Julio Benavides y Jorge Aliaga |
del libro "Mujeres Buenas Mujeres Malas".
Editorial Vicio Perpetuo Vicio Perfecto
Khuyapapay
Por Jorge Aliaga Cacho
Barrito bañado en
agua
cianuro hijo del
diablo
por qué matan mi
tierra
que otrora papa me
daba.
Mi lagunita se ha
muerto
agüita negra diciendo
agüita negra
muriendo.
Venenos evaporados
tóxicos que respiro
plantitas, vaquitas
¡Atatay! También
muriendo.
Por anillo matas mis
ojos
vanidad de tu manito
por oro matas mi
vida.
Poema de Amor:
Aturdidos
Por Jorge Aliaga Cacho
Aturdidos
Por Jorge Aliaga Cacho
Miraron al cielo
transtornados por el
amor,
que ante ellos
brindábamos.
Comprendí entonces
que éramos
la tierra.
Aturdidos volvieron a
subir y bajar
las cabezas,
escapaban placer
terrenal
para lograr
equilibrio.
Nuestras siluetas lucían
alegres
cuando, turbados
ellos,
nos vieron abrazar la
vida.
Apretujabate contra
la luna
encendida,
placentera algarabía,
luz de media noche
estrellas infinitas.
Te acaricié el
cabello y besé
tus senos,
ellos miraban la
noche
cuando quedaste
dormida.
Piruetas
Ayer mi pena fue
alegre
porque se cansó de
triste
y tú la animaste,
...... ¿Sabes?
Cuando tus manos
tomaron las mías
mientras el viento de
nosotros hacía
piruetas de alegría.
Tú estabas de azul
plomo
como tus ojos,
como mis días,
como los besos que
enjuagaste en mi boca,
y que la noche se
llevó en su vacío.
Ayer mi pena fue
alegre
porque se cansó de
triste.
Tu Boca
Tu boca no fue
suficiente.
Las cosas que con
ella prometiste,
Juraste, callaste,
dijiste.
Tu boca no fue
suficiente.
No, no fue suficiente
tu boca.
Y mi amor angustiado
dejó
el placer que con
ella me diste.
Rompí el embrujo de
tus labios rojos
duchos en placeres,
libidinosos,
lácteos.
Ahora te ahogas en
mares de un día,
tu lengua ansía
encontrar
la serena laguna que tuviste,
donde anclabas tu
cuerpo
para limpiar los
besos
que a extraños diste.
Tu boca.
Tu boca y tú:
no pueden creer
que me perdiste.
Tsvetnoy Boulevard
Regresaste a su playa
para pagar la cuenta,
marco de angustia,
tus pupilas, tus
ojos.
Supiste dominar el
ocaso
con tu estampa.
Retrocediste el
tiempo
para arrullarte en
sus ojos
y el tiempo no pudo
borrarlo
de tu recuerdo.
Lo abrazas y llorar
no puedes,
hasta llanto falta
cuando el tiempo
nos quita todo.
De tu vida le
entregaste la última llama
como pidiendo perdón,
llorando, llorando,
sin lágrimas
como una loca,
llorando.
Sacudo el tiempo
Sacudo el Tiempo,
tiro la chaqueta,
como diciendo basta
de apremios.
Sobre la cama
separo las penas que
no deben viajar
a tu encuentro.
Anhelo tu pelo, tu recuerdo.
Me inclino a la
memoria
de tu cuerpo,
porque repetirte
quiero.
Detener el por venir
un ratito.
Abrazarme a antiguo
sueño.
Te quieros de
entonces
piel trajinada de
lunes,
que mis caricias
esperan.
Cruzaremos tu plaza
Tomados de la mano,
cazando memorias
empujadas por el viento.
La heridas del alma
no sanan,
tú sabes,
Tal vez éste sea
nuestro último encuentro.
Si vas a Venecia
Si vas a Venecia
la góndola espera
fulgor de recuerdos
de nuestra era.
Palomas,
barrio judío,
ghettos,
San Marco
y el vino lleno de
estrellas.
