Por Roberto Carlos Córdova García.
Me parece que la mayoría de personas no entiende que la inflación no muestra indicios para detenerse. Se ha imprimido demasiado dinero inorgánico en el mundo a causa de la última crisis pandémica, que aunque debilitada, está presentando un colapso logístico general. Los crecimientos económicos de los países son simples matemáticas y no por una actividad productiva de ensueño, es simplemente un rebote por la brutal caída de estos dos últimos años, hasta Alemania tiene problemas para mantener a los paises mas débiles de Europa, sumado a la guerra en Ucrania la situación del incremento de los tipos de interés, alimentará globalmente los daños; imagínense ahora América Latina, Argentina por ejemplo, ya no podrá refinanciar su deuda externa, la inflación allá será mas galopante, pero no tan alejada de los demás países de nuestra región, incluido el nuestro, que aunque con mucha menor deuda, sufrirá este impacto general, debido al costo de los altos intereses que genera esta crisis integral y en donde ninguna nación se escapará.
La situación actual es preocupante, las deudas de los países seguirán en aumento, no se podrá saldar deudas por culpa del incremento de las tasas de interés y por lógica las bolsas de valores van a amenazar en derrumbarse, el capital empezará a devaluarse, habrá parálisis económica, no es una locura lo que escribo, ya ni siquiera soltar bonos para jugar con los deficit de los países y las empresas será eficaz, los organismos financieros mundiales no lo están fomentando por que saben que no serian honrados, solo habrá incapacidad para refinanciarlos, esto es muy serio, la inflación evidentemente será a largo plazo,
Y los tipos de interés no pueden dejar de incrementarse por que el dinero perdería valor y la economía se paralizaria, seria aun más grave la crisis mundial.
Ahora, en nuestro país, no hay mucha idea sobre que se debe hacer con este incontrolable problema, estamos alejados de la realidad mundial, con todo y nuestro gas todavía existe la amenaza de una crisis energética y por consiguiente la inflación, ni siquiera somos eficientes, no tenemos empresas modernas y no tenemos una cantidad razonable de buenos profesionales que presionen a sus empleadores para estimular la innovación, para que los formen mejor, para aportar al país, esto es el resultado de poner a nuestra patria, tantos años, en manos de gente incapaz y acomodada (me refiero a la comodidad de los ingentes sueldos burocráticos).
Que hacer ante este Tsunami, tratar de invertir en oro, si te queda "algo". Mientras tanto Scotiabank sabe muy bien lo que pasará el 2023, por que es una transnacional canadiense del primer mundo, y acaba de vender su empresa con menos innovación en Perú, Crediscotia.
Solo estoy siendo sincero, estamos muy por detrás del resto del globo, nos queda seguir y resistir, y guardar pan para un mayo de más de 31 dias. Y tratar de innovar, innovar e innovar, eso significa apostar por nuestros hijos en una buena educación y en tecnología, está en nuestras manos y en nuestro sacrificio hacerlo, desde ya, si no, fracasaremos como nación.
Roberto Carlos Córdova García
Economista
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