Por Carlos Torres Rotondo
Una mañana de 1964 en el Cine Riva Agüero -del distrito El Agustino- estaba terminando de bailar la gogó Midloni Nagashiro. Tras las cortinas una banda de nerviosos adolescentes observaba atentamente la escena. Midloni regresó a su camerino entre risitas mientras ellos permanecían con la vista fija en el escenario. Se acercaba el siguiente acto. El maestro de ceremonias presentó a una banda debutante: damas y caballeros, con ustedes, Los Belking’s. En ese preciso instante los muchachos se pusieron en movimiento y entraron a escena empuñando sus instrumentos. Eran los guitarristas Wilfredo Sandoval y Raúl Herrera, junto al bajista y cantante Nico y el baterista Kiko "La Serie". Wilfredo y Raúl tenían apenas 15 años y eran alumnos de la Gran Unidad Escolar Melitón Carvajal. Nico y Kiko "La serie", por su parte, eran algo mayores y aparentaban más seguridad frente a la situación. Los chicos enchufaron sus guitarras y comenzaron a tocar covers de Los Teen Tops como Popotitos y La Plaga –que a la vez eran traducciones de Little Richard-, mientras la platea silbaba y los abucheaba porque quería ver de nuevo a las bailarinas. Su tercera canción hizo cambiar la reacción del público. Arremetieron con Wipe Out, una canción de los Ventures. Al llegar al solo de batería, pudo escucharse a Kiko "La Serie" - con el pelo largo agarrado con ganchitos de mujer color negro y plateado- tocando como un demonio, haciendo que el resto del grupo soltara lo que tenía dentro. El público se puso a gritar de emoción. Rápidamente, al terminar el set, Los Belking's se subieron a una ambulancia estacionada en la pista de tierra frente al cine, dirigiéndose junto a las bailarinas a los cines Susy y Comas, a continuar con el circuito de matinales. Así fue el debut de la gran leyenda del surf del Océano Pacífico.
Los Belking's -el nombre se les ocurrió por una marca de whisky llamada Belkin- legaron un puñado de singles y LPs que, si se escuchan cronológicamente, revelan una evolución y madurez que a mi gusto los coloca incluso por delante de sus primeros maestros, los Shadows y los Ventures. En sus peores momentos eran música ambiental para un chifa, pero en el brillante final de su carrera llegaban a fusionar el rock, el rhythm & blues, el jazz y la música tropical, siempre manteniendo la coherencia y tocando sus artesanías del pop -canciones que decían mucho sin utilizar casi nunca la palabra- con delicadeza, sentimiento y garra.
El corazón del grupo lo conformaban Raúl Herrera en la primera y Wilfredo Sandoval en la guitarra rítmica. Ambos son los únicos miembros fijos de la banda a lo largo de su larga historia salpicada de constantes cambios en la base rítmica. Eran vecinos de Lince y estudiantes de la Gran Unidad Escolar Melitón Carvajal. Wilfredo, sin embargo, fue el primer Belking. En 1963 empezó a ensayar con unos amigos del barrio llamados Alberto Sánchez, Jorge Mosqueira y Jorge Sánchez. Al ver el interés de Wilfredo, que era hijo único, su madre le puso un profesor de guitarra y permitió que la banda ensayara en su departamento. Poco a poco los otros miembros del grupo desertaron por falta de interés y motivos personales. Escasos días después el profesor también fue despedido porque su repertorio era básicamente música criolla. Quedó entonces la solitaria pasión autodidacta. Wilfredo compró un tocadiscos y una radio marca Punto azul que conectó para escuchar la música que le gustaba. Poseía, entre otras grabaciones, un LP de varios artistas donde destacaba un tema de los Ventures llamado Driving guitars y un disco de los Beach Boys. Al principio su madre le consiguió una guitarra eléctrica nacional marca La Rosa. Al ver que avanzaba rápidamente con su aprendizaje, pronto le regalaron nuevos equipos: una radio Phillips que le servía de amplificador y una guitarra Fender, con la que imitaba exactamente el sonido de sus discos.
La historia de Los Belking's empezó realmente en una reunión en agosto de 1964 cuando se conocieron los guitarristas Wilfredo Sandoval y Raúl Herrera. Wilfredo invitó a su casa a un saxofonista y un baterista de la estudiantina del colegio y a un amigo del barrio que tocaba piano. Junto a sus condiscípulos llegó Raúl Herrera, que no había sido invitado pero quería tocar. Wilfredo lo había visto en algunas actuaciones musicales en el Melitón, pero no habían entablado mayor relación porque uno estudiaba secundaria comercial y el otro secundaria común con especialidad ciencias, por lo que sus aulas daban a patios distintos. Cuando se pusieron a hacer música los unió una fuerte corriente telepática. Nació entonces una amistad y una de las más sólidas parejas creativas del rock instrumental.
Ya armado el núcleo de la banda comenzaron de nuevo los ensayos. Al principio tocaban con un baterista apodado "Colía", que desertó pero les presentó a su primo, un percusionista apodado "Kiko la serie", que a su vez les consiguió alguien para que tocara el bajo. El bajista era un chico de origen chino apodado Nico, un forajido que era uña y carne con "Kiko La serie". Ambos eran mayores que Raúl y Wilfredo. Con esta formación debutaron en una matinal en el cine Riva Agüero y se presentaron varias noches en las teen danzant de un night club llamado Tábaris, haciendo covers de los Ventures. El ambiente bohemio asustó un poco a los escolares Raúl y Wilfredo, que acabaron separándose de la base rítmica porque no querían llevar una vida demasiado desarreglada.
Raúl y Wilfredo siguieron ensayando solos. Empezaron a tocar temas de Dave Clark Five y The Animals acompañados por un cantante llamado Emilio Zavala, que se fue del grupo porque tenía que prepararse para postular a la universidad. Para ocupar su puesto les recomendó a su primo, un fanático de los Beatles llamado Daniel Rosario. Pero les seguía faltando un baterista. Entonces Raúl llamó para tocar a un chico nikkei de su clase de secundaria comercial en el colegio llamado Walter Aray Nozawa, que tenía una tarola y tocaba en la banda de guerra. Walter se integró al grupo y se convirtió en un percusionista tan interesado en progresar que su hermano mayor llegó a regalarle una batería. La nueva formación quedó completa con un chiquillo de 13 años llamado José Olivera, apodado Magoo por sus gruesas gafas. Pese a la diferencia de edad era muy afanoso. Ya fumaba tabaco y vivía a media cuadra de la casa de Pancho Guevara, baterista de Los Saicos, en Lince. Compró un bajo y desarmó una radiola para armar su amplificador con unos parlantes marca Celestión. Su uniforme por ese entonces eran sacos color lúcuma con un distintivo tipo corona que la madre de Wilfredo había comprado a plazos en la tienda Mister. Daniel Rosario tiñó las camisas de amarillo mamey. La corbata era negra y con nudo corazón. Todos vestían pantalones negros y calzaban zapatos del mismo color.
Llegó entonces el verano de 1965, cuando Los Belking's ascendieron a las alturas. Un colega del barrio que hacía las veces de manager, Olín Benavides, les consiguió un contrato para tocar en un cine de la ciudad de Tarma durante los carnavales. Raúl, Wilfredo, Magoo y Walter ensayaron con ilusión y prepararon el viaje al centro de los Andes. Sería su primera gira a provincias. Los padres de Walter Aray estaban muy preocupados porque su hijo sufría de asma, pero les convencieron de que le dieran permiso porque la sierra tiene clima seco. El concierto por los carnavales de Tarma salió tan bien que una radio de la localidad los contrató para que tocaran más tiempo. Así, lo que empezó como un viaje de ida y vuelta acabó prolongándose por unas cuantas semanas.