Si vas a Venecia
el acordeonista
iluminará tus ojos
sajones,
tu esbelta figura,
tu por favor
`toque la
cumparsita'.
Tus ojos
lloverán estrellitas,
recordarás aquellas
caminatas
haciendo el amor con
las manos,
el spaghetti de los
dioses
el pan de ajo y una
quimera.
Si vas a Venecia el día
que muera
prometo esperarte en
la misma mesa,
frente a San Marco,
para enjuagar el beso
que tus labios esperan.
Te lo prometo,
no moriré el día que
muera,
pero ese día te mataré
para que me acompañes
al cielo.
allí donde solo
llegan las estrellas.
Como viento al alma
Entraste como viento al alma,
remolino,
para acariciar mis
penas,
botitas irlandesas
repiqueteando,
mi corazón enfermo.
Cuánto puede durar un
vendaval.
Inesperado.
Sorpresivo.
Mirada negra de luz
blanca y negra,
figura etérea,
cabellera africana,
sonajitas.
Volviste.
¡Oh hebdomadaria
espera!
El profesor espera,
Llegaste, viento
sonriendo,
sentose en esa aula
de dolor,
pena y defunción.
¡Pongan sus diccionarios
sobre los pupitres!
Hoy vamos a conjugar
el verbo SER:
Soy
Eres
Es
Somos.
¿Qué soy corazón?
Dímelo tú, viento.
Tus manitas se
agitaban.
Diccionario, páginas,
felices,
y mi corazón lloraba
tu alegría.
Volaste, a una de tus
estrellas,
mi alma quedó con el
recuerdo,
botitas marrones,
canillitas abrazadas,
sujetadas por
pasadores gastados,
como mi espera.
Desde ese día busqué
el céfiro,
susurro de tu brisa.
Huracán de tu boca
que nunca
arrasó mi boca.
Quiso Dios un día,
que mi pena se
convirtiera en tifón,
busqué,
te encontré,
lluvias,
nos unimos en trueno,
lloramos,
y juntos volamos
suertes de alegrías y desgarros.
¡Ay de mí, corazón!
Vamos Campeón
Vamos campeón,
aunque sea en mis
sueños,
vamos campeón.
Pisa fuerte, zumba y
baila.
Párala, driblea, zumba
y rumba.
Pisa fuerte campeón.
Patea.
Rompe las mallas pa'
la afición.
Apura Alianza, apuren
negros,
falta un minuto pa'la
final.
Miren al Pancho
llorando está
y da la vida por ese
gol.
Ya tira Negro, ya
tira ya,
tu pueblo entero te
lo suplica,
en ropa humilde, te
lo demanda,
vamos campeones a
campeonar.
Allí la tienes,
moreno......
Pícala al centro,
corre mulato
quimboso,
la victoria cercana
está.
Allá viene el
rodillo, señoressssss.
Las tribunas se
agitan,
cuetones antes de
tiempo,
matracas, gargantas y
serpentinas.
Sale el Alianza,
sale de atrás,
con muchas ganas
para ganar.
Patea Negro,
Negro, Negrito,
hermano lindo
danos el gol.
Tira Negro, Negro
maleta.
¡Patea Negro! Negro
ladrón!
Ahora, Negro,
Negrito,
San Martinsito
danos el gol.
¡Gooooolooolllllll!!!!!!!
Gracias,
Diosito negro,
Festeja Matute Sur.
Tus hijos,
tu pueblo trabajador.
Levanta la copa
Victor 'Pitín',
pa' tu barrio,
pa' tu callejón.
Vamos Alianza
mira ese Sur,
hoy nuestro cielo
es blanquiazul.
Mañana la chamba
será más blanda
gracias a ese gol.
¡Arriba Alianza!
¡Arriba Alianza!
Allí, a la diestra,
del Gran Señor.
La Alhambra
Abrasada por el sol
andaluz
alforja de fantasía,
entre borlas y
jarapas
sobre tus faldas el
naranjo,
la higuera, la rosa y
el arrayán.
