Un significativo homenaje por parte de poetas, escritores y artístas, se realizó ayer en La Casa Museo José Carlos Mariátegui, en el Jr. Washington de la capital peruana. Hace 98 años los bolcheviques rusos tomaron el Palacio de Invierno en San Petersburgo. Dirigidos por Lenin y el Comité Militar Revolucionario, entre los cañonazos del Crucero "Aurora" y el júbilo del pueblo ruso, se dio comienzo al evento histórico más importante del siglo XX: el advenimiento del primer gobierno de obreros y campesinos. Luego de la insurrección la suerte del gobierno provisional de Kerensky estuvo echada y se dio paso al proyecto histórico que fue recordado en esta celebración.
Charo Arroyo inició la velada, en casa del Amauta, puntualizando la importancia del rol cumplido por los poetas en esta revolución. Arroyo, citando a Vladimir Mayakowsky, 19893 - 1930, ilustró la fuerza con que las letras aportaron a la lucha revolucionaria del pueblo ruso. Entre los asistentes estuvieron, entre otros: Gustavo Espinoza, Duilio de La Motta, Fanny Rocío Palacios, Bruno Portuguez, Ever Arrascue, Arturo Bolívar, Mary Soto, Esperanza Raive, Rodolfo Ybarra, Grover Gonzáles, Oscar Alarcón, Manuel Mosquera y el autor de esta nota.
Jorge Aliaga leyó en el evento el poema Khuyapaya del libro "Mujeres malas Mujeres buenas" y el Poema de Amor, del poeta salvadoreño, Roque Dalton.
Poema de amor
Por Roque Dalton
Los que ampliaron el Canal de Panamá
(y fueron clasificados como "silver roll," y no como "gold roll"),
los que repararon la flota del Pacífico
en las bases de California,
los que se pudrieron en las cárceles de Guatemala,
México, Honduras, Nicaragua,
por ladrones, por contrabandistas, por estafadores,
por hambrientos,
los siempre sospechosos de todo
("me permito remitirle al interfecto
por esquinero sospechoso
y con el agravante de ser salvadoreño"),
las que llenaron los bares y los burdeles
de todos los puertos y las capitales de la zona
("la gruta azul," "el Calzoncito," "Happyland"),
los sembradores de maíz en plena selva extranjera,
los reyes de la página roja,
los que nunca sabe nadie de dónde son,
los mejores artesanos del mundo,
los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera,
los que muerieron de paludismo
o de las picadas del escorpión o la barba amarilla
en el infierno de las bananeras,
los que lloraron borrachos por el himno nacional
bajo el ciclón del pacífico o la nieve del norte,
los arrimados, los mendigos, los marihuaneros,
los guanacos hijos de la gran puta,
los que apenitas pudieron regresar,
lo que tuvieron un poco más de suerte,
los eternos indocumentados,
los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes más tristes del mundo,
mis compatriotas,
mis hermanos.
Por Roque Dalton
Los que ampliaron el Canal de Panamá
(y fueron clasificados como "silver roll," y no como "gold roll"),
los que repararon la flota del Pacífico
en las bases de California,
los que se pudrieron en las cárceles de Guatemala,
México, Honduras, Nicaragua,
por ladrones, por contrabandistas, por estafadores,
por hambrientos,
los siempre sospechosos de todo
("me permito remitirle al interfecto
por esquinero sospechoso
y con el agravante de ser salvadoreño"),
las que llenaron los bares y los burdeles
de todos los puertos y las capitales de la zona
("la gruta azul," "el Calzoncito," "Happyland"),
los sembradores de maíz en plena selva extranjera,
los reyes de la página roja,
los que nunca sabe nadie de dónde son,
los mejores artesanos del mundo,
los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera,
los que muerieron de paludismo
o de las picadas del escorpión o la barba amarilla
en el infierno de las bananeras,
los que lloraron borrachos por el himno nacional
bajo el ciclón del pacífico o la nieve del norte,
los arrimados, los mendigos, los marihuaneros,
los guanacos hijos de la gran puta,
los que apenitas pudieron regresar,
lo que tuvieron un poco más de suerte,
los eternos indocumentados,
los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes más tristes del mundo,
mis compatriotas,
mis hermanos.
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