A su regreso de la gira comenzaron a presentarse en el show de Sergio, conducido por el discjockey chileno Sergio Vergara, primero en Radio Victoria y luego en la televisión. Durante dos meses sus visitas fueron constantes. En cierta oportunidad acompañaron al cantante brasileño Sergio Murillo, de bastante éxito en aquellos momentos. También se presentaron con el grupo 007, que tenía un joven bajista que pronto reaparecerá en esta historia: Luis Pacora Rojas.
A comienzos de 1966 José "Magoo" Olivera -chibolo maleado y volátil pero con demasiada diferencia de edad con respecto al resto de músicos- dejó de ir a los ensayos. Fue reemplazado de inmediato por otro alumno del Melitón, un chino delgado con gafas polarizadas conocido como Jerry Lam, mucho mejor instrumentista y con mayor cultura musical. Jerome Franklin Lam Cam había nacido en Hong Kong y era ciudadano inglés. Cuando fue a vivir a Perú su familia se instaló en el barrio chino. Gracias a sus viajes a Londres logró tener una buena colección de discos. Se hizo conocido en el Melitón por la bravata de negarse a cantar el Himno Nacional, con la excusa de que era ciudadano británico. Tuvo buena química y entendimiento con los muchachos. Como grupo tenían una imagen absolutamente coherente: el peruano es ancestralmente oriental, los dos extremos del Océano Pacífico tienen extrañas conexiones subterráneas. Quién sabe si por eso el "chino criollo" -actualmente debe haber en el Perú cerca de tres millones- se adapta tan bien al barrio.
Con esta formación comenzó el despegue. Al principio de la gran aventura hay una matinal en 1966. Un repleto cine Ídolo de Pueblo Libre fue testigo de una de las mejores actuaciones de Los Belking's. Estaban súper cuadrados, después de haber ensayado y hecho conciertos a lo largo de aproximadamente dos años. El público respondió levantándose eufóricamente de sus butacas para aplaudir después de cada canción. Su repertorio eran temas instrumentales intercalados con covers cantados por Daniel Rosario. Finalizada la actuación, mientras empacaban sus instrumentos se les acercó un hombre de traje que se presentó como discjockey de Radio Atalaya. Era Gustavo Galliani y quería ser su representante. Tenía los contactos suficientes y se ofreció a moldearlos y ayudarlos para realizar una carrera mucho más profesional. Hasta ese momento las funciones de manager eran cumplidas por Olín Benavides, un pata del barrio que hacía lo que podía, así que aceptaron ilusionados su ofrecimiento. La primera sugerencia de Galliani fue recomendarles que se volvieran únicamente un grupo instrumental. Obedientes pero concienciados de sus propias ventajas, los muchachos expulsaron de inmediato a Daniel Rosario. Definieron su concepto con la elipsis de la palabra y su carrera fue cuesta arriba. Daniel Rosario, por su parte, se picó por su expulsión del grupo, pero su reacción fue a la larga positiva. Comenzó a aprender a tocar guitarra y se convirtió en un eximio instrumentista. Galliani también los ayudó pasándoles la voz de nuevas oportunidades.
En noviembre de 1966 El Virrey, a través de su jefe de promoción y también discjockey Víctor Cáceres Fuentes organizó un concurso en el Cine Tauro. La banda que ganara podría grabar un disco de 45 RPM con la casa discográfica. Luego de una reñida competencia se declaró vencedores a Los Belking's. En diciembre de ese mismo año terminaron el colegio y empezaron sus primeras grabaciones, constituidas por cuatro 45s compuestos únicamente por versiones.
En enero de 1967, mientras se preparaban para postular a la universidad, Los Belking’s sacaron a la venta su primer 45, que contenía las canciones El Guazón y La Playa. La risa al comienzo del primer tema pertenecía a Gustavo Galliani. En La Playa tuvieron como invitado especial David Lam –primo de Jerry- en la guitarra hawaiana. Ya se notaba su particular groove, su preocupación por los arreglos, las atmósferas y el sonido cristalino de sus guitarras. El sencillo llegó pronto a los primeros lugares en las radios, por lo que El Virrey les pidió que volvieran inmediatamente al estudio de grabación.
El resultado fue su segundo 45, con las canciones Negro es negro y Tema para jóvenes enamorados. Negro es Negro es una versión surf del éxito internacional del grupo español Los Bravos. Tema para Jóvenes Enamorados, por su parte, era una composición original de Bob Welch, de los Shadows. Su versión, con creativos arreglos de su propia cosecha, se convirtió en un suceso local, en parte debido al magnífico feeling que destilaba Raúl Herrera en la primera guitarra. Años después varios rockeros la recordaban como parte importante del sonido de los 60 en el Perú. Tema para Jóvenes Enamorados llegó a sus oídos porque el tío de Walter Aray había ido al carnaval de Río de Janeiro y les había traído el disco.
En verano de 1967 Wilfredo conoció a un joven tranquilo y de gafas, asiduo a la parroquia Santa Rosa Meryknoll, llamado Andrés Roque Palma. El contacto había sido Roger Flores, un amigo que tocaba segunda guitarra en Los Zany's, otra banda de Lince. La primera vez que Wilfredo vio a Andrés Roque, éste se encontraba en la puerta de su casa tocando en la guitarra acústica temas propios como Bólido de Fuego, Funerales e Ilusiónate Chica. Quedó impresionado por el talento melódico de Andrés y lo reclutó para que fuera a los ensayos de de la banda y les enseñara las canciones. Pronto se convirtió en un cerebro detrás de todo el concepto, ya que su colaboración en la composición de temas propios y en los arreglos fue determinante. Se había incorporado el quinto Belking, el que nunca tocó en ningún disco, el Belking mudo.
En abril de 1967 Wilfredo había ingresado a la universidad, pero también se puso a trabajar en una casa importadora de partes y piezas de radio. Sin perder la oportunidad, le sugirió al dueño que importe instrumentos y equipos musicales. De ese modo Los Belking's pudieron completar su arsenal: un amplificador Vox, una guitarra Mustang Fender, una caja de efectos Dynacord, un amplificador y una guitarra Teisco, un amplificador Bassman Fender, un bajo Hoffner y una batería Roxy. Ya con la nueva tecnología en sus manos, comenzaron a experimentar con la psicodelia –aunque jamás de manera grandilocuente- y grabaron rápidamente su tercer y su cuarto 45: Empujando fuerte/La pipa de la paz y Tesis psicodélica/El amor es triste. En ninguna de estas grabaciones hubo intromisión de El Virrey, que les dio libertad creativa mientras siguieran teniendo éxito y les ofreció la posibilidad de grabar un primer LP de manera inmediata. Estaban en la cresta de la ola.
