Celina Garrido |
Hace algunos años conocí a una exquisita poeta en la ciudad de Misiones, Argentina. Fue durante un encuentro convocado por el distinguido escritor, artista plástico y animador cultural argentino, Marcelo Moreyra. El vento realizado en Misiones me dio la oportunidad de conocer a grandes cultores del arte literario. Conocí, por ejemplo, a Pancho Cabral, gran referente del folclore argentino y eximio narrador; a Daniel Stefani, importante referente cultural, poeta, fotógrafo, animador cultural, muy querido por el pueblo misionero y que desapareciera tempranamente, a la edad de 62 años, el año 2011. Entre este número de luces literarias me impresionó gratamente una poeta que pensaba yo, sería tucumana pero que hoy recién me entero que había nacido en Bogota, Colombia. Me estoy refiriendo a una destacada voz de la poesía de Nuestra América. Ella es Celina Garrido que pertenece a la organización de escritores argentinos, S.A.D.E. y que actualmente vive en Salta. Celina Garrido leyó en Misiones, un poema que siempre recuerdo y cuyo texto había perdido entre mis papeles. Hoy que lo encuentro, escondido, como un tesoro, deseo publicarlo para el deleite de los seguidores de mi blog. Al mismo tiempo agradezco a Celina Garrido, me haya permitido publicar su poema.
Fliación
Por Celina Garrido
Soy Argenta, tu hija América!
Soy la pálida luna reflejada
en las aguas del infierno.
Soy cielo azul infinito
de los llanos inmensos,
cercados por los chacales
de otros suelos.
Soy el verde frondoso
de tu yunga impenetrable,
y el verde de la esperanza olvidada.
Soy el dorado trigal
que ornamenta tu falda.
Y, el oro expropiado
por la rapaz mano.
Soy el velo invisible bordado
con la cruz del sur
en la larga noche.
Soy frío intenso que amorata
los labios del hambriento.
Y, río rojo desangrado
por los que se fueron.
Soy el cristal en bruto,
que cada uno talla
llevándose la esquirla
que le hace faltla.
Soy Argenta tu hija, América!
Tierra multicolor,
la paleta de Dios, para pintar el universo.
Ídolo de baro.
Tu sólida ausencia me golpea la cara.
Intento reconstruir
tu arcilla,
moldearte con mis manos
el alma.
El dolor tapó tus poros,
contrajo tu quejido,
y estalló en mil fragmentos,
que no descifran
las palabras
Tengo pedazos de ti
resbalando por mis manos.
Es extraño extrañarte.
Extraño el sol anidado en mi cama,
el murmullo tibio de risas y besos
desperezando el alba.
Extraño respirar bajito,
cada partícula de tu aire,
contenerte así dentro del pecho,
y dejarte navegar
en el río de mi sangre.
Extraño el frío nocturno
vencido con una mirada,
y el amor callado
que dejaste en mi almohada.
1 comentario:
Gracias Gracias Gracias por publicar mis poemas. Un abrazo fuerte desde Argentina.
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