Jorge Aliaga Cacho en Rusia |
Por Jorge Aliaga Cacho
Una investigación realizada por Victoria Yurievna Popova, nos elucida sobre los vínculos que tuviera César Vallejo con la Rusia soviética. La investigadora trata sobre los libros de Vallejo, y sus viajes a la Unión Soviética, en los años: 1928, 1929 y 1931. Popova sostiene que estos viajes fueron significativos para su visión del mundo y, sugiere, que las memorias de Georgette Vallejo, viuda del poeta, nos permiten trazar la cronología de su vida y obra. Las cartas de Cesar Vallejo a F.V. Kelyin, depositadas en el Archivo Estatal Ruso de Literatura y Arte, asevera Popova, ayudan a reconstruir los planes creativos de Vallejo entre los años 1933 - 1935.
Vallejo, tenía las intenciones de regresar a la Unión Soviética y quedarse allí por un largo tiempo. Quería representar sus obras de teatro: " Lockout" y " Presidents of America", en escenarios soviéticos. Y anhelaba participar en el Festival de Teatro de Moscú.
La investigadora complementa este estudio con la publicación de los fragmentos del libro: “Rusia ante el Segundo Plan Quinquenal”, y el prólogo de Georgette de Vallejo a su primera edición.
Cesar Vallejo, (1892-1938), impactó significativamente en la poesía latinoamericana y europea. A sus obras se dedica una gran cantidad de artículos, en revistas y publicaciones especializadas. También se han realizado varios estudios biográficos sobre Vallejo. Popova resalta que: 'Vallejo, desde muy joven, estuvo familiarizado con dificultades económicas: 'tuvo que interrumpir sus estudios, apenas iniciados en 1910, en la Facultad de Filología de la Universidad Nacional de Trujillo, para regresar a su natal Santiago de Chuco, y ganarse la vida en las minas de Quiruvilca. Luego consigue un trabajo, como empleado, en una plantación de azúcar, en Chicama.
En 1913 logró regresar a la universidad, y casi de inmediato comenzó a publicar, y participar en la vida literaria de Trujillo, (junto a Antenor Orrego, José Eulogio Garrido y Víctor Raúl Haya de la Torre, el futuro fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana- APRA).
A pesar de que la línea política de Vallejo se formó en Europa, sostiene Popova, las bases de su cosmovisión se sentaron durante su permanencia en el Perú'.
La estudiosa afirma que: 'el atraso económico de muchos países latinoamericanos contribuyó al surgimiento de sentimientos y tendencias revolucionarias en la sociedad, especialmente entre la intelectualidad creativa'.
'En diciembre de 1917, César Vallejo se trasladó a Lima, donde permaneció hasta 1923 (con excepción de una condena de tres meses de prisión, en Trujillo, a finales de 1920 - principios de 1921). Luego se acercaría al escritor y poeta Abraham Valdelomar y al publicista, y figura pública, José Carlos Mariátegui'
En 1922, Vallejo publicó Trilce y comenzó a colaborar en el diario ''El Norte'' (Trujillo). Al año siguiente, en junio de 1923, Vallejo decidió marcharse a París. Allí, el poeta, viviría hasta el día de su muerte. Popova, considera que Vallejo no encontró el sentido de su existencia en el Perú y que tampoco lo encontró en Francia.
Durante los primeros años de su vida en París, Vallejo publicó principalmente en la revista peruana "Mundial", y el diario "El Norte". Conoció a Pablo Abril de Vivero, poeta y periodista peruano, con quien más tarde entablaría una gran amistad.
Vallejo, como se dijo antes, visitó la URSS tres veces: en 1928, 1929 y 1931. Los resultados de sus viajes quedaron plasmados en diarios de viaje, informes y cartas; principalmente en dos libros sobre la URSS: "Rusia, 1931. Reflexiones en las murallas del Kremlin" y "Rusia antes del segundo plan quinquenal", una colección de ensayos "Arte y revolución", la novela "Tungsteno": escrita en el espíritu del realismo socialista; la obra de teatro “Un río fluye entre dos orillas” (originalmente llamada “Moscú contra Moscú”), etc.