El LP "El sonido de los Belking's", grabado a mediados de 1967, cuando San Francisco vivía el Verano del Amor y ellos el mediocre invierno limeño –hecho que no impidió que el disco fuera ideal para escucharlo un día de surf en el club Waikiki-, contiene las tres canciones de Andrés Roque que Wilfredo escuchó cuando lo conoció y los primeros temas propios registrados por el grupo. Del material de Andrés Roque destaca Bólido de Fuego -poderoso instrumental para conducir un automóvil a alta velocidad- e Ilusiónate Chica, delicada artesanía pop donde melodía y fuerza se unen con el cemento de una tremenda imaginación musical. Ambas canciones no llegan a los dos minutos y medio. Raúl Herrera, por su parte, es el autor de cuatro temas: Te Vi Llorar, Campo de Concentración, R.C.M., y Quién Vive. Esta última canción comienza con Walter Aray gritando el título,. Paradoja triste: Aray murió de asma en 1986. Wilfredo Sandoval firmó únicamente la dramática Condenado a Muerte, canción ideal para abrir un spaguetti western. El disco incluye también una regrabación más lenta de su clásico Tema para Jóvenes Enamorados y versiones de Hojas Muertas, Autopista y Feliz a tu Lado. Esta última es una canción tradicional china, y es una respuesta a un tema instrumental que habían grabado los Dolton´s en su primer LP. Las voces en Feliz a tu Lado son de Jerry Lam Cam y Walter Aray Nozawa, en una de las escasas intervenciones de la voz humana en un disco Belking.
El LP fue un suceso de ventas. Tuvo un primer tiraje de 10000 ejemplares en el primer mes y la casa discográfica aprovechó el tirón para editar un 45 con canciones extraídas del disco: Bólido de Fuego/Hojas Muertas. El grupo fue solicitado por todo el mundo, hasta el punto de agotar a sus integrantes con tanta matinal, presentación en locales y en programas de canal 4. Lo prolífico de su creatividad en aquel momento resulta inverosímil, ya que a la vez los miembros de la banda también estudiaban y/o trabajaban. Por esos días también aceptaron una propuesta de Gustavo Galliani y grabaron un 45 con otra protegida suya: Kela Gates. El sencillo estaba constituido por Néctar de Verano -una canción de Nancy Sinatra con letra adaptada al castellano por Kela- y Te alcanzaré, con letra de Andrés Roque sobre el original norteamericano.
A fines de 1967 Jerry Lam Cam se retiró del grupo para formar Los Dragones junto al antiguo vocalista Daniel Rosario, su primo David Lam, y su hermano recién llegado de Hong Kong. Volveremos a encontrarnos a Jerry poco después en el origen de Telegraph Avenue. Los Belking's cubrieron su puesto con Luis Pacora Rojas, un ex 007 al que habían conocido dos años atrás en El Show de Sergio.
Lucho Pacora se integró rápidamente a la banda, que ya tenía contrato para grabar un segundo disco. La prensa y el público habían puesto bastantes esperanzas en el grupo, así que Gustavo Galliani les sugirió que colaboraran con la Orquesta Sinfónica Nacional para el LP que estaban a punto de grabar. Tenía un amigo arreglista que tenía el seudónimo Andrés D´Colbert –los muchachos jamás supieron su nombre verdadero- y lo llamó para que hiciera los arreglos para la orquesta. D´Colbert aprendía en la guitarra lo que Wilfredo tarareaba y luego le pasaba la música a un amigo que le escribía las partituras. Mientras tanto, la banda se puso a ensayar, a componer y a seleccionar nuevo material. Su segundo LP, editado en 1968 y llamado simplemente "Los Belking's" está constituido por nueve temas propios y tres versiones, dos de ellas instrumentaciones de temas originalmente cantados. Las grabaciones con la Orquesta Sinfónica Nacional fueron tan fluidas que necesitaron de muy pocas tomas para que las canciones quedaran bien. Un cellista argentino apellidado Robatti que tocaba con la orquesta se quedó impresionado porque los muchachos no se descuadraron en ninguno de los compases: Che, cómo pueden ser tan buenos y no saber música. Los Belking’s se sintieron muy halagados por este elogio venido de un músico académico y les respondieron que sólo tocaban con el sentimiento, argumento que solían dar todos los grandes músicos de los 60.
Aunque el segundo LP no vendió tanto como sus discos anteriores, hay canciones que se merecen algunos comentarios. "Phi Fenómeno" es un tema firmado por los 4 Belking's y Richard Araníbar, y es una de las mejores muestras de psicodelia y de utilización creativa del estudio por parte de una banda peruana. Amor Imposible, por su parte, es una dramática y dulce canción de Andrés Roque en la que participan las cuerdas de la Orquesta Sinfónica Nacional. Suscitó reacciones encontradas al comienzo, ya que Wilfredo consideraba que el título era muy trillado. Andrés Roque se mantuvo en sus trece y dijo que si no les gustaba el título no permitiría que salga la canción. Aceptaron a regañadientes. Después se enteraron de que el nombre era por una chica enamorada de un amigo de Andrés: era un caso de melodía autobiográfica. Canal 5 utilizó durante cuatro años este tema como fondo musical para anunciar algunos programas. Playboy, por su parte, es una composición de Gene Thomas originalmente cantada. En la canción utilizaron la sección de cuerdas de la sinfónica y Wilfredo ensayó un slide con su anillo de promoción del colegio. La joya rockera es Séptima Patrulla, título inspirado en la serie de televisión Patrulla Juvenil. Luis Pacora se incorporó como compositor en dos canciones: La Lluvia de tus Ojos y Aurora, dedicada a la chica que luego sería su esposa. Poco después grabaron su segundo 45 con Kela Gates, contenía los temas Al Maestro con Cariño y Loca por un Loco.
A principios de 1969 lanzaron su tercer LP: Los Fabulosos Belking's, constituido por siete canciones propias y cinco covers (cuatro de los cuales eran originalmente cantados). El cantautor Daniel "Kiri" Escobar firmó una de las canciones propias: Debo Alejarme de ti. Andrés D'Colbert colaboró con la instrumentación de cuatro temas. Destacaban dos composiciones de Wilfredo: la épica Corazón de Bronce y la finísima Música para las Flores; canciones instrumentales que, si el oyente es imaginativo, dicen tanto como un cuento o una novela. La tarantinesca Okinawa 2000 es composición de Raúl, pero el título fue sugerido por Walter Aray, porque ésa es la fecha en la que los norteamericanos devolverían a Japón la isla de Okinawa. Ese mismo año la disquera lanzó un EP con 4 canciones extraídas de los primeros tres LPs de la banda: Llora como un bebé, Rompeolas, Te vi llorar, y Playboy.
El LP Los Fabulosos Belking's dejó un sabor amargo en los miembros de la banda, que no se sentían satisfechos con los resultados. Nuevamente, desertó la base rítmica, pero esta vez la herida fue más dolorosa, porque constituían un equipo musical muy bien comunicado. Luis Pacora había dejado de ir a los ensayos por problemas personales: los padres de Aurora, su enamorada, no querían que fuera a visitarla, por lo que se encontraban a escondidas. A veces, ella le llevaba torta de chocolate, lo que inspiró una de las últimas colaboraciones en la composición de Pacora con Los Belking's. Walter Aray también abandonó el barco debido a complicaciones con el asma.