De silvestre aroma,
eres hermosa vega
fértil,
besada por el astro
enamorado
que en tu pecho juega
una caricia.
Coronada por la nieve
eres gracia de la
gracia,
Santísima Virgen de
las Angustias,
me declaro tu último abencerraje,
guitarra en mano para
fandango.
¡Oh! deliciosa
damisela que paseas
tu encanto por La
Alhambra,
el Cerro del Sol
apagó sus luces
ven, acerca te a mí,
para besarte.
La Rambla del Raval
Carrier de Sant Pau
La Rambla del Raval
dónde está la paloma
que que mi corazón a
ensartao.
Ojos azules te busco,
diosa de Bucharest,
cincuenta kilos
de peso
al derecho y al
revés.
Allí, la veo, me
acerco,
mi corazón agitao.
¡Dadme un cigarrillo
hombre!
¡Dadme una lumbre amío!
Por veinte míseros
euros
sale con cama, todo
incluío.
¿Veinticinco añitos,
tersa piel, todo incluío?
Es una ganga, me dije
y abracé su cuerpo
frío
¡Espere señor!
me dijo:
'Aguante su ímpetu
tío
que me arruinás el
vestío'.
Tierna palomita,
cuerpito de
porcelana,
caballo viejo no espera
A que acabe el
campaneo.
Paloma de La Rambla
paloma de la alegría
deme tu adentro
paloma
que viejo muero de
frío.
Princesa del río
Almond
Princesa del río
Almond
dama etérea,
tempestad de
hermosura,
exclamación
silenciosa
de la cruz.
Virgen sin templos
tus templos mis
manos,
mi corazón,
mi cerebro.
En ellos vives
eternamente
idolatrada,
acariciada.
besada,
cual barca
acechada por las
olas.
Princesa del río
Almond
tus lágrimas secas
no escondes
y mi corazón llora
afligido.
Añorando vivo el
principio,
el primer día,
tus joyas azules,
restaurando mis
sentidos.
Colores para mis
días,
suave oscuridad
para mi lecho.
Princesa del río
Almond,
esencia de vida:
Un día me ofrendaste
tu flor,
y mi corazón,
bailando,
obsequióse,
carnavales de alegría.
El techo,
paredes,
y las velitas
alumbrando
tus prados dorados
para entregarte la
vida.
Princesa del río
Almond,
nuevos versos,
nuevas ilusiones.
¡Otro vendrá!
Otro.
Y mis lágrimas
inundarán el Almond
con mi dolor,
su río.
Amada mía
Sobre tus repechos
he germinado te quieros,
entre carátulas de
libros,
nido insólito,
tantas veces he
repetido tu nombre:
‘amada mía’.
Entre tus pechos
tersos
escuché tu canto,
y un lucero raudo
engalanó mi alma,
con tu cariño.
Sobre tus pechos
protectores,
animadores de vida,
tantas veces quise
comerte hasta el
nombre,
‘amada mía’.
Quimera Azul
Con mi amada: ¡Ay de
mi!
Una vida mano en
mano, soñé;
escribiendo, usándote
mujer,
como verso claro,
atropellando
elocuencia en mi silencio.
Alegrías fingidas,
risas sin sentido,
llegaron.
Hoy soñé, amada mía,
tu nombre,
sin quimeras,
¿Dónde estás?
Basta de fingirte
Azalea.
No eres, ni rosa ni
rosal,
sólo una culiflor
en burda soledad.
Natalia
Apoyado en los
balaustres,
tu cuerpo meciéndose
en la hamaca, veo.
Amor fresco, fresca
damisela,
repiquetean en mi
alma campanas
y recuerdo tus
calles,
la calle de tu casa,
tu pasito apurado
la estación de Sokol,
el mercado de tu
barrio.
Ahora, que respiras
Lima,
has encendido mi
vida,
rescatándome de la
muerte.
Tus piernas son dos
péndulos de luz
Y tus ojos encienden
el color del guiso,
la elegancia del
felino.
Triste es perder,
poco a poco, la vida,
desperdiciarla en
falsos amores.
