Justiniano Marcatinco Velazco |
Huamán Poma II es el seudónimo del escritor Justiniano
Marcatinco Velazco que nos ha entregado, entre otras, las siguientes obras: “Génesis
de los incasn ocaso del Tahauantinsuyu”, “Cahuide”, “Profecías del último Inca”,
“Los muertos hablan, los vivos callan”, “Historias de los Qalchas”, “Chotanos
bandoleros y justicieros” “Auquis y Huamanis”, etc. La extensa producción literaria de éste excelente
autor está dotada de un profundo contenido histórico social, por lo que nos
asiste a comprender la realidad nacional y su devenir histórico. Gran conocedor
de la historia peruana, Huaman Poma II,
nos deleita con una ficción bien documentada y con el rigor histórico que caracterizan a todas sus investigaciones que cubren diversos aspectos de la
historia peruana. Entre sus obra
encontramos temas tan variados como el recuento del flagelo del terrorismo
vivido en nuestro país, o los sucesos del la Guerra del Pacífico, o sucesos de
la historia de Chota. Profundo conocedor
de las tradiciones andinas, Huamán Poma II, nos hace una magnífica entrega en su estudio sobre los danzantes de tijeras, historia inédita jamás contada, cuya introducción hoy publico para
el deleite de los lectores amantes de nuestra historia y literatura. JAC.
“Auquis y Huamanis”
por Justiniano Marcatinco Velazco, (Huamán Poma II)
Los siglos han transcurrido repentinamente, desde la
desaparición del Tahuantinsuyu, fueron pocos los sobrevivientes del Holocausto
del universo andino, que supieron guardar, o tal vez esconder en la profundidad
del tiempo, a todos aquellos oficios que dieron grandeza al Tahuantinsuyu, y,
de aquellos oficios que dieron mutación a la naturaleza, fueron la labor que
cumplieron los auquis y huamanís, hoy en éste mundo actual lo conocemos como
danzantes de tijeras. El auqui es el sabio
o el gran maestro que tiene por conocimiento
de toda la virilidad de la naturaleza, así como también de la fecundidad
de ella misma, el huamani es el auqui que está en tránsito, en la experiencia
ganará todas las sapiensas, luego se sublimará como el auqui y radicará por
toda la eternidad en la profundidad de las montañas, desde ella, observando
estará a este paraíso mutante.
Los huamanis fueron perseguidos sin piedad por los
corregidores, encomenderos y por la Santa Inquisición, sin justicia alguna,
eran liquidados de inmediato, tildados de demonios y por resistirse al Dios de
los mediterráneos. Es importante meditar
sobre nuestra identidad, que cuya herencia fue protegido por los hombres de
buena voluntad, tal vez para el devenir del futuro, por tanto, nos
alimentaremos de ella, para que esta nación sea vigorosa como el
Tahauantinsuyu, y los descendientes de esa raza cobriza, sea la razón de la
existencia de esta nación andina.