En verano de 1969 Raúl y Wilfredo se quedaron nuevamente solos, pero no dudaron en encerrarse en el estudio. Volvieron a grabar Tal Como tú Eres y Okinawa 2000, esta vez con la colaboración de los hermanos Barreda, en ese entonces base rítmica de The (St. Thomas) Pepper Smelter. Rossi Urbina, del grupo Las Midems –a quien conocían por la parroquia Santa Rosa Meryknoll, donde paraba Andrés Roque- participó haciendo los coros con su voz de sirena. Las otras voces de Las Midens pertenecían a Hortensia Manrique y Susana Calixto. Bajo la tutela de Los Belking's, Las Midens grabaron el tema Dispárale Nena, para el sello DO RE MI. Tal como tú eres/ Okinawa 2000 salió a la venta a fines de marzo de 1969 y se colocó en los primeros lugares de las ventas. La diferencia se notaba en relación con las versiones aparecidas en el LP. En opinión de los miembros del grupo, debieron haber vuelto a grabar muchas más canciones. Por estos días también fueron banda de apoyo en el primer LP de Kela Gates, que contenía 12 canciones. Andrés Roque hizo las letras adaptándolas del original inglés al castellano. Colaboró en los arreglos el pianista Víctor Cuadros. En el disco de Kela también participó el grupo vocal Las Midens haciendo los coros.
A fines de 1969 el Perú ya notaba con claridad las políticas de la revolución nacionalista del General Juan Velasco Alvarado. Los músicos sintieron que una época estaba concluyendo cuando los militares decretaron el fin de las matinales y tuvieron que buscar actuaciones en otro tipo de eventos. A partir de estos momentos Los Belking's intentaron resistir organizando recitales en locales masivos como coliseos deportivos o discotecas, tanto en Lima como en provincias. Pero las actuaciones se iban volviendo cada vez más espaciadas debido a la magnitud de los eventos.
En noviembre del 69 los Belking's ya habían pasado más de cinco meses alejados de la escena musical debido a problemas de regalías internacionales con El Virrey. Los hermanos Barreda no podían continuar con ellos porque su grupo oficial era The (St Thomas) Pepper Smelter y tenían compromisos pactados. Incorporaron entonces como nuevo baterista a Fernando Bolarte, que estaba libre porque Los Dolton's se acababan de separar. Su nuevo bajista era un desconocido en la escena musical llamado Luis Arroyo. Gustavo Galliani, por su parte, también debió dejar de lado sus labores como representante porque tenía otras obligaciones familiares y laborales. Había dejado su semilla musical. Además de Kela Gates y Los Belking’s representaba a Compay Quinto, un artista que interpretaba cumbia y música latina y que tendría bastante influencia en el futuro musical de la banda, que estaba interesándose cada vez más en la fusión con el latin jazz y el rhythm & blues. Por ese entonces Wilfredo y Raúl escuchaban grupos como Chicago y Blood, Sweat & Tears. Ante la deserción de Galliani, Wilfredo –que cumplidos los 21 ya era mayor de edad- asumió el papel de representante frente a la casa discográfica y los empresarios de espectáculos.
Luego de algunos meses de ensayos, la nueva formación de Los Belking's grabó en 1970 un miniplay homónimo con seis canciones: Atájame, Sentimientos, Sendas de Amor, Let Me, Triste Soledad y Charly. Sería su penúltima grabación. De sus discos es el que tiene más energía. Se nota con claridad su interés por la fusión con ritmos latinos. Contaron con la colaboración de Víctor Cuadros en los arreglos y Las Midens en los coros. Los instrumentos de viento le dan al miniplay una fuerza que no habían tenido las grabaciones de la banda hasta ese entonces. Estaban en su mejor momento, hacían su mejor música, pero como suele suceder en esta historia, estaban en el tiempo correcto, pero en el lugar equivocado.
En aquella época los miembros del grupo trabajaban, iban a la universidad y tenían actuaciones en locales como el Pussycat, de 11:30 de la noche hasta las 2:30 de la madrugada. Lo natural fue que dirigieran sus energías hacia otras direcciones. Entonces fueron víctimas del agotamiento. Wilfredo empezó a tener problemas con la columna y debió guardar reposo. Volvieron a tener diferencias con El Virrey por pagos atrasados de regalías por ventas en el extranjero. La muerte del padre de Wilfredo también influyó en el silencio de la banda.
A finales de 1972 Wilfredo ya podía caminar con las debidas precauciones. Durante toda su vida debería efectuar ejercicios para la columna y llevar un régimen sosegado. Con ganas de volver a hacer música se unió nuevamente con Raúl Herrera y contrató con su dinero unas cuantas horas de grabación en los estudios de Grabación de El Virrey, convirtiéndose en algo inesperado para la época: un productor independiente. De estas sesiones quedarían las canciones Popeye el Leñador y Sinfonía para una Mañana, luego incluidas en su disco de 1973. En el estudio contaron nuevamente con la colaboración de los hermanos Barreda en la base rítmica. Al saber El Virrey que Los Belking's se habían vuelto a juntar y estaban grabando, los llamó para entablar negociaciones y ver la posibilidad de sacar a la venta un nuevo LP. Todo estaba muy bien, pero si Los Belking's volvían a juntarse necesitaban nuevo bajista y baterista, ya que los hermanos Barreda sólo les estaban haciendo un favor y necesitaban músicos para volverse a presentar en vivo. Es así que incorporaron a Freddy “Puro” Fuentes Aranda, antiguo vecino de "Liverpool chico" y miembro de La Nueva Cosecha. Lo habían conocido en un concierto en Chimbote donde tocó con los Yorks reemplazando al baterista oficial, en un concierto absolutamente delirante ya que el público protestó ruidosamente por la ausencia de los miembros originales. En el bajo incorporaron a un chiquillo virtuoso que venía de tocar salsa llamado Juan Carlos Cubas.
Poco antes de grabar su canto de cisne, el LP Ayer y Hoy, fueron a Cuzco invitados a tocar por los alumnos de un colegio de la ciudad. La prohibición de tocar era para los cines, pero no para las aulas de un colegio, y en el local no entraba ni una aguja. Inspirados por el ambiente de la ciudad imperial, compusieron un tema con ciertos aires andinos: Oriundo Capitán. Los arreglos del Ayer y Hoy son obra de Víctor Cuadros. Incluyeron también la canción Años Cruentos, un popurrí de sus canciones más conocidas con una narración en la voz de Gerardo Manuel. Aunque el disco era el mejor que jamás habían sacado, las ventas fueron escasas. La primera escena del rock en el Perú había desaparecido repentinamente y sólo daba sus últimos y brillantes estertores. Raúl y Wilfredo optaron por dejar la banda en un suspenso que al final duró treinta años.
En el 2003 el sello español Nuevos Medios editó una compilación de Los Belking's titulada Instrumental Waves, que tuvo un éxito internacional inesperado. El grupo regresó a los escenarios y retomó el trabajo donde lo había dejado.
Aunque nacieron casi al mismo tiempo que Los Saicos, Los Golden Boys, Los Shain's, y Los Dolton's –bandas que dieron el pistoletazo de salida en el fundacional y garagero 1965-, la prolongada historia particular de los Belking's prefigura toda la historia de la primera escena del rock en el Perú. A partir de 1966 la escena creció y se diversificó, influida por la psicodelia y la difusión del nuevo sonido de las bandas inglesas. Relatar esta historia es como adentrarse en un caleidoscopio de la electricidad. Era como si el rock hubiera entrado repentinamente a la adolescencia y se hubiera tragado un ácido. Fue entonces cuando frente a los ojos de la generación del 60 -la generación de la contracultura clásica y las segundas vanguardias, la generación que cambió el mundo- apareció de pronto una planicie multicolor, un planeta nuevo que colonizar.
