Ensayos de resistencia: Los incas

              Jorge Aliaga Cacho

LAS RAZONES DEL ASCENSO Y CAÍDA DE LOS INCAS

Por Jorge Aliaga Cacho

Para abordar esta cuestión, quisiera, en primer lugar, exponer algunas ideas básicas que creo serán útiles para seguir el tratamiento especial que doy a este tema. En primer lugar, quisiera manifestar que considero que la civilización inca es uno de los mayores logros producidos por la raza humana en la tierra. Desarrollaron una estructura de sociedad mediante la cual resolvieron el problema maltusiano. El aumento geométrico de la población tuvo su suministro de alimentos de acuerdo con la demanda. Los incas resolvieron este problema con gran rapidez y eficacia. Considero que trescientos años de gobierno inca proporcionaron más felicidad que quinientos años de mal gobierno español a la población nativa de esta parte del mundo.

Los Incas, en un principio, fueron una tribu pequeña y no muy importante. Se originaron en el valle del Cuzco y desde allí Pachacútec y su hijo Túpac Inca (1438 d.C.) iniciaron la conquista de una tribu tras otra, después de la derrota de los Chancas que era el principal obstáculo para la expansión Inca en ese momento de la historia. Antes de los Incas, otras culturas y organizaciones sociales florecieron a lo largo de la costa y la sierra de esta parte del mundo. Perú tiene una extensa tabla cronológica que se estima desde el año 20.000 a.C. hasta 1534 d.C. Los Incas cronológicamente se colocan en esta tabla en su última etapa de alrededor de 1476-1534 d.C.

Hago este punto cronológico para considerar la vida en esa parte del mundo, antes de los Incas, con el fin de establecer las relaciones entre culturas, y finalmente establecer las razones del surgimiento del Imperio Inca llamado Tahuantinsuyo, palabra quechua que significa los cuatro rincones del mundo.

Durante los años 1000 a 1476 d.C., período conocido como intermedio tardío, la costa y las tierras altas de la parte occidental de América del Sur estuvieron habitadas por varias organizaciones sociales que, como los incas, atravesaron períodos de nacimiento, crecimiento y decadencia. Con muchas de estas tribus los incas estuvieron involucrados en constantes guerras, en particular con los chimús en la costa norte y con los collas y los chancas en las montañas. Las razones de las guerras fueron diversas, pero quizás una de las más importantes fue la necesidad de más tierras agrícolas para satisfacer las demandas requeridas por el clientelismo político y la "generosidad institucionalizada" introducida por los incas para ganar lealtad y apoyo entre los plebeyos.

Cada nuevo gobernante Inca debía construir sus propias estructuras de patronazgo o “panaqa”. La panaqa estaba formada por los descendientes de un Inca por línea masculina. Estos descendientes formaban su grupo llamado “ayllu” según su linaje que tenía el deber de mantener la memoria del Inca y cuidar de su mamá.

En efecto, esta "panaqa" era un plan de pensiones estatales eterno introducido por cada gobernante inca, por lo que es obvio que la necesidad de expansión creció con la llegada de cada nuevo gobernante que veía la movilidad política como algo totalmente dependiente de la expansión militar. Sin expansión territorial, la recaudación de los nuevos tributos que se necesitaban para mantener la burocracia administrativa y los sistemas de "panaqa" del imperio habría sido imposible. Tal vez la propia "panaqa" del Sapa Inca podría haber estado en peligro.

También deberíamos contemplar la dimensión religiosa. Los incas impusieron una nueva religión estatal que dio lugar a profundos cambios culturales. Las funciones económicas, sociales, políticas y religiosas se integraron en cultos unificados en beneficio de la expansión imperial.

