mucho menos con aquella actitud de aislamiento, de prescindencia  del hombre y de la vida.

Por el contrario el poeta unifica la vitalidad artística con la razón de vivir, porque en él la expresión o producción  estética es reconocible a través de su temple, de su nervio o de su  forma de estar y de actuar en comunión unánime con la naturaleza, y el cosmos.     Desde que conozco al vate  vi  siempre clarear en sus ojos un intenso brillo, de inapelable tristeza, y van humedeciéndose ante el recuerdo y la remembranza del lar nativo. De allí   que su estro se  desangra  en ausencias y grises lejanías, como en los poemas: “Hierbita de hojas luna” y “Lejanía III” Pág.  63 y 70 del poemario  “Ojos tocuyo”.



Blancas mariposas



Fíjate pues
cómo arrastran sus lagartijas
los indiferentes.
Siempre están delirando
por el tiempo perfecto
por las estaciones
vestidas de rosas.
Y no saben
cómo fecundar primaveras
en la caída suave del girasol
al posar la tarde en su agonía.
Ni conocen
del frío despojado
de un invierno sin abrigo.

Nomás escucha
cómo desde sus instintos subterráneos
—demoledores de sueños y palmeras—
los indecisos
alucinan purificaciones.
Como si no los conociéramos
llegan como blancas mariposas
los que nunca supieron dolerse
de los capullos calcinados
            en Ucrania y Afganistan...
ni por las hierbas abatidas
en Beirut y Uchurakay...

Observen sus fingimientos
sus rostros de grilleros atufarados.
Temerosos del sol
lejos del tumulto
caminan escondidos entre sombras.

Un día después de todo
la tierra despertará sus faenas.
Dejarán de ladrar los chacales
se arrimarán salameros
a tu izquierda.

Entonces
ten cautela de sus colmillos
de su lengua azucarada en tu costado.
Pueda que la noche te sorprenda
con sus dulces de poetas asosegados.

Cuidado de su adiós
en el momento preciso de la despedida.

Del tercer beso en tu espalda
Del reptil en tu mejilla.

Cuidado de su aliento
de su falsa brújula
al doblar la esquina.
Al atardecer
de su sonrisa esquiva.

Porque siempre harán arrogancias
de sus pergaminosos holocaustos
—fieles servidores de las tinieblas—
harán alarde de sus grandezas
y grandísimas
blancas mariposas de papel.