Publicado en el blog Zona de noticias
Una mañana de 1964 en el Cine Riva Agüero -del distrito El Agustino- estaba terminando de bailar la gogó Midloni Nagashiro. Tras las cortinas una banda de nerviosos adolescentes observaba atentamente la escena. Midloni regresó a su camerino entre risitas mientras ellos permanecían con la vista fija en el escenario. Se acercaba el siguiente acto. El maestro de ceremonias presentó a una banda debutante: damas y caballeros, con ustedes, Los Belking’s. En ese preciso instante los muchachos se pusieron en movimiento y entraron a escena empuñando sus instrumentos. Eran los guitarristas Wilfredo Sandoval y Raúl Herrera, junto al bajista y cantante Nico y el baterista Kiko "La Serie". Wilfredo y Raúl tenían apenas 15 años y eran alumnos de la Gran Unidad Escolar Melitón Carvajal. Nico y Kiko "La serie", por su parte, eran algo mayores y aparentaban más seguridad frente a la situación. Los chicos enchufaron sus guitarras y comenzaron a tocar covers de Los Teen Tops como Popotitos y La Plaga –que a la vez eran traducciones de Little Richard-, mientras la platea silbaba y los abucheaba porque quería ver de nuevo a las bailarinas. Su tercera canción hizo cambiar la reacción del público. Arremetieron con Wipe Out, una canción de los Ventures. Al llegar al solo de batería, pudo escucharse a Kiko "La Serie" - con el pelo largo agarrado con ganchitos de mujer color negro y plateado- tocando como un demonio, haciendo que el resto del grupo soltara lo que tenía dentro. El público se puso a gritar de emoción. Rápidamente, al terminar el set, Los Belking's se subieron a una ambulancia estacionada en la pista de tierra frente al cine, dirigiéndose junto a las bailarinas a los cines Susy y Comas, a continuar con el circuito de matinales. Así fue el debut de la gran leyenda del surf del Océano Pacífico.
Los Belking's -el nombre se les ocurrió por una marca de whisky llamada Belkin- legaron un puñado de singles y LPs que, si se escuchan cronológicamente, revelan una evolución y madurez que a mi gusto los coloca incluso por delante de sus primeros maestros, los Shadows y los Ventures. En sus peores momentos eran música ambiental para un chifa, pero en el brillante final de su carrera llegaban a fusionar el rock, el rhythm & blues, el jazz y la música tropical, siempre manteniendo la coherencia y tocando sus artesanías del pop -canciones que decían mucho sin utilizar casi nunca la palabra- con delicadeza, sentimiento y garra.
El corazón del grupo lo conformaban Raúl Herrera en la primera y Wilfredo Sandoval en la guitarra rítmica. Ambos son los únicos miembros fijos de la banda a lo largo de su larga historia salpicada de constantes cambios en la base rítmica. Eran vecinos de Lince y estudiantes de la Gran Unidad Escolar Melitón Carvajal. Wilfredo, sin embargo, fue el primer Belking. En 1963 empezó a ensayar con unos amigos del barrio llamados Alberto Sánchez, Jorge Mosqueira y Jorge Sánchez. Al ver el interés de Wilfredo, que era hijo único, su madre le puso un profesor de guitarra y permitió que la banda ensayara en su departamento. Poco a poco los otros miembros del grupo desertaron por falta de interés y motivos personales. Escasos días después el profesor también fue despedido porque su repertorio era básicamente música criolla. Quedó entonces la solitaria pasión autodidacta. Wilfredo compró un tocadiscos y una radio marca Punto azul que conectó para escuchar la música que le gustaba. Poseía, entre otras grabaciones, un LP de varios artistas donde destacaba un tema de los Ventures llamado Driving guitars y un disco de los Beach Boys. Al principio su madre le consiguió una guitarra eléctrica nacional marca La Rosa. Al ver que avanzaba rápidamente con su aprendizaje, pronto le regalaron nuevos equipos: una radio Phillips que le servía de amplificador y una guitarra Fender, con la que imitaba exactamente el sonido de sus discos.
La historia de Los Belking's empezó realmente en una reunión en agosto de 1964 cuando se conocieron los guitarristas Wilfredo Sandoval y Raúl Herrera. Wilfredo invitó a su casa a un saxofonista y un baterista de la estudiantina del colegio y a un amigo del barrio que tocaba piano. Junto a sus condiscípulos llegó Raúl Herrera, que no había sido invitado pero quería tocar. Wilfredo lo había visto en algunas actuaciones musicales en el Melitón, pero no habían entablado mayor relación porque uno estudiaba secundaria comercial y el otro secundaria común con especialidad ciencias, por lo que sus aulas daban a patios distintos. Cuando se pusieron a hacer música los unió una fuerte corriente telepática. Nació entonces una amistad y una de las más sólidas parejas creativas del rock instrumental.
Ya armado el núcleo de la banda comenzaron de nuevo los ensayos. Al principio tocaban con un baterista apodado "Colía", que desertó pero les presentó a su primo, un percusionista apodado "Kiko la serie", que a su vez les consiguió alguien para que tocara el bajo. El bajista era un chico de origen chino apodado Nico, un forajido que era uña y carne con "Kiko La serie". Ambos eran mayores que Raúl y Wilfredo. Con esta formación debutaron en una matinal en el cine Riva Agüero y se presentaron varias noches en las teen danzant de un night club llamado Tábaris, haciendo covers de los Ventures. El ambiente bohemio asustó un poco a los escolares Raúl y Wilfredo, que acabaron separándose de la base rítmica porque no querían llevar una vida demasiado desarreglada.
Raúl y Wilfredo siguieron ensayando solos. Empezaron a tocar temas de Dave Clark Five y The Animals acompañados por un cantante llamado Emilio Zavala, que se fue del grupo porque tenía que prepararse para postular a la universidad. Para ocupar su puesto les recomendó a su primo, un fanático de los Beatles llamado Daniel Rosario. Pero les seguía faltando un baterista. Entonces Raúl llamó para tocar a un chico nikkei de su clase de secundaria comercial en el colegio llamado Walter Aray Nozawa, que tenía una tarola y tocaba en la banda de guerra. Walter se integró al grupo y se convirtió en un percusionista tan interesado en progresar que su hermano mayor llegó a regalarle una batería. La nueva formación quedó completa con un chiquillo de 13 años llamado José Olivera, apodado Magoo por sus gruesas gafas. Pese a la diferencia de edad era muy afanoso. Ya fumaba tabaco y vivía a media cuadra de la casa de Pancho Guevara, baterista de Los Saicos, en Lince. Compró un bajo y desarmó una radiola para armar su amplificador con unos parlantes marca Celestión. Su uniforme por ese entonces eran sacos color lúcuma con un distintivo tipo corona que la madre de Wilfredo había comprado a plazos en la tienda Mister. Daniel Rosario tiñó las camisas de amarillo mamey. La corbata era negra y con nudo corazón. Todos vestían pantalones negros y calzaban zapatos del mismo color.
Llegó entonces el verano de 1965, cuando Los Belking's ascendieron a las alturas. Un colega del barrio que hacía las veces de manager, Olín Benavides, les consiguió un contrato para tocar en un cine de la ciudad de Tarma durante los carnavales. Raúl, Wilfredo, Magoo y Walter ensayaron con ilusión y prepararon el viaje al centro de los Andes. Sería su primera gira a provincias. Los padres de Walter Aray estaban muy preocupados porque su hijo sufría de asma, pero les convencieron de que le dieran permiso porque la sierra tiene clima seco. El concierto por los carnavales de Tarma salió tan bien que una radio de la localidad los contrató para que tocaran más tiempo. Así, lo que empezó como un viaje de ida y vuelta acabó prolongándose por unas cuantas semanas.