Los incas institucionalizaron impulsos fanáticos de conquista. La religión estatal transformó la sociedad inca, convirtiéndola en una máquina de guerra perfecta y creando una cultura militarista que dio a los incas una ventaja decisiva sobre sus vecinos. La fuerza de sus creencias religiosas, junto con sus logros socioeconómicos, condujo a aún más conquistas, mientras que los elementos de movilidad social incorporados a la estructura jerárquica aparentemente rígida de su sociedad, más el aumento del número de panaqas, significaron que una proporción cada vez mayor de la población compartía la riqueza de la conquista. Este sistema funcionó bien mientras hubo tierras y gente disponibles para la conquista, pero durante las décadas anteriores a la llegada de los españoles, el imperio entró en un período de crisis debido a la sobreexpansión militar, el desequilibrio en la jerarquía social, debido a que una plétora de panaqas de trece incas, requería el apoyo del estado y, posiblemente, experimentó agitación religiosa, cuando el Inca Huáscar intentó restringir el sistema de panaqas.

También propongo que el éxito económico de los ayllus habría sido otra razón para el surgimiento de los incas y la consiguiente expansión de su territorio. Los ayllus, eran unidades sociales, agrícolas y económicas, formadas por un grupo de parientes unidos por intereses económicos y creencias religiosas, que poseían y trabajaban colectivamente un área de tierra con base en su organización colectivista de ayllu. Estas unidades socioeconómicas llamadas ayllus también necesitaban nuevas tierras con la mejora de sus actividades económicas, y en particular la producción ganadera que necesitaba tierra para su desarrollo. El ayllu tenía dos clases de terrenos, uno destinado a la agricultura propiamente dicha, llamado 'marka', y otro reservado a la caza, llamado 'koto'.

Es interesante recordar que cuando los españoles llegaron al Perú, todos los animales posible de domesticar, ya habîan sido domesticados por los antiguos peruanos. Cada vez más tierras fueron destinadas a la exitosa actividad de la agricultura, por lo que las disputas por territorios fértiles y por el suministro de agua fueron otra buena razón para el surgimiento del imperio inca. La expansión, que comenzó en pequeña escala en los límites del valle sagrado del Cuzco, pronto dio lugar a la mayor empresa militar de la época precolombina, ganando para el imperio territorios que sumaban la mitad del tamaño de Europa. Algo bastante notable, si tenemos en cuenta que los incas no conocían el uso de la rueda.

Consideremos también la posibilidad de que el enfoque táctico, no sectario, de los incas en relación con sus pueblos sometidos, haya sido una de las razones de su rápido ascenso y desarrollo. Los incas respetaban las castas sociales de los pueblos sometidos, les permitían adorar a sus propios dioses y hablar sus propias lenguas, aunque imponían la adoración al dios Sol, como dios oficial, y al runa simi como lengua oficial de todo el imperio. Los incas dieron importancia oficial al quechua, cuyo uso fue rápidamente promovido en todo el imperio y, en consecuencia, considerado de gran importancia por cualquiera interesado en un lugar en la estructura de poder y movilidad social. Los incas en casi trescientos años, sin la ayuda de la escritura alfabética o la tecnología de los medios de comunicación, extinguieron las lenguas de otras tribus, con pocas excepciones como la lengua aymara hablada por los collas.

Los españoles, por su lado, a pesar de la prohibición que impusieron al idioma quechua no tuvieron el mismo resultado.

Hoy en día, en Perú y Bolivia, después de más quinientos años de dominación cultural y con la ayuda de la más avanzada tecnología de comunicación, las lenguas de los incas y los collas son habladas por más de treinta millones de habitantes. En 1968, el gobierno de Juan Velasco Alvarado declaró al quechua como lengua oficial del Perú además del espan̈ol. La lucha cultural continúa en la agenda de la sociedad peruana. Transformada, mezclada o tácticamente en retirada, la fuerza cultural, de las sociedades inca y preinca, aspira a un papel importante en el futuro del caótico Perú producido por la civilización occidental. La historia del Perú ha sido escrita por historiadores blancos, con ideología extranjera y de acuerdo con su propia escala de valores. Promueven el carácter del caballero español y menosprecian las cualidades de resistencia y lucha del los incas. Con excepción de Garcilaso de la Vega y algunos otros, todos los cronistas restantes eran blancos y, naturalmente, escribieron la interpretación blanca de la Conquista. Hoy, con el desarrollo de la antropología y la arqueología, creo que estamos más cerca de la inauguración de una visión histórica más equilibrada de la conquista del imperio inca.

