Estados Unidos es "el estado terrorista número uno" si se tienen en cuenta sus mortíferas operaciones dirigidas por la CIA en países como Nicaragua y Cuba, denuncia el historiador y filósofo social Noam Chomsky en un nuevo artículo de opinión.
En un artículo publicado en Truthout.org, Chomsky se refiere a una revisión hecha por la CIA sobre sus operaciones encubiertas recientes para determinar su efectividad, a raíz de la cual la Casa Blanca concluyó que, por desgracia, los éxitos son tan escasos que es necesario reconsiderar esa política, en especial la de armar a insurgentes en todo el mundo, algo que -recuerda el filósofo- han practicado en sus 67 años de historia.
La CIA llevó a cabo su análisis de eficacia, mientras la administración de Obama contemplaba la posibilidad de armar a los rebeldes que luchan contra las fuerzas del presidente Bashar al Assad en Siria.
'The New York Times' fue el primero en destapar la historia, que publicó bajo el título 'Estudio de la CIA sobre la ayuda encubierta aviva el escepticismo acerca de ayudar a los rebeldes sirios', a raíz de lo cual Chomsky sugiere su propio titular que, según él, debería haber sido: 'Ya es oficial: Estados Unidos es el principal estado terrorista del mundo, y está orgulloso de serlo'.
El profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por las iniciales en inglés, Massachusetts Institute of Technology), pasa a continuación a detallar algunos de los casos evaluados en la revisión de la CIA, explicando por qué queda demostrado que EE.UU. es "el campeón del mundo en la generación de terror", y está empeñado en contraponer su oposición en todo el mundo.
Ya es oficial: Estados Unidos es el principal Estado terrorista del mundo, y está orgulloso de serlo
"El primer párrafo del artículo de 'The New York Times' cita tres de los ejemplos principales de 'ayuda encubierta': Angola, Nicaragua y Cuba. De hecho, cada caso fue una operación terrorista llevada a cabo por EE.UU.", asegura Chomsky.
El catedrático agrega que EE.UU. apoyó en la década de los 80 la era del apartheid en Sudáfrica, que invadió Angola para protegerse "de uno de los grupos terroristas más notorios del mundo", según Washington: El Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela.
"Washington se unió a Sudáfrica para dar apoyo crucial al ejército terrorista Unita de Jonas Savimbi en Angola. Continuó haciéndolo incluso después de que Savimbi sufrió una rotunda derrota en una elección libre y cuidadosamente vigilada", escribe Chomsky. "Las consecuencias fueron horrendas. Una investigación de la ONU en 1989 estimó que las depredaciones sudafricanas provocaron 1,5 millones de muertes en países vecinos, sin mencionar lo que ocurría en Sudáfrica misma", añade.
La campaña asesina contra Cuba
Chomsky también menciona la "campaña asesina y destructiva" durante varias décadas de EE.UU. contra Cuba, incluyendo la fracasada invasión de Playa Girón y un embargo severo que continúa hasta nuestros días.
"El número de víctimas de la larga guerra terrorista fue amplificado por un embargo destructor que continúa aún hoy desafiando al mundo. El 28 de octubre, la ONU, por 23ª vez, respaldó 'la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial, financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba'", escribe.
Chomsky concluye su artículo refiriéndose a "la mayor campaña terrorista del orbe: el proyecto global de asesinato de terroristas lanzado por Obama", y afirmando que "el impacto generador de resentimiento de esos ataques con drones y con fuerzas especiales debe de ser bastante conocido para requerir mayor comentario".
"Todo esto constituye un registro que hay que contemplar con cierto horror", sentencia.
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