A su regreso de la gira comenzaron a presentarse en el show de Sergio, conducido por el discjockey chileno Sergio Vergara, primero en Radio Victoria y luego en la televisión. Durante dos meses sus visitas fueron constantes. En cierta oportunidad acompañaron al cantante brasileño Sergio Murillo, de bastante éxito en aquellos momentos. También se presentaron con el grupo 007, que tenía un joven bajista que pronto reaparecerá en esta historia: Luis Pacora Rojas.
A comienzos de 1966 José "Magoo" Olivera -chibolo maleado y volátil pero con demasiada diferencia de edad con respecto al resto de músicos- dejó de ir a los ensayos. Fue reemplazado de inmediato por otro alumno del Melitón, un chino delgado con gafas polarizadas conocido como Jerry Lam, mucho mejor instrumentista y con mayor cultura musical. Jerome Franklin Lam Cam había nacido en Hong Kong y era ciudadano inglés. Cuando fue a vivir a Perú su familia se instaló en el barrio chino. Gracias a sus viajes a Londres logró tener una buena colección de discos. Se hizo conocido en el Melitón por la bravata de negarse a cantar el Himno Nacional, con la excusa de que era ciudadano británico. Tuvo buena química y entendimiento con los muchachos. Como grupo tenían una imagen absolutamente coherente: el peruano es ancestralmente oriental, los dos extremos del Océano Pacífico tienen extrañas conexiones subterráneas. Quién sabe si por eso el "chino criollo" -actualmente debe haber en el Perú cerca de tres millones- se adapta tan bien al barrio.
Con esta formación comenzó el despegue. Al principio de la gran aventura hay una matinal en 1966. Un repleto cine Ídolo de Pueblo Libre fue testigo de una de las mejores actuaciones de Los Belking's. Estaban súper cuadrados, después de haber ensayado y hecho conciertos a lo largo de aproximadamente dos años. El público respondió levantándose eufóricamente de sus butacas para aplaudir después de cada canción. Su repertorio eran temas instrumentales intercalados con covers cantados por Daniel Rosario. Finalizada la actuación, mientras empacaban sus instrumentos se les acercó un hombre de traje que se presentó como discjockey de Radio Atalaya. Era Gustavo Galliani y quería ser su representante. Tenía los contactos suficientes y se ofreció a moldearlos y ayudarlos para realizar una carrera mucho más profesional. Hasta ese momento las funciones de manager eran cumplidas por Olín Benavides, un pata del barrio que hacía lo que podía, así que aceptaron ilusionados su ofrecimiento. La primera sugerencia de Galliani fue recomendarles que se volvieran únicamente un grupo instrumental. Obedientes pero concienciados de sus propias ventajas, los muchachos expulsaron de inmediato a Daniel Rosario. Definieron su concepto con la elipsis de la palabra y su carrera fue cuesta arriba. Daniel Rosario, por su parte, se picó por su expulsión del grupo, pero su reacción fue a la larga positiva. Comenzó a aprender a tocar guitarra y se convirtió en un eximio instrumentista. Galliani también los ayudó pasándoles la voz de nuevas oportunidades.
En noviembre de 1966 El Virrey, a través de su jefe de promoción y también discjockey Víctor Cáceres Fuentes organizó un concurso en el Cine Tauro. La banda que ganara podría grabar un disco de 45 RPM con la casa discográfica. Luego de una reñida competencia se declaró vencedores a Los Belking's. En diciembre de ese mismo año terminaron el colegio y empezaron sus primeras grabaciones, constituidas por cuatro 45s compuestos únicamente por versiones.
En enero de 1967, mientras se preparaban para postular a la universidad, Los Belking’s sacaron a la venta su primer 45, que contenía las canciones El Guazón y La Playa. La risa al comienzo del primer tema pertenecía a Gustavo Galliani. En La Playa tuvieron como invitado especial David Lam –primo de Jerry- en la guitarra hawaiana. Ya se notaba su particular groove, su preocupación por los arreglos, las atmósferas y el sonido cristalino de sus guitarras. El sencillo llegó pronto a los primeros lugares en las radios, por lo que El Virrey les pidió que volvieran inmediatamente al estudio de grabación.
El resultado fue su segundo 45, con las canciones Negro es negro y Tema para jóvenes enamorados. Negro es Negro es una versión surf del éxito internacional del grupo español Los Bravos. Tema para Jóvenes Enamorados, por su parte, era una composición original de Bob Welch, de los Shadows. Su versión, con creativos arreglos de su propia cosecha, se convirtió en un suceso local, en parte debido al magnífico feeling que destilaba Raúl Herrera en la primera guitarra. Años después varios rockeros la recordaban como parte importante del sonido de los 60 en el Perú. Tema para Jóvenes Enamorados llegó a sus oídos porque el tío de Walter Aray había ido al carnaval de Río de Janeiro y les había traído el disco.
En verano de 1967 Wilfredo conoció a un joven tranquilo y de gafas, asiduo a la parroquia Santa Rosa Meryknoll, llamado Andrés Roque Palma. El contacto había sido Roger Flores, un amigo que tocaba segunda guitarra en Los Zany's, otra banda de Lince. La primera vez que Wilfredo vio a Andrés Roque, éste se encontraba en la puerta de su casa tocando en la guitarra acústica temas propios como Bólido de Fuego, Funerales e Ilusiónate Chica. Quedó impresionado por el talento melódico de Andrés y lo reclutó para que fuera a los ensayos de de la banda y les enseñara las canciones. Pronto se convirtió en un cerebro detrás de todo el concepto, ya que su colaboración en la composición de temas propios y en los arreglos fue determinante. Se había incorporado el quinto Belking, el que nunca tocó en ningún disco, el Belking mudo.
En abril de 1967 Wilfredo había ingresado a la universidad, pero también se puso a trabajar en una casa importadora de partes y piezas de radio. Sin perder la oportunidad, le sugirió al dueño que importe instrumentos y equipos musicales. De ese modo Los Belking's pudieron completar su arsenal: un amplificador Vox, una guitarra Mustang Fender, una caja de efectos Dynacord, un amplificador y una guitarra Teisco, un amplificador Bassman Fender, un bajo Hoffner y una batería Roxy. Ya con la nueva tecnología en sus manos, comenzaron a experimentar con la psicodelia –aunque jamás de manera grandilocuente- y grabaron rápidamente su tercer y su cuarto 45: Empujando fuerte/La pipa de la paz y Tesis psicodélica/El amor es triste. En ninguna de estas grabaciones hubo intromisión de El Virrey, que les dio libertad creativa mientras siguieran teniendo éxito y les ofreció la posibilidad de grabar un primer LP de manera inmediata. Estaban en la cresta de la ola.