Washington Irving, en su libro “Vida y viajes de Colón”, da ccuenta de las duras derrotas militares, que sufrieron los españoles, en sus guerras con las pequeñas y menos avanzadas tribus de las islas del Caribe. Resulta, por tanto, difícil creer que sólo 200 jinetes muy cansados, quizás muchos de ellos enfermos, después de trajinar por los Andes, hayan podido, facilmente, derrotar al ejército inca, compuesto por decenas de miles de combatientes experimentados, que conocían el terreno de las batallas..

Sin duda, el factor clave en la derrota de los incas fue la guerra civil entre los hermanos Huáscar y Atahualpa que, a pesar de la victoria de este último, no resolvió el problemade desunión que mostraba el imperio. Las ciudades de Quito y Cusco competían en ese momento, entre sí, por la supremacía de la influencia sobre la línea oficial incaica. Esta crisis, se agravó por el hecho de que Atahualpa era hijo de una princesa de Quito, y Huáscar, hijo de una princesa del Cusco.

Huascar intentó, restringir o quizás sustituir la religión estatal por otra que se ajustara mejor a la nueva situación socioeconómica y cultural del imperio. Esto implicó, quizás, el abandono del culto a las momias incas. Lo que fue motivo de gran preocupación para la sociedad profundamente religiosa de los incas. Recordemos que, incluso durante los primeros años de la conquista, los miembros de las panaqas preferían morir antes que confesar a los españoles los lugares donde estaban enterradas las momias a las que veneraban.

Al juzgar por los hechos anteriires, se puede ver claramente el escenario de una inevitable guerra civil entre los dos hermanos: Huáscar, representando un cambio en la sociedad que pretendía restringir, o quizás reemplazar la religión del Estadounidenses; y Atahualpa, representando al status quo. Huáscar contaba con el apoyo de quienes pagaban tributos; mientras que Atahualpa, contaba con el apoyo de las panaqas. Así, comenzó la guerra civil entre los incas. Esta fue fue la causa principal de la caída del imperio incaico.

A pesar de la victoria de Atahualpa sobre Huáscar, el desarrollo autóctono de este proceso se vio interrumpido por la llegada de los españoles, que trajeron consigo caballos, animal desconocido para los jncas, utilizado para la guerra. También trajeron armas novedosas y un dios propio. Los españoles, también trajeron nuevas enfermedades infecciosas que fueron transmitidas a los habitantes nativos.

El incidente final que simboliza la caída de los incas es la captura y asesinato de Atahualpa, quien se encontraba en Cajamarca, tal vez, preparándose para su coronación. En este lugar, los españoles prepararon un complot para su captura. Le invitaron a una reunión, supuestamente, para intercambiar regalos con el Atahualpa. Sin embargo, la intención de los españoles era capturar a Atahualpa.

Los incas creían que un día llegarían a su imperio unos hombres de barba blanca, enviados del dios Wiracocha. ¿Eran los espan̈oles los hombres blancos de la profecía que el Inca Huayna Capac hizo a sus nobles, según la cual: la llegada de estos hombres de barba blanca significaría el fin del imperio inca? ¿Pensaban los incas que el imperio estaba llegando a su fin? Esta idea religiosa, creo, es otro elemento que se puede añadir a las causas de la caída del imperio inca. Los incas, por sus profundas creencias religiosas, no estaban psicológicamente preparados para enfrentarse eficazmente a los españoles. En el encuentro de Cajamarca, por ejemplo, simplemente se limitaron a proteger al Inca, con con sus cuerpos, de las salvajes incursiones de las espadas españolas, y los estruendosos cañones. Los arcabuces, cuenta la historia, chisporroteaban, y los jinetes cargaban contra la multitud de escoltas desarmadas, indefensas. No murió ni un solo español. Después de tres horas de matanza indiscriminada, Atahualpa, fue capturado. La masacre inaugural había terminado.

