Por Dora Elia Crake
Pecado soy yo
para tus sequías
pecado eres tú
para mis humedales
pecado es aquello
y lo otro
y el placer que en mí desbocas
al otear sin disimulo
debajo de mi blusa
alebrestando mis lunares…
besando con tu sol
hasta mi sombra
y abriendo suavemente
los botones de mi hoguera.
Pecado yo en tu vientre
pecado tú en mi espalda
pecado devorarte
como fiera en celo
pecado me devores
como león hambriento
pecado ser dos gatos en la noche
maullando en la cornisa
de la luna llena.
Pecado es -sin duda alguna-
Frente a mí estés
contrito de rodillas
invocando oráculos
danzando rituales
-para traer las lluvias-
balbuceando un catecismo
cumpliendo penitencias
pagando mandas a mi cuerpo
hechas de antemano
dejando flores en mi altar
para volver a mí de rato
y devoto confesarme
tus pecados de nuevo.
Pecado somos tú y yo…
¡Ay!
¡Divino pecado realmente somos!
Perdonados al instante
por cosmos y universos
por no tener la culpa
de ser un par de locos
enviciados tanto
en la locura del exceso…
Y no arrepentirnos
jamás de serlo.
Dora Elia.
5 de Septiembre 2016.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.
1 comentario:
Un gran honor para mis letras tengas la deferencia de publicarlas en tu blog mi estimado Jorge... Mil gracias! Un fraternal abrazo.
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