Jorge Aliaga Cacho |
'Cuando morimos ese cuerpo material compuesto de los cinco elementos -tierra, agua, fuego, aire y éter- se descompone, y sus componentes retornan a su origen. O según lo expresa la Biblia: ''Eres polvo y al polvo retornarás''. En algunos pueblos el cuerpo es incinerado, en otros es enterrado y aun en otros es arrojado a los animales. En la India, los hindúes incineran el cuerpo, convirtiéndolo en ceniza. Los cristianos sepultan el cuerpo; éste, después de algún tiempo, finalmente se convierte en polvo, que también, al igual que la ceniza, es una variedad de ala tierra. Hay otras sociedades - a comunidad parsi de la India, por ejemplo- que no incineran ni sepultan el cuerpo, sino que lo arrojan a los buitres; éstos acuden a comerlo, de modo que finalmente es transformado en excremento. Así pues, en todos los casos, este querido cuerpo del cual cuidamos tanto, se transformará finalmente en excremento, ceniza, polvo. E n la muerte, los elementos mpas refinados (la mente, la inteligencia y el falso yo) transportan a la pequeña partícula que es el alma individual, a otro cuerpo, para que sufra o goce según sus obras.''
Basado en las enseñanzas de su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta
No hay comentarios:
Publicar un comentario