Días después, este fue acusado de organizar una revuelta contra los españoles. Fue juzgado y condenado a morir en la hoguera. El Inca pensó que si quemaban su cuerpo, su alma no podría vivir en el otro mundo. Enntonces, a cambio de una muerte diferente, Atahualpa aceptó convertirse al cristianismo y fue atado a un poste para ser estrangulado. Murió con gran coraje. Tal vez, la muerte del Inca fue otro factor en la caída del imperio, que necesitaba urgentemente a su líder para dirigir su sistema de gobierno autocrático.

Para concluir, debo decir que hablar de la 'caída' del imperio inca es engañoso. Los incas, al igual que los romanos, los egipcios o los griegos, hicieron una gran contribución a la civilización moderna. Por lo tanto, sería injusto de nuestra parte referirnos al fin de la civilización inca como un fracaso.

Poco después de que los conquistadores se convirtieran en 'dueños' del Perú, comenzaron a luchar entre ellos, y todo terminó trágicamente. Hernando Pizarro mandó estrangular a Almagro en 1538, y su hermano Francisco fue asesinado por los soldados de Almagro en 1541. Gonzalo Pizarro, su hermano, fue decapitado por orden de Carlos V en 1548. Mientras tanto, Manco Inca, el líder inca ​​de la resistencia, mantuvo a raya a los españoles, y a sus nuevos refuerzos, durante más de treinta años. La región de Vilcabamba, en los Andes peruanos, fue el foco de esta resistencia.

Nacimiento y muerte, ascenso y caída son términos que deben emplearse en sentido relativo. Su significado nunca es absoluto. El ascenso de los incas se basó en las prácticas y conocimientos de las civilizaciones preincaicas. Hoy los pueblos andinos han heredado ese legado de valores sociales, culturales y lingüísticos. La 'caída' de los incas fue el punto de partida, que dio origen a nuevos Estados y culturas, que vienen enriqueciendo la civilización.

Bibliografía

BAILY, Samuel, El nacionalismo en América Latina - Borzoi Book, 1971.

"ENCICLOPEDIA DE CAMBRIDGE", páginas 185-215- Cambridge, 1989.

CASTRO POZO, Hildelbrando, Del Ayllu al Cooperativismo Socialista - 1st edn - Peisa, 1973.

CIEZA DE LEON, Pedro, La Crónica del Perú - 1.ª ed., Peisa, 1973.

CONRAD & DEMAREST, Religión e imperio (Materiales para entregar en el curso)

DOIG, Federico Kaufmann, Manual de Arqueología Peruana - 1.ª edn.- Peisa, 1969.

FLORES GALINDO, Alberto, Aristocracia y Plebe - Mosca Azul, 1984.

GIL, Federico, Relaciones América Latina-Estados Unidos- Harcourt, Brace, Jovanovich, 1971.

GILBERT, Alan, América Latina 1a ed.- Routledge, 1990.

HIRST, Monica, Continuidad y Cambio en las Relaciones America Latina - Estados Unidos, Grupo Editor Latinoamericano, 1987.

"LA HISTORIA HOY", Vol.40, Diciembre 1990, Páginas 9-10.

IRVING, Washington, Vida y viajes de Colón - Biblioteca de Herbert Strang.

MARIATEGUI, Jose Carlos, Siete Ensayos de la Interpretacion de la Realidad Peruana - 39th edn. Amauta.

MOLINEU, Harold, La política de Estados Unidos hacia América Latina - Westview Press, 1986.

SAHUARAURA, Titu, Estado del Perú - Domingo Miranda, 1944.

SKIDMORE & SMITH, América Latina moderna.

STEPHENS, Richard, Riqueza y poder en el Perú Scarecrow Press, 1971.

TATE, Nicholas, Pizarro y los Incas - 2da. ed.- 1985.

VALCARCEL, Daniel, La Rebelión de Túpac Amaru - Fondo de Cultura Económica, 1947.

VALCARCEL, Luis E., Macchu Picchu - 5ª ed. Editorial Universidad de Buenos Aires, 1973.

VITALE, Luis, Los Precursores de la Liberacion Nacional y Social en America Latina - Ediciones al Frente.