Es un magnífico libro del ingeniero civil y escritor guatemalteco Vicente Antonio Vásquez Bonilla. Hace pocos días en Tarija tuve el privilegio de conocer personalmente a este estupendo narrador que ya conocía por sus escritos amenos, singulares y únicos, llenos de chispa, humor y una deliciosa ironía.
La Verdá os hará libres es un compendio de historias deliciosas que nos muestran el gran conocimiento que tiene nuestro querido Chente de los escritos bíblicos y del alma humana que nos presenta matizados con bromas y picardías sexuales que los hacen diferentes y especiales.
En estas narraciones la ironía asume cierto sabor de sátira. Sin floreos retóricos la prosa del escritor guatemalteco es agradable y clara. Su mérito es exponer sus ideas cubiertas con un manto diáfano, a través del cual vemos chispear la gracia y la picardía.
El libro consta de tres partes, en la primera de ellas nos encontramos con nueve cuentos, uno mejor que el otro, que nos hace no querer despegarnos de tan agradable lectura. El primero de ellos nos enseña la Verdá acerca de Adán, Eva y Lilith y nos enseña porqué a la actual telenovela se le llama culebrón. La siguiente narración nos cuenta la Verdá de la historia de Ruth de cuyo tronco desciende el Rey Salomón que aparece en el tercer relato descrito por una de sus setecientas esposas. De la misma forma, la cuarta historia nos señala a la Rosa de Sarón, como el autor expresa, flor de un día, entre sesenta reinas y ochenta concubinas. Dicen que no hay quinto malo y en ese lugar encontramos la Verdá de Judith, la joven judía que le cortó la cabeza a Holofermes. Y por fin encontramos a un varón como protagonista en el octavo cuento, siendo nada más y nada menos que el desprestigiado Judas Iscariote; no se puede dejar de leer tan interesante Verdá. Siguen apareciendo los amigos del sexo masculino con una historia que señala la vejez del Rey David. Continúa el libro con una emotiva Verdá de la pecadora apedreada por una multitud de machos varones en tiempo de Jesús. Finalizando con la Verdá de Job.
En la segunda parte, igual de amena, encontramos la Verdá en veintidós cuentos que el autor denomina Misceláneas Lúdicas, allí aparecen desde vampiros adictos a la sangre de prepucios ligados con vino, hasta el encuentro de dos tuertos llenos de amor, pasando por instructivos para ponerle el cascabel al gato y rascarse el corazón y aprendes que si pica, hay que rascarse. Igualmente conoceremos la Verdá de un cura que murió sin herederos y de unos siameses que amaron hasta la muerte. Hasta anagramas aparecen en la historia de Miriam Mairim, ¿ó serán palíndromos? Historias santas también leemos, como la de La Chapetona y la Legión de Diablos. Aparece la Verdá de cómo una cebra se convirtió en tablero de ajedrez y la Verdá de las cebras policías.
Finalmente en la tercera parte el autor nos deleita con una serie de mini cuentos que titula La Destilería, Gota a Gota. Y como son mini, se leen rápido, pero dejan un gran frescor y una gran lección en cada uno de ellos. Me encantó conocer la Verdá de cómo el amor abandonó el mundo, la Verdá acerca del cuerno del Unicornio, mi amado animal y ni qué hablar de la Verdá del eclipse y de cómo llegar a la tan ansiada Paz llegando a la Verdá final en las palabras de Chente: Este texto tiene la virtud de que comienza a vivir en el momento que inicias su lectura y muere cuando terminas de leerlo.
Recomiendo ampliamente la lectura de este singular y extraordinario libro que como señala su título: Conocer la Verdá os hará libres y yo añadiría, nos enseñará que a pesar de las vicisitudes, la vida vale la pena vivirla rodeados de alegría.
Gracias amigo por enseñarme tanta Verdá y por permitirme pasear en el dulce encanto de tus letras que aplaudo fervorosamente.
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