Desde 1927, Vallejo comenzó a involucrarse en el marxismo, y en octubre de 1928 visitó, por primera vez, la Unión Soviética, él depositó grandes esperanzas en este viaje. En carta fechada el 19 de octubre de 1928, comunica, a Pablo Abril de Vivero, su deseo de encontrarse en Rusia:
Hoy me voy a Moscú. [...] ya les he hablado tantas veces de este viaje. [...] Ahora que estoy mejorando, nuevamente, quizás más que nunca, siento que las dudas sobre mi futuro me abruman. Y es impulsado por el deseo de resolverlos que emprendo este viaje. Me doy cuenta de que mi lugar en la vida no es ni aquí ni allá, y todavía no he encontrado mi camino. Eso es lo que quiero encontrar. Tal vez lo encuentre en Rusia porque, en la parte del mundo donde vivo ahora, el curso de las cosas está determinado por resortes, que recuerdan tanto a los pernos americanos oxidados. En París, nunca haré nada. Quizás Moscú me proteja mejor del futuro.
Desde Rusia, te escribiré constantemente. No sé si puedo quedarme allí de forma permanente, lo cual sería ideal. Y si vuelvo, aún no sé cuándo. Lo único que me asusta es el terrible frío que hay en Rusia.
Vallejo envió, a Abril de Vivero, una entusiasta postal desde Moscú (fechada el 28 de octubre):
Vine, vi, pero no todo todavía. ¡Un país grandioso, esta Rusia! ¡Lenin es un genio! ¡El mejor!
'Sin embargo, a pesar de las maravillosas impresiones, ya en noviembre Vallejo regresa a París. No pudo permanecer en Rusia por las dificultades para aprender el idioma ruso, sobre el cual también escribió a Abril de Vivero. Al mismo tiempo, Vallejo pretendía cooperar con las publicaciones soviéticas, e incluso recibir una remuneración. Por ese entonces, Vallejo se considera marxista “por experiencia viva, y no por ideas estudiadas” y, al enterarse, en octubre de 1928, de la fundación del Partido Socialista, por Mariátegui, en el Perú; Vallejo, junto a sus cuatro compañeros, elabora un documento sobre la creación de una célula, de ese partido, en París. Así, Vallejo anunció abiertamente su ruptura con los apristas y, en el mismo período, comenzó una correspondencia con la Sociedad de Relaciones Culturales con Países Extranjeros de toda la Unión (VOKS), dando lecciones de marxismo.
A partir de abril de 1929, la revista "Mundial" y el diario "El Comercio" del Perú, comenzaron a publicar los primeros reportajes de Vallejo sobre Rusia. En septiembre del mismo año viaja nuevamente a la URSS acompañado de su amada Georgette Philippar. El viaje incluyó la visita de varias ciudades, no solo soviéticas. Así, por ejemplo, hacen paradas en Colonia, Viena, Budapest, Praga, Varsovia, Roma, etc. En Rusia visitó Leningrado y Moscú. En la capital rusa, estuvo acompañado por el secretario de la VOKS, el crítico literario y traductor soviético, B.A. Pesis. Durante este viaje, Vallejo se entrevistó con Mayakovsky.
Popova infiere que si existió, al comienzo, cierta fricción entre ambos poetas; estas se desvanecerían con el tiempo y, los dos grandes de la poesía universal, caminarían juntos por el mismo trecho. Georgette Vallejo, que se encontraba presente durante la conversación de estos dos gigantes, decdió marcharse y dejarlos solos, posiblemente acompañados por algún traductor.
En 1930, en Madrid, la nueva revista Bolívar, de Pablo Abril de Vivero, también comenzó a publicar las notas de Vallejo sobre Rusia. Se publicarían un total de diez notas. Vallejo participaba frecuentemente en manifestaciones politicas y por ello fue conducido, regularmente, a las comisarías de París. También asistía a mítines 'ilegales' en varios puntos de la ciudad, y organizaba reuniones en su casa con personas de tendencia comunista. En diciembre de 1930, Vallejo fue expulsado de Francia.
Los lazos literarios de Vallejo con la Rusia soviética, en la opinión de Popova, 'son un ejemplo único de la cooperación de un poeta latinoamericano con las instituciones literarias de la URSS, a finales de la década de 1920, -primera mitad de la década de 1930 -, la etapa de surgimiento y consolidación de vínculos, con escritores de izquierda, en España y América Latina'.
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