El LP "El sonido de los Belking's", grabado a mediados de 1967, cuando San Francisco vivía el Verano del Amor y ellos el mediocre invierno limeño –hecho que no impidió que el disco fuera ideal para escucharlo un día de surf en el club Waikiki-, contiene las tres canciones de Andrés Roque que Wilfredo escuchó cuando lo conoció y los primeros temas propios registrados por el grupo. Del material de Andrés Roque destaca Bólido de Fuego -poderoso instrumental para conducir un automóvil a alta velocidad- e Ilusiónate Chica, delicada artesanía pop donde melodía y fuerza se unen con el cemento de una tremenda imaginación musical. Ambas canciones no llegan a los dos minutos y medio. Raúl Herrera, por su parte, es el autor de cuatro temas: Te Vi Llorar, Campo de Concentración, R.C.M., y Quién Vive. Esta última canción comienza con Walter Aray gritando el título,. Paradoja triste: Aray murió de asma en 1986. Wilfredo Sandoval firmó únicamente la dramática Condenado a Muerte, canción ideal para abrir un spaguetti western. El disco incluye también una regrabación más lenta de su clásico Tema para Jóvenes Enamorados y versiones de Hojas Muertas, Autopista y Feliz a tu Lado. Esta última es una canción tradicional china, y es una respuesta a un tema instrumental que habían grabado los Dolton´s en su primer LP. Las voces en Feliz a tu Lado son de Jerry Lam Cam y Walter Aray Nozawa, en una de las escasas intervenciones de la voz humana en un disco Belking.
El LP fue un suceso de ventas. Tuvo un primer tiraje de 10000 ejemplares en el primer mes y la casa discográfica aprovechó el tirón para editar un 45 con canciones extraídas del disco: Bólido de Fuego/Hojas Muertas. El grupo fue solicitado por todo el mundo, hasta el punto de agotar a sus integrantes con tanta matinal, presentación en locales y en programas de canal 4. Lo prolífico de su creatividad en aquel momento resulta inverosímil, ya que a la vez los miembros de la banda también estudiaban y/o trabajaban. Por esos días también aceptaron una propuesta de Gustavo Galliani y grabaron un 45 con otra protegida suya: Kela Gates. El sencillo estaba constituido por Néctar de Verano -una canción de Nancy Sinatra con letra adaptada al castellano por Kela- y Te alcanzaré, con letra de Andrés Roque sobre el original norteamericano.
A fines de 1967 Jerry Lam Cam se retiró del grupo para formar Los Dragones junto al antiguo vocalista Daniel Rosario, su primo David Lam, y su hermano recién llegado de Hong Kong. Volveremos a encontrarnos a Jerry poco después en el origen de Telegraph Avenue. Los Belking's cubrieron su puesto con Luis Pacora Rojas, un ex 007 al que habían conocido dos años atrás en El Show de Sergio.
Lucho Pacora se integró rápidamente a la banda, que ya tenía contrato para grabar un segundo disco. La prensa y el público habían puesto bastantes esperanzas en el grupo, así que Gustavo Galliani les sugirió que colaboraran con la Orquesta Sinfónica Nacional para el LP que estaban a punto de grabar. Tenía un amigo arreglista que tenía el seudónimo Andrés D´Colbert –los muchachos jamás supieron su nombre verdadero- y lo llamó para que hiciera los arreglos para la orquesta. D´Colbert aprendía en la guitarra lo que Wilfredo tarareaba y luego le pasaba la música a un amigo que le escribía las partituras. Mientras tanto, la banda se puso a ensayar, a componer y a seleccionar nuevo material. Su segundo LP, editado en 1968 y llamado simplemente "Los Belking's" está constituido por nueve temas propios y tres versiones, dos de ellas instrumentaciones de temas originalmente cantados. Las grabaciones con la Orquesta Sinfónica Nacional fueron tan fluidas que necesitaron de muy pocas tomas para que las canciones quedaran bien. Un cellista argentino apellidado Robatti que tocaba con la orquesta se quedó impresionado porque los muchachos no se descuadraron en ninguno de los compases: Che, cómo pueden ser tan buenos y no saber música. Los Belking’s se sintieron muy halagados por este elogio venido de un músico académico y les respondieron que sólo tocaban con el sentimiento, argumento que solían dar todos los grandes músicos de los 60.
Aunque el segundo LP no vendió tanto como sus discos anteriores, hay canciones que se merecen algunos comentarios. "Phi Fenómeno" es un tema firmado por los 4 Belking's y Richard Araníbar, y es una de las mejores muestras de psicodelia y de utilización creativa del estudio por parte de una banda peruana. Amor Imposible, por su parte, es una dramática y dulce canción de Andrés Roque en la que participan las cuerdas de la Orquesta Sinfónica Nacional. Suscitó reacciones encontradas al comienzo, ya que Wilfredo consideraba que el título era muy trillado. Andrés Roque se mantuvo en sus trece y dijo que si no les gustaba el título no permitiría que salga la canción. Aceptaron a regañadientes. Después se enteraron de que el nombre era por una chica enamorada de un amigo de Andrés: era un caso de melodía autobiográfica. Canal 5 utilizó durante cuatro años este tema como fondo musical para anunciar algunos programas. Playboy, por su parte, es una composición de Gene Thomas originalmente cantada. En la canción utilizaron la sección de cuerdas de la sinfónica y Wilfredo ensayó un slide con su anillo de promoción del colegio. La joya rockera es Séptima Patrulla, título inspirado en la serie de televisión Patrulla Juvenil. Luis Pacora se incorporó como compositor en dos canciones: La Lluvia de tus Ojos y Aurora, dedicada a la chica que luego sería su esposa. Poco después grabaron su segundo 45 con Kela Gates, contenía los temas Al Maestro con Cariño y Loca por un Loco.
A principios de 1969 lanzaron su tercer LP: Los Fabulosos Belking's, constituido por siete canciones propias y cinco covers (cuatro de los cuales eran originalmente cantados). El cantautor Daniel "Kiri" Escobar firmó una de las canciones propias: Debo Alejarme de ti. Andrés D'Colbert colaboró con la instrumentación de cuatro temas. Destacaban dos composiciones de Wilfredo: la épica Corazón de Bronce y la finísima Música para las Flores; canciones instrumentales que, si el oyente es imaginativo, dicen tanto como un cuento o una novela. La tarantinesca Okinawa 2000 es composición de Raúl, pero el título fue sugerido por Walter Aray, porque ésa es la fecha en la que los norteamericanos devolverían a Japón la isla de Okinawa. Ese mismo año la disquera lanzó un EP con 4 canciones extraídas de los primeros tres LPs de la banda: Llora como un bebé, Rompeolas, Te vi llorar, y Playboy.
El LP Los Fabulosos Belking's dejó un sabor amargo en los miembros de la banda, que no se sentían satisfechos con los resultados. Nuevamente, desertó la base rítmica, pero esta vez la herida fue más dolorosa, porque constituían un equipo musical muy bien comunicado. Luis Pacora había dejado de ir a los ensayos por problemas personales: los padres de Aurora, su enamorada, no querían que fuera a visitarla, por lo que se encontraban a escondidas. A veces, ella le llevaba torta de chocolate, lo que inspiró una de las últimas colaboraciones en la composición de Pacora con Los Belking's. Walter Aray también abandonó el barco debido a complicaciones con el asma.
En verano de 1969 Raúl y Wilfredo se quedaron nuevamente solos, pero no dudaron en encerrarse en el estudio. Volvieron a grabar Tal Como tú Eres y Okinawa 2000, esta vez con la colaboración de los hermanos Barreda, en ese entonces base rítmica de The (St. Thomas) Pepper Smelter. Rossi Urbina, del grupo Las Midems –a quien conocían por la parroquia Santa Rosa Meryknoll, donde paraba Andrés Roque- participó haciendo los coros con su voz de sirena. Las otras voces de Las Midens pertenecían a Hortensia Manrique y Susana Calixto. Bajo la tutela de Los Belking's, Las Midens grabaron el tema Dispárale Nena, para el sello DO RE MI. Tal como tú eres/ Okinawa 2000 salió a la venta a fines de marzo de 1969 y se colocó en los primeros lugares de las ventas. La diferencia se notaba en relación con las versiones aparecidas en el LP. En opinión de los miembros del grupo, debieron haber vuelto a grabar muchas más canciones. Por estos días también fueron banda de apoyo en el primer LP de Kela Gates, que contenía 12 canciones. Andrés Roque hizo las letras adaptándolas del original inglés al castellano. Colaboró en los arreglos el pianista Víctor Cuadros. En el disco de Kela también participó el grupo vocal Las Midens haciendo los coros.
A fines de 1969 el Perú ya notaba con claridad las políticas de la revolución nacionalista del General Juan Velasco Alvarado. Los músicos sintieron que una época estaba concluyendo cuando los militares decretaron el fin de las matinales y tuvieron que buscar actuaciones en otro tipo de eventos. A partir de estos momentos Los Belking's intentaron resistir organizando recitales en locales masivos como coliseos deportivos o discotecas, tanto en Lima como en provincias. Pero las actuaciones se iban volviendo cada vez más espaciadas debido a la magnitud de los eventos.
En noviembre del 69 los Belking's ya habían pasado más de cinco meses alejados de la escena musical debido a problemas de regalías internacionales con El Virrey. Los hermanos Barreda no podían continuar con ellos porque su grupo oficial era The (St Thomas) Pepper Smelter y tenían compromisos pactados. Incorporaron entonces como nuevo baterista a Fernando Bolarte, que estaba libre porque Los Dolton's se acababan de separar. Su nuevo bajista era un desconocido en la escena musical llamado Luis Arroyo. Gustavo Galliani, por su parte, también debió dejar de lado sus labores como representante porque tenía otras obligaciones familiares y laborales. Había dejado su semilla musical. Además de Kela Gates y Los Belking’s representaba a Compay Quinto, un artista que interpretaba cumbia y música latina y que tendría bastante influencia en el futuro musical de la banda, que estaba interesándose cada vez más en la fusión con el latin jazz y el rhythm & blues. Por ese entonces Wilfredo y Raúl escuchaban grupos como Chicago y Blood, Sweat & Tears. Ante la deserción de Galliani, Wilfredo –que cumplidos los 21 ya era mayor de edad- asumió el papel de representante frente a la casa discográfica y los empresarios de espectáculos.
Luego de algunos meses de ensayos, la nueva formación de Los Belking's grabó en 1970 un miniplay homónimo con seis canciones: Atájame, Sentimientos, Sendas de Amor, Let Me, Triste Soledad y Charly. Sería su penúltima grabación. De sus discos es el que tiene más energía. Se nota con claridad su interés por la fusión con ritmos latinos. Contaron con la colaboración de Víctor Cuadros en los arreglos y Las Midens en los coros. Los instrumentos de viento le dan al miniplay una fuerza que no habían tenido las grabaciones de la banda hasta ese entonces. Estaban en su mejor momento, hacían su mejor música, pero como suele suceder en esta historia, estaban en el tiempo correcto, pero en el lugar equivocado.
En aquella época los miembros del grupo trabajaban, iban a la universidad y tenían actuaciones en locales como el Pussycat, de 11:30 de la noche hasta las 2:30 de la madrugada. Lo natural fue que dirigieran sus energías hacia otras direcciones. Entonces fueron víctimas del agotamiento. Wilfredo empezó a tener problemas con la columna y debió guardar reposo. Volvieron a tener diferencias con El Virrey por pagos atrasados de regalías por ventas en el extranjero. La muerte del padre de Wilfredo también influyó en el silencio de la banda.
A finales de 1972 Wilfredo ya podía caminar con las debidas precauciones. Durante toda su vida debería efectuar ejercicios para la columna y llevar un régimen sosegado. Con ganas de volver a hacer música se unió nuevamente con Raúl Herrera y contrató con su dinero unas cuantas horas de grabación en los estudios de Grabación de El Virrey, convirtiéndose en algo inesperado para la época: un productor independiente. De estas sesiones quedarían las canciones Popeye el Leñador y Sinfonía para una Mañana, luego incluidas en su disco de 1973. En el estudio contaron nuevamente con la colaboración de los hermanos Barreda en la base rítmica. Al saber El Virrey que Los Belking's se habían vuelto a juntar y estaban grabando, los llamó para entablar negociaciones y ver la posibilidad de sacar a la venta un nuevo LP. Todo estaba muy bien, pero si Los Belking's volvían a juntarse necesitaban nuevo bajista y baterista, ya que los hermanos Barreda sólo les estaban haciendo un favor y necesitaban músicos para volverse a presentar en vivo. Es así que incorporaron a Freddy “Puro” Fuentes Aranda, antiguo vecino de "Liverpool chico" y miembro de La Nueva Cosecha. Lo habían conocido en un concierto en Chimbote donde tocó con los Yorks reemplazando al baterista oficial, en un concierto absolutamente delirante ya que el público protestó ruidosamente por la ausencia de los miembros originales. En el bajo incorporaron a un chiquillo virtuoso que venía de tocar salsa llamado Juan Carlos Cubas.
Poco antes de grabar su canto de cisne, el LP Ayer y Hoy, fueron a Cuzco invitados a tocar por los alumnos de un colegio de la ciudad. La prohibición de tocar era para los cines, pero no para las aulas de un colegio, y en el local no entraba ni una aguja. Inspirados por el ambiente de la ciudad imperial, compusieron un tema con ciertos aires andinos: Oriundo Capitán. Los arreglos del Ayer y Hoy son obra de Víctor Cuadros. Incluyeron también la canción Años Cruentos, un popurrí de sus canciones más conocidas con una narración en la voz de Gerardo Manuel. Aunque el disco era el mejor que jamás habían sacado, las ventas fueron escasas. La primera escena del rock en el Perú había desaparecido repentinamente y sólo daba sus últimos y brillantes estertores. Raúl y Wilfredo optaron por dejar la banda en un suspenso que al final duró treinta años.
En el 2003 el sello español Nuevos Medios editó una compilación de Los Belking's titulada Instrumental Waves, que tuvo un éxito internacional inesperado. El grupo regresó a los escenarios y retomó el trabajo donde lo había dejado.
Aunque nacieron casi al mismo tiempo que Los Saicos, Los Golden Boys, Los Shain's, y Los Dolton's –bandas que dieron el pistoletazo de salida en el fundacional y garagero 1965-, la prolongada historia particular de los Belking's prefigura toda la historia de la primera escena del rock en el Perú. A partir de 1966 la escena creció y se diversificó, influida por la psicodelia y la difusión del nuevo sonido de las bandas inglesas. Relatar esta historia es como adentrarse en un caleidoscopio de la electricidad. Era como si el rock hubiera entrado repentinamente a la adolescencia y se hubiera tragado un ácido. Fue entonces cuando frente a los ojos de la generación del 60 -la generación de la contracultura clásica y las segundas vanguardias, la generación que cambió el mundo- apareció de pronto una planicie multicolor, un planeta nuevo que colonizar.
Publicado en el blog Zona de noticias
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