Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
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25 de agosto de 2013

Reflexiones sobre los premios de literatura

Jorge Aliaga en París













Por Jorge Aliaga Cacho

El Nobel de Literatura es considerado el premio más importante de las letras. Este lo concede anualmente la Academia de Estocolmo en una grandiosa ceremonia. El ganador del Nobel, además de recibir un premio pecuniario se hace acreedor a un diploma y su respectiva medalla de oro. La primera edición del Nobel fue conferida al francés Sully Prudhomme en el año 1901. El año 1902 esta distinción recayó en el alemán Theodor Mommsen. En el, 2012, lo obtuvo el escritor chino Guan Moye, conocido con el seudónimo de Mo Yan, que en el idioma chino quiere decir: "no hables". Mo Yan reconoce tener la influencia de escritores occidentales tales como: García Márquez, Tolstoi y Faulkner. El 2010 el premio fue adjudicado al escritor, peruano, Mario Vargas Llosa.
Además del "Premio Nobel" existe una variedad de premios de mediana y menor significancia. entre los cuales podemos mencionar al "Premio Cervantes", "Alfaguara", "Rómulo Gallegos", "Planeta", "Biblioteca Breve", "Casa de Las Américas", entre otros. En este punto, quiero introducir la premisa siguiente: "el hacerse adjudicatario a uno de estos laureles no concede evidencia acerca de la calidad de la obra o del skill del author". Este raciocinio es corroborado por una encuesta llevada a cabo, el año 2009, por el periódico británico "The Guardian", uno de los diarios de mayor prestigio en el país de la reina Elizabeth. Pues bien, la encuesta formuló la siguiente pregunta a 892 blogueros. ¿En su opinión cuál es el peor libro publicado en los últimos diez años? La respuesta no pudo ser más clara pues ella encontró que los encuestados elegían, como a los peores libros, a los ganadores más valorados del prestigioso premio Booker, que es el premio más importante del Reino Unido.

Sergio Parra, Editor de "Papel en Blanco", sostiene que: 'los premios casí nunca significan algo'. Pues piensa que los premios solamente constituyen un sistema de promoción, pues, por medio de este sistema se 'empuja' al público lector a comprar un libro 'galardonado'. Casí siempre es un juego que consiste en hacerse creer merecedores de los premios pero lo cierto es que los premios no califican objetivamente la compleja trayectoria de un determinado autor. La verdad es que no es difícil darse cuenta que escritores de gran valía, excelsa calidad, han sido distanciados de los reconocimientos de estos premios. También la realidad acusa que la gran mayoría de escritores no participa en estos concursos que, aunque tengan honestos jurados, no representan el espíritu literario. La mayoría de escritores no se deja 'seducir' por premios de esta naturaleza. Recordemos que a comienzos del siglo veinte era común realizar reuniones de lectura en casas y hasta en el campo. En Escocia, como en toda Europa, fueron populares los cafes literarios, lo era también en Berlin y otras ciudades de Europa. Mariátegui y los colónidas lo practicaron en el Perú. Era pues una audiencia lectora que nos permitía un juicio sobre la calidad estetica de las obras. Debemos pues conservar el ritmo de la vida y dar una apreciación critica a la actituid de algunos obnubilados escritores que perfilan sus obras para la fecha de cierre de algún concurso literario como si, finalizar una obra estética, fuera lo mismo que terminar una carrera de caballos.

Esto no quiere decir que desconozca los méritos que pueda tener uