Por Jorge Aliaga Cacho.
Hace un par de dìas recibì un mensaje de whatsapp, era de mi hija que me avisaba que habìa reservado dos sesiones para un tratamiento de sal y que estuviera listo con ropa confortable y algo para leer. Algo me habìa conversado, ella al respecto, pero no estaba seguro en qué consistiría, exactamente, dicho tratamiento salino. Llegó la hora de la cita y nos dirigimos al lugar que quedaba a algunas cuadras de la casa. Al llegar, como yo iba por primera vez, me hicieron llenar un formulario con algunas preguntas para establecer algún padecimiento médico, pues el número de sesiones requeridas es de acuerdo al tipo de padecimiento. Al terminar de llenar el formulario nos invitaron a pasar a unos vestidores, recomendandonos beber agua, removernos el calzado, para luego entrar al Salón, un ambiente muy acogedor con el piso y paredes cubiertas de sal. Nos dijeron que en el Salón la concentración de sal es medida y mantenida constantemente por una unidad de sensor láser. Sentìa suavemente la sal al respirar. Tambièn nos dijeron que la sal tiene propiedades anti-inflamatorias y anti-bacterianas y que tambièn reduce la hinchazón, desplaza la mucosidad, elimina el polen en el aire, desintoxica el cuerpo y fortalece el sistema inmunológico.
Lo que empezaba a ser parte de mi conocimiento en realidad ha estado con nosotros desde los tiempos de Cleopatra en Egipto, cuando la gente iba por tratamiento al Mar Muerto o a las minas de sal en los paìses del este europeo.
Pero ¿Còmo ha regresado el interès por este tratamiento?
En 1843, un joven mèdico polaco, Felix Bochcovski se dio cuenta que los trabajadores, que laboraban en las minas de sal, vivían màs tiempo y tenìan mejor salud que los mineros que trabajaban en las minas de carbón. Este descubrimiento llevò a investigaciones en el sector médico y surgiò la idea de tratar a las personas en cuevas de sal. De esa forma, con esta terapia disponìan que los pacientes pasen de tres a cuatro horas, diariamente, en las cuevas de sal para beneficiarse de las propiedades curativas de la misma. En 1997, en el Congreso Pedriàtico Mundial realizado en Jerusalén, la speleoterapia fue presentada como método curativo para alergias y enfermedades crónicas de los órganos respiratorios. Tal como la conocemos hoy, la terapia de sal emula las condiciones atmosféricas (microclima) de una mina de sal a través de un dispositivo médico, un nebulizador especial "brisa tronic". La sala de sal es un ambiente seco y estéril con temperatura, humedad, presión de aire y contenido de aire controlados.
La creciente contaminación está causando un aumento proporcional directo en el número de personas con trastornos respiratorios y afecciones de la piel, especialmente en los niños. Los causantes de este mal son la empresas industriales que en su afàn de volverse cada dìa màs ricas, para distribuìr ganancias entres los shareholders, condenan a la mayorìa de la poblaciòn a enfermedades de esta naturaleza. Los sindicatos de trabajadores de todo el mundo debieran exigir a los gobiernos, terminar con la criminal poluciòn de nuestro planeta y tambièn exigir la instalaciòn de las Salas de Sal, a las cuales me he referido, para el tratamiento de trabajadores, estudiantes y poblaciòn en general.
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