En El gaucho Martín Fierro —«La ida»—, un gaucho trabajador de las pampas bonaerenses, que vive con su mujer y dos hijos, es reclutado forzosamente para servir en un fortín e integrar las milicias que luchaban defendiendo la frontera argentina contra los indígenas, dejando desamparada a su familia, Durante años sufre penurias en los fortines —malas condiciones, hambre, frío, trato abusivo de sus superiores, los castigos estacados, el no recibir su sueldo— hasta que decide escapar después de tres años y desertar del servicio. Al volver, su rancho se encuentra abandonado convertido en una tapera y se entera que su mujer había muerto y sus hijos se han separado ante la necesidad imperiosa de sobrevivir. Esta desdichada realidad hace que Martín Fierro frecuente las pulperías, se embriague, se convierta en un gaucho matrero. En una oportunidad se burla de la mujer de un moreno quienes estaban por ingresar a un baile y lo mata, y luego comete un asesinato más: el de un gaucho "protegido" por los funcionarios. Estas muertes que acarreará para siempre en su memoria lo llevan a convertirse en gaucho perseguido por la policía. Una noche, se enfrenta contra una partida de policías, pero se defiende con tal valentía que uno de la partida, el sargento Cruz, se une a él en medio del combate pues no iba a consentir que se matara a un valiente. Finalmente ambos, sabiéndose perseguidos, huyen y se encaminan hacia el desierto para vivir entre los indios, esperando encontrar allí una vida mejor. Así, concluyendo que es mejor vivir con los salvajes que con lo que la 'civilización' les deparaba, termina la primera parte.
Fuente: Wikipedia.
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