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AUTOR: HECTOR CACHO
Contemplando tu ausencia
se derrama mi mirada
entre tus manos vidriosas
que no alcanzan las mías,
y en mis comisuras
se dibuja el mustio pentagrama
que suena en el aire,
con acordes que duermen
tu voz decadente.
.
No he amado tu amor,
no he amado el balcón de tus ojos,
no he amado la piel de tus labios,
no he amado tu inquieto baile
sobre mis tardes sedientas,
ni las rosas de tus laberintos de papel,
que han dibujado ilusiones
como pasajeras falsías.
.
Con el alma entre el amanecer y el ocaso
adoré tu libertad de amarme
como una eucaristía en el firmamento.
.
Amarme con tu libertad
me hizo un sol despertando para ti,
me hizo un sol ocultándose para guardarte
entre mis grietas y humedales.
.
Tu amor es un acento incierto en cada umbral,
un exceso de primavera sin flores,
pero tu libertad de amarme es el fuego del cielo
que me hace devoto de tus silencios.
.
Tu libertad dice el poema de amor perfecto,
pues en tu libertad me encuentro
mesiánicamente escogido, pero en tu amor
me encuentro con la despedida.
Si me tomas con tus manos vidriosas,
con tu amor, con tu inagotable libertad,
como el viento impenitente,
me sentiré tuyo
y mi nombre quedará
en tu eternidad.
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