Recobrarla quisiera
para repartirla en pedacitos,
A los gatos, a los
perros, a los periquitos,
A las rosas y
margaritas.
Para ti, el cacho más
grande
y devolverte, amada
mía,
la fiesta que me
diste.
Siete estrellas
iluminan los balaustres
dónde, trémulo,
mirándote a los ojos,
te dije que te
quería.
Los hijos de Dios
Ya bajan por la
montaña
los hijos de Dios
a defender la laguna.
El diablo la acecha
cargado de mercurio
y guardias fusiles
prestos.
Ya bajan los
campesinos.
De Celendín
sus pututos,
de Celendín,
su pueblo.
De Jorge Aliaga
Merino
su pueblo.
Sombreros de
paja-toquilla
Polleras
multicolores,
carnaval de lucha y
alegría
Ya bajan por la
montaña,
del corazón de la
tierra
a defender la vida.
Lady Diana del Sur
Hizose tarde la vida,
sinuosidades,
orbitan mis sentidos,
contorneada Luna.
Noche clara tus
versos
sobre mi cuerpo,
sentada estás
al borde de mis
caricias.
Azabache brillo de tu
pelo,
henchidos de luz
tus senos son
embelesos,
albura de amor
azuzando la vida.
Si no te molestas
Si no te molestas
te doy un beso
pero si te molestas
te abrazo,
te beso,
y te llevo al rio.
Ágape de amor
Ágape de amor
mariposa soñadora,
tentación en vuelo.
Algarabía de las
flores
remover tu albanega
quiero,
muero.
La aljamía allende anuncia
tu llegada
cristalina,
abanicos,
serpentinas.
Collar de perlas
naturales
ofrendarte quiero,
muero.
Vuelas rauda
mariposa de luz,
vélicas del Egeo
divisan el fulgor de
tu cabello,
marineros del amor
quieren, mueren.
Regresa,
alba, pan, vino.
Ágape de amor
descansa en mi
corazón
que sin ti no vivo,
Y hasta de morir,
muero.
Playa desierta
Mi pensamiento corre
hacía tu playa
solitaria,
que en silencio,
llora mi nombre
en su desierto.
Amauta de Celendín
Te fuiste como
quisiste,
puño en alto
camaradas,
la Internacional
Comunista
la familia acongojada.
Profesores,
sindicalistas
te rindieron homenaje
ante la corona de
flores blancas
de tu partido
proletario.
La bandera roja
Sobre tu féretro,
como tu quisiste,
la bandera escocesa,
recibe los pétalos pétalos
de tus flores.
Te fuiste como
quisiste camarada
con la luz de la
honradez, brillando.
Tu Dina de toda la
vida empezó:
‘arriba los pobres
del mundo’,
juntándose todos
siguieron:
´de pie los esclavos
sin pan’.
Tus enseñanzas nos
dejaste,
insigne camada,
Jorge Aliaga Merino.
Amauta de Celendín
maestro del
proletario.
Limeña
Limeña,
Garbo y armiño,
flecos de tu aliño
acarician canela
piel.
Rítmico paso te
lleva,
castañuelas y cajón,
sinfonía para los
sentidos,
mi guitarra llora en
su trino.
Te vas por calles de
antaño,
camino del puente te
alejas,
dolor mío ignoras,
dolor que causa el no
tenerte.
Limeña garbo y
armiño,
tuvierate en mi
última noche,
tuvierate aunque sea
hasta el alba.
Iríame después con el
río,
Limeña,
Garbo y armiño.
Índice
Khuyapapay
Aturdidos
Piruetas
Tu Boca
Tsvetnoy Boulevard
Sacudo el tiempo
Si vas a Venecia
Como viento al alma
Vamos Campeón
La Alhambra
La Rambla del Raval
Princesa del río
Almond
Amada mía
Quimera Azul
Natalia
Los hijos de Dios
Lady Diana del Sur
Si no te molestas
Ágape de amor
Playa desierta
Amauta de Celendín
Limeña
Limeña
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