Jorge Aliaga Cacho en Granada |
Por Jorge Aliaga Cacho.
Rusia es una potencia nuclear mundial que supera a Ucrania en número de soldados y poderío bélico. Después del colapso de la Unión Sovética, Rusia había destinado escasos recursos a su maquinaria bélica pero desde el 2008 empezó la modernización de sus fuerzas armadas, este hecho hizo que el país elevara su capacidad militar. Esto Así lo afirma el Balance Militar 2022 del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos IISSS. Esta realidad nos hace pensar en las perjudiciales declaraciones infantiles del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien cree que la guerra es un juego de payasitos. Y efectivamente ha caído en el juego diabólico expansionista de la OTAN. Hace un mes, por ejemplo, afirmaba que las luchas de sus tropas en Severodonetsk revertirían el avance de las fuerzas rusas y pro rusas. Con ese motivo pedía armamento pesado a diestra y siniestra: este presidente debe de estar en algo alucinógeno pues nada de lo que señala se cumple, es más, la tropas rusas siguen su lento pero seguro avance hacía sus objetivos iniciales de liberar a las poblaciones del Donbás, región fronteriza con Rusia que comprende las provincias de Donetsk y Lugansk. Para comprender mejor el problema debemos saber que esta región siempre ha vivido en conflicto, por ejemplo, en 1648, cuando habitaban esa región los cosacos de Zaporiyia (ucranianos) y los cosacos del Don (rusos), los cosacos de Zaporiyia lograron la primera independencia aunque la nacionalidad ucraniana aún se encontraba en formación. Sin embargo, en 1654, reconociendo que no tenían la suficiente infraestructura para constituirse en un Estado, y por miedo a una posible reocupación por parte de los polacos, se integraron a Rusia con el Tratado de Pereyaslav. Este último les brindaba suficiente autonomía. Es por ello que cuando me refiero a los rusos y ucranianos me refiero a ellos como pueblos hermanos que juntos han compartido una historia desde el siglo XVII. El Tratado de Pereyaslav, a su vez, dio origen a la rusificación que ha devenido en el crecimiento significativo de una población rusoparlante en la región. El año 2014 estas provincias decidieron separarse de Ucrania y de esa forma nace la República Popular de Donetsk y la de Lugansk. Después de ocho años de abusos y matanzas, perpetrados por Kiev en el Donbás, los rusos decidieron reconocer a estos territorios antes de comenzar la guerra en Ucrania. Los rusos, en cuatro meses de combates, ya están a punto de culminar el corredor terrestre entre el Donbás y la península de Crimea. Esta victoria hace que Rusia ahora goce de salidas marítimas por el mar de Azov y el Mar Negro. Todo lo demás y, en particular, la irrealidad mostrada por payasito Zelenski, es solamente un juego que Zelenski le hace al imperialismo que trata de provocar la III Guerra Mundial. Este posible conflicto mayor sería nefasto para todos los pueblos del mundo que aman la paz. Esta no es una guerra entre Rusia y Ucrania. Los ingenuos deben saber que esta es una guerra entre la OTAN y Rusia. Además también deben saber que estamos muy cerca de alcanzar una conflagración mundial. Debemos considerar que, después del colapso de la Unión Soviética, Ucrania renunció al uso de armamento nuclear con el Acuerdo de Budapest firmado el año de 1990. El acuerdo fue firmado por Ucrania, Rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos.
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