Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
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http://www.jorgealiagacacho.com/

9 de septiembre de 2013

Deceso, receso o simplemente obsciso

Por Walter Lingán
 


Es muy interesante el caso de Walter Lingán, narrador peruano y médico-cirujano de profesión (residente en Alemania), espejo de esos exiliados económicos que, por miles, son un baldón para este país negador de algunos de sus mejores hijos, que tienen que marcharse en busca de mejores horizontes para su existencia. Walter nació en San Miguel de Pallaques, Cajamarca, y luego de cursar sus primeros estudios en su lar nativo, pasó a Amazonas y Lima, de donde se marchó a la patria de Johan W. Goethe, en busca de un mejor destino para él y su familia. Antes de abandonar la patria, se destacó como un organizador cultural, lo que se tradujo en la publicación de periódicos locales en Collique y Comas, pujante distrito limeño donde pasara los mejores años de su agitada juventud. Más adelante, luego de descubrir su vocación literaria, ganó sendos primeros en certámenes de Francia, España, Alemania. (Winston Orrillo, "Chungo y Batán".
 
Tengo el penoso deber de comunicarles mi sensible fallecimiento acaecido el domingo pasado en circunstancias no claras, según la testigo, pero para mí no hay dudas (pues yo estaba en cuerpo presente), nos encontrábamos haciendo el amor con la mujer quien ahora funge de testigo presencial de “los hechos desconocidos” que pudieron haber ocasionado tan lamentable... desenlace. Mi cuerpo desnudo fue llevado en una ambulancia rumbo a la morge de la ciudad de Colonia para ser descuartizado sistemáticamente y recoger pruebas de “una muerte natural” o asesinato con todas las de la ley: “premeditación y alevosía”. Lo curioso del caso es que nadie se ha dignado acercarse por la morge o alrededores a reclamar por el suscrito, o sea, por mí, a pesar de que dejo siete viudas, quienes poseen gran parte de mi grandiosa biblioteca que consta de más de tres mil volúmenes que naturalmente no alcancé a leer en vida, pero les prometo que a partir de la fecha hasta el infinito me dedicaré exclusivamente a la lectura, abandonaré definitivamente la escritura por incomodidad y, lo más importante, como no hubo ninguna editora que en vida publicara mis textos, incluso, al igual que otros autores, fue víctima de estafas de inescrupulosos y  corruptos editores que también roban a otros editores. Es la corrupción, me dijo un amigo, que corroe todo, todo, todo, ya no se puede confiar ni en los parientes, desde presidentes traidores y mentirosos pasando por parlamentarios, alcaldes, jueces, y todo tipo de animales, incluyendo a la fauna de la izquierda, son el ejemplo vivo del robo, la coima y los cupos. Bueno, ya me estaba yendo por las ramas, acabo de escuchar que una de mis viudas ha convocado a las otras seis para organizar el sepelio, incluido el reparto de café, concurso de cuentos rojos y otros chismes propios de un velorio. La fecha y el lugar serán dados a conocer por este y otros medios masivos de comunicación, redes sociales, también por teléfono y por la radio, a lo mejor, hasta sea anunciado por la televisión. Se agradece obituarios, saludos, homenajes, diplomas de honor post morten y otras arengas, les ruego a quienes deseen hablar o escribir mal de mí que se abstengan de hacerlo pues la maldad tarde o temprano saldrá a la luz. ¡Ufff... mi cadáver ya hiede!

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