A Cochabamba partieron las voces,
la poesía y las palabras.
En Cochabamba hirvió la tetera,
hubieron abrazos y promesas.
La mesa estaba servida.
La sencillez se vistió de gala,
y entonces,
como ángeles en las sombras
emergieron Jaime y Marcela.
Cochabamba era el abrigo
de la luz, de la vida y de las almas.
Jaime Flores y Marcela Corbalán,
fueron los ángeles forjadores
del V Congreso de Poetas y Escritores de Latinoamérica,
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