Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
email address:
jorgealiagacacho@hotmail.co.uk
https://en.m.wikipedia.org/wiki/Jorge_Aliaga_Cacho
http://www.jorgealiagacacho.com/

19 de noviembre de 2012

Jorge Aliaga Cacho: 20 poemas.



1 Piruetas
Por Jorge Aliaga Cacho

Ayer mi pena fue alegre
porque se cansó de triste
y tú la animaste, ... ¿Sabes?
Cuando tus manos tomaron las mías
mientras el viento de nosotros hacía
piruetas de alegría.

Tú estabas de azul plomo
como tus ojos,
como mis días,
como los besos que enjuagaste en mi boca,
y que la noche se llevó en su vacío.

Ayer mi pena fue alegre
porque se cansó de triste.



2 Tu Boca
Por Jorge Aliaga Cacho

Tu boca no fue suficiente.
Las cosas que con ella prometiste,
Juraste, callaste, dijiste.
Tu boca no fue suficiente.

No, no fue suficiente tu boca.
Y mi amor angustiado dejó
el placer que con ella me diste.

Rompí el embrujo de tus labios rojos
duchos en placeres, libidinosos,
lácteos.

Ahora te ahogas en mares de un día,
tu lengua ansía encontrar
la serena laguna que tuviste,
donde anclabas tu cuerpo
para limpiar los besos
que a extraños diste.

Tu boca.
Tu boca y tú:
no pueden creer
que me perdiste.


3 Tsvetnoy Boulevard
Por Jorge Aliaga Cacho

Regresaste a su playa
para pagar la cuenta,
marco de angustia,
tus pupilas, tus ojos.
Supiste dominar el ocaso
con tu estampa.

Retrocediste el tiempo
para arrullarte en sus ojos
y el tiempo no pudo borrarlo
de tu recuerdo.

Lo abrazas y llorar no puedes,
hasta llanto falta cuando el tiempo
nos quita todo.

De tu vida le entregaste la última llama
como pidiendo perdón,
llorando, llorando, sin lágrimas
como una loca, llorando.


4 Sacudo el tiempo
Por Jorge Aliaga Cacho

Sacudo el Tiempo,
tiro la chaqueta,
como diciendo basta de apremios.
Sobre la cama
separo las penas que no deben viajar
a tu encuentro.

Anhelo tu pelo, tu recuerdo.
Me inclino a la memoria
de tu cuerpo,
porque repetirte quiero.

Detener el por venir
un ratito.
Abrazarme a antiguo sueño.

Te quieros de entonces
piel trajinada de lunes,
que mis caricias esperan.

Cruzaremos tu plaza
tomados de la mano,
cazando memorias empujadas por el viento.

La heridas del alma no sanan,
tú sabes,
Tal vez éste sea nuestro último encuentro.


5 Si vas a Venecia
Por Jorge Aliaga Cacho

Si vas a Venecia
la gòndola espera
fulgor de recuerdos
de nuestra era.

Palomas,
barrio judìo,
ghettos,
San Marco
y el vino lleno de estrellas.

Si vas a Venecia
el acordeonista
iluminarà tus ojos sajones,
tu esbelta figura,
tu por favor
`toque la cumparsita'.

Tus ojos
lloveràn estrellitas,
recordaràs aquellas caminatas
haciendo el amor con las manos,
el spaghetti de los dioses
el pan de ajo y una quimera.

Si vas a Venecia el dìa que muera
prometo esperarte en la misma mesa,
frente a San Marco,
para enjuagar el beso que tus labios esperan.

Te lo prometo,
no morirè el dìa que muera,
pero ese dìa te matarè
para que me acompañes al cielo,
allì donde solo llegan las estrellas.


6 Como viento al alma
Por Jorge Aliaga Cacho

Entraste como viento al alma,
remolino,
para acariciar mis penas,
botitas irlandesas repiqueteando,
mi corazón enfermo.

Cuánto puede durar un vendaval.
Inesperado.
Sorpresivo.

Mirada negra de luz blanca y negra,
figura etérea,
cabellera africana, sonajitas.
Volviste.
¡Oh hebdomadaria espera!
El profesor espera.

Llegaste, viento sonriendo,
sentose en esa aula de dolor,
pena y defunción.

¡Pongan sus dicconarios sobre los pupitres!
Hoy vamos a conjugar el verbo SER:
Soy
Eres
Es
Somos.

¿Qué soy corazón?
Dímelo tú, viento.
Tus manitas se agitaban.
Diccionario, páginas, felices,
y mi corazón lloraba tu alegría.

Volaste, a una de tus estrellas,
mi alma quedó con el recuerdo,
botitas marrones,
canillitas abrazadas,
sujetadas por pasadores gastados,
como mi espera.

Desde ese día busqué el céfiro,
susurro de tu brisa.
Huracán de tu boca que nunca
arrasó mi boca.

Quiso Dios un día,
que mi pena se convirtiera en tifón,
busqué,
te encontré,
lluvias,
nos unimos en trueno,
lloramos,
y juntos volamos suertes de alegrías y desgarros.

