Por Karina Gálvez
Karina Gálvez |
LA OTRA
Ahora que tus versos
ya no son más mis versos,
ni el pensar de tus mañanas
acaricia mis sueños;
ahora que tú mismo
confundes tus "te quiero",
decido evaporarme
a quedarme fingiendo
que no te noto a leguas
que a alguien más
estás queriendo.
Enfócate en su canto,
su risa y sus lamentos;
haz de ella tu musa,
tu vida y tu alimento.
Hazle creer que es única
entre tu firmamento.
Cuida que no se entere
del juego de entretiempo.
Ofrécele tu otoño,
tu escondite secreto,
ofrécele el encanto
de tus besos discretos,
ofrécele el aroma
de los lirios intensos
que inventas cuando quieres
que caiga en tu embeleso.
Ahora que ya hay otra
que incita tus deseos,
que no es la misma otra
que se murió de celos,
que tampoco es la otra
que crió a tus chicuelos,
que no es ni la otra
a quien cortaste el vuelo,
que tampoco es la otra
que llevaste al riachuelo,
ni tampoco es la otra
que bailó junto al fuego,
ni es aquella otra
que aprovechó tu esfuerzo,
y peor, no es la otra
con quien llegaste a viejo,
cuida a tu nueva otra
que decora hoy tu sueño,
porque yo, esta otra,
ya no juego tu juego.
© Karina Gálvez
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