Isidoro Arturo Gómez Montenegro |
La intemporalidad del respeto.
A Jorge Aliaga Cacho. Por Isidoro Arturo Gómez Montenegro, (México).
Al maestro, amigo, hermano, por escoger la puerta estrecha.
El camino más alto, más desierto, sus palabras son fuego,
oficia sin manera absurda la escritura, poesía, ensayo, novela.
Con semblante taciturno piensa en la desigualdad
en los desposeídos, en falta de justicia.
El significa la mucha luz alada,
los cuatro puntos cardinales.
En sus libros entrelaza cuerdas, signos, sellos,
cual muchos sanadores para la humanidad,
silencios caben en la eternidad.
El Akash de él está en el cielo.
Y quiere con el corazón, Kokoro.
cuando tiende su mano lleva la espiritualidad dentro.
Al Gran Arquitecto Universal.
Su sabiduría no es igual a la de otros ni su vasta cultura.
Maestro, educador, catedrático.
Palabras escritas, torrentes de alegría o reclamos justos,
sin deshonestar a nadie.
Hoy siento se ha roto la relación armoniosa
en cuerpo y salud en ambos.
La Paz, control mental y emocional, vendrán.
Su canto encontrado en estanques nocturnos
líquida imaginación busca una piedra entre multitudes.
La piedra Filosofal.
Abre sus dedos y entreteje hojas enteras
de originalidad y escritura.
Toca vestigios de Escocia
en la noche del corazón a Perú.
Lentitud confusa, sorda alegría de obsequio,
manto de escritura, manto de silogismos.
Estanque de tiempo, astros, pájaros de fuego,
Aves Fénix.
El amor gritos y desiertos.
Propuestas ancestrales de siempre al mundo.
Vuestros ojos desaparecen las semillas de la mirada
al no darse guía a la libertad;
habiendo tantos libertadores hoy y antes.
Dejas las coordenadas marcadas.
Querido Hermano y amigo: Jorge Aliaga Cacho.
Es lo que escribí para vos. Como un homenaje a Ud. Querido Hermano. No sé si pueda enviarlo al Cónsul Alfred Asís. Hágalo por mi OS suplico. Isidoro Arturo.
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