¡Ay de mí, corazón!



7 Vamos Campeón
Por Jorge Aliaga Cacho

Vamos campeón,
aunque sea en mis sueños,
vamos campeón.

Pisa fuerte, zumba y baila.
Párala, driblea, zumba y rumba.
Pisa fuerte campeón.
Patea.
Rompe las mallas pa' la afición.

Apura Alianza, apuren negros,
falta un minuto pa'la final.
Miren al Pancho llorando está
y da la vida por ese gol.

Ya tira Negro, ya tira ya,
tu pueblo entero te lo suplica,
en ropa humilde, te lo demanda,
vamos campeones a campeonar.

Allí la tienes, moreno...
Pícala al centro,
corre mulato quimboso,
la victoria cercana está.
Allá viene el rodillo, señoressssss.

Las tribunas se agitan,
cuetones antes de tiempo,
matracas, gargantas y serpentinas.

Sale el Alianza,
sale de atrás,
con muchas ganas
para ganar.

Patea Negro,
Negro, Negrito,
hermano lindo
danos el gol.

Tira Negro, Negro maleta.
¡Patea Negro! 
 ¡Negro ladrón!
Ahora, Negro,
Negrito,
San Martincito
danos el gol.

¡Gooooolooolllllll!!!!!!!
Gracias,
Diosito negro,
Festeja Matute Sur.
Tus hijos,
tu pueblo trabajador.

Levanta la copa Victor 'Pitín',
pa' tu barrio,
pa' tu callejón.

Vamos Alianza
mira ese Sur,
hoy nuestro cielo
es blanquiazul.

Mañana la chamba
será más blanda
gracias a ese gol.

¡Arriba Alianza!
¡Arriba Alianza!
Allí, a la diestra,
del Gran Señor.


8 Canción para Anne
Por Jorge Aliaga Cacho

Hoy, al despertarme, por la mañana,
descubrí tu nombre en mi ventana.
Era, el sol quien lo escribía
en los cristales de mi ventana
tan querida.

Tu nombre de color y luz
tu nombre de infinita fe
tu nombre de infinito amor
tu nombre,
Anne.

Tu nombre que me trajo luz
tu nombre que me trajo fe
tu nombre de infinito amor
tu nombre,
Anne.

Y yo ya no sé qué haré
si el sol se me va de esa ventana
si un día despierto en la mañana
Y no te encuentro,
Y no te encuentro.

Tu nombre de color y luz
tu nombre de infinita fe
tu nombre de infinito amor
tu nombre,
Anne.


9 La Alhambra
Por Jorge Aliaga Cacho

Abrasada por el sol andaluz
alforja de fantasía,
entre borlas y jarapas
sobre tus faldas el naranjo,
la higuera, la rosa y el arrayán.

De silvestre aroma,
eres hermosa vega fértil,
besada por el astro enamorado
que en tu pecho juega una caricia.

Coronada por la nieve
eres gracia de la gracia,
Santísima Virgen de las Angustias,
me declaro tu último abencerraje,
guitarra en mano para fandango.

¡Oh! deliciosa damisela que paseas
tu encanto por La Alhambra,
el Cerro del Sol apagó sus luces
ven, acercate a mi, para besarte.


10 Khuyapapay
Por Jorge Aliaga Cacho

Barrito bañado en agua
cianuro hijo del diablo
por qué matan mi tierra
que otrora papa me daba.
Mi lagunita se ha muerto
agüita negra diciendo
agüita negra muriendo.
Venenos evaporados
tóxicos que respiro
plantitas, vaquitas
¡Atatay! 
También muriendo.
Por anillo matas mis ojos
vanidad de tu manito
por oro matas mi vida.



11 La Rambla del Raval
Por Jorge Aliaga Cacho

Carrier de Sant Pau
La Rambla del Raval
dónde está la paloma
que mi corazón 
ha ensartao.
Ojos azules te busco,
diosa de Bucharest,
cincuenta kilos
de peso
al derecho y al revés.
Allí, la veo, me acerco,
mi corazón agitao.
¡Dadme un cigarrillo hombre!
¡Dadme una lumbre amígo!
Por veinte míseros euros
sale con cama, todo incluío.
¿Veinticinco añitos
tersa piel, todo incluío?
Es una ganga, me dije
y abracé su cuerpo frío
¡Espere señor!
me dijo:
'Aguante su ímpetu tío
que me arruinás el vestío'.
Tierna palomita,
cuerpito de porcelana,
caballo viejo no espera
a que acabe el campaneo.
Paloma de La Rambla
paloma de la alegría
deme su adentro paloma
que viejo muero de frío.



