Con la escritora y educadora, Gladys Tapia |
Por Jorge Aliaga Cacho
Hoy se celebra el aniversario de una de las ciudades más pintorescas del norte argentino, me refiero a Jujuy, ciudad que la vida me ha llevado a visitar en dos oportunidades y espero que exista una tercera y ojalá no sea la última. Es que en Jujuy hice grandes amigos con los integrantes de "Jujeños Autores" y, gracias a ellos, mi novela, "Secreto de desamor", fue difundida entre los estudiantes Jujeños del Centro Polivalente de Arte “Prof. Luis Alberto Martínez”. Jujeños Autores, también me invitó a dar conferencias sobre el escritor peruano José María Arguedas, una en el profesorado de Jujuy, y otra en el profesorado de Ledesma. El año anterior, el 2016, tuve la oportunidad, gracias también a Jujeños Autores, de hacer lo propio en el Centro Cultural "Héctor Tizón", de la ciudad conocida como la "Tacita de Plata", por encontrarse en un valle rodeado de cerros verdes regados por los ríos Xibi-Xibi y el Grande. En Ledesma, tierra de la gran escritora y maestra, Gladys Tapia, tuve la oportunidad de conocer al exquisito poeta Francisco Romano Peréz con quien intercambiamos algunas ideas y compartimos una taza de té en el calor de su hogar, en la sofocante y laboriosa región argentina que contiene a uno de los complejos industriales más grandes del mundo, 'El Complejo Industrial Ledesma'. Los afectos recibidos en Jujuy son y serán para recordarlos cada año. ¡Cómo olvidar su bella geografía! que me hace recordar también a los versos de Romano Pérez: "En Frida todo se desborda y se quiebra. Todo se duele en la curvatura de su cuerpo". Su capital es San Salvador de Jujuy, ubicada en el extremo noroeste del país, no muy extensa en territorio pero extensa en corazón. Su toponimia, según William Henry Hudson, (1841-1922), dice: «El kakuy es un ave que frecuenta los bosques (...) Kakuy era el antiguo nombre de ese territorio, que los primeros exploradores deletrearon por error 'Jujuy', nombre corrupto que por fin le había quedado».
El 19 de abril de 1593, en el lugar donde se encuentra hoy la plaza Belgrano, se funda la ciudad de San Salvador. Por tal motivo hoy celebramos con los amigos jujeños y gritamos henchidos de emoción ¡Viva Jujuy! ¡Jujuycito de mi alma!.
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