12 Princesa del río Almond
Por Jorge Aliaga Cacho

Princesa del río Almond
dama etérea,
tempestad de hermosura,
exclamación silenciosa
de la cruz.
Virgen sin templos
tus templos mis manos,
mi corazón,
mi cerebro.
En ellos vives
eternamente idolatrada,
acariciada.
besada,
cual barca
acechada por las olas.
Princesa del río Almond
tus lágrimas secas
no escondes
y mi corazón llora
afligido.
Añorando vivo el
principio,
el primer día,
tus joyas azules,
restaurando mis sentidos.
Colores para mis días,
suave oscuridad
para mi lecho.
Princesa del río Almond,
esencia de vida:
Un día me ofrendaste tu flor,
y mi corazón, bailando,
obsequióse, carnavales de alegría.
El techo,
paredes,
y las velitas alumbrando
tus prados dorados
para entregarte la vida.
Princesa del río Almond,
nuevos versos,
nuevas ilusiones.
¡Otro vendrá!
Otro.
Y mis lágrimas
inundarán el Almond
con mi dolor,
su río.


13 Amada mía
Por Jorge Aliaga Cacho

Sobre tus repechos
he germinado te quieros,
entre carátulas de libros,
nido insólito,
tantas veces he repetido tu nombre:
‘amada mía’.
Entre tus pechos tersos
escuché tu canto,
y un lucero raudo
engalanó mi alma,
con tu cariño.
Sobre tus pechos protectores,
animadores de vida,
tantas veces quise
comerte hasta el nombre,
‘amada mía’.


14 Quimera Azul
Por Jorge Aliaga Cacho

Con mi amada: ¡Ay de mi!
Una vida mano en mano, soñé;
escribiendo, usándote mujer,
como verso claro,
atropellando elocuencia en mi silencio.
Alegrías fingidas,
risas sin sentido, llegaron.
Hoy soñé, amada mía, tu nombre,
sin quimeras,
¿Dónde estás?
Basta de fingirte Azalea.
No eres, ni rosa ni rosal,
sólo una culiflor
en burda soledad.


15 NATALIA
Por Jorge Aliaga Cacho

Apoyado en los balaustres,
tu cuerpo meciéndose en la hamaca, veo.
Amor fresco, fresca damisela,
repiquetean en mi alma campanas
y recuerdo tus calles,
la calle de tu casa,
tu pasito apurado
la estación de Sokol,
el mercado de tu barrio.
Ahora, que respiras Lima,
has encendido mi vida,
rescatándome de la muerte.
Tus piernas son dos péndulos de luz
y tus ojos encienden el color del guiso,
la elegancia del felino.
Triste es perder, poco a poco, la vida,
desperdiciarla en falsos amores.
Recobrarla quisiera para repartirla en pedacitos,
a los gatos, a los perros, a los periquitos,
a las rosas y margaritas.
Para ti, el cacho más grande
y devolverte, amada mía,
la fiesta que me diste.
Siete estrellas iluminan los balaustres
dónde, trémulo, mirándote a los ojos,
te dije
Lo vi en tus ojos, mujer
lo vi en tus ojos
tus labios rojos
y en tus enojos.
En el abrazo de la alborada
reconociendo
a la bien amada.
¡Ay! Lo vi en tus ojos, mujer
de la esperanza,
cultivo besos pa' la añoranza.
En ellos quedo ensortijado,
como tu pelo
tu buen amado.
¡Ay! Lo vi en tus ojos, mujer
por eso canto
sécate el llanto
que me proclamo.
Seré tu amante, mujer
risas y cantos
flores de besos, mujer
mares y campos.


17 Lady Diana del Sur
Por Jorge Aliaga Cacho

Hizose tarde la vida,
sinuosidades,
orbitan mis sentidos,
contorneada Luna.
Noche clara tus versos
sobre mi cuerpo,
sentada estás
al borde de mis caricias.
Azabache brillo de tu pelo,
henchidos de luz
tus senos son embelesos,
albura de amor
azuzando la vida.



18 Si no te molestas
Por Jorge Aliaga Cacho

Si no te molestas
te doy un beso
pero si te molestas
te abrazo,
te beso,
y te llevo al rio.



19 Aturdidos
Por Jorge Aliaga Cacho

Miraron al cielo
transtornados por el amor,
que ante ellos brindábamos.
Comprendi entonces que éramos
la tierra.
Aturdidos volvieron a subir y bajar
las cabezas,
escapaban placer terrenal
para lograr equilibrio.
Nuestras siluetas lucìan alegres
cuando, turbados ellos,
nos vieron abrazar la vida.
Apretujábate contra la luna
encendida,
placentera algarabía,
luz de media noche
estrellas infinítas.
Te acaricié el cabello y besé
tus senos,
ellos miraban la noche
cuando quedaste dormida.



20 Ágape de amor
Por Jorge Aliaga Cacho


Ágape de amor
Mariposa soñadora
Tentación en vuelo
Algarabía de las flores
Remover tu albanega quiero,
Muero.
La Aljamía allende anuncia
tu llegada cristalina,
abanicos
serpentinas
collar de perlas naturales
ofrendarte quiero, muero.
Vuelas rauda
mariposa de luz,
vélicas del Egeo
divisan el fulgor de tu cabello,
marineros del amor
quieren, mueren.
Regresa
alba, pan, vino
àgape de amor
descansa en mi corazón
que sin ti ya no vivo,
y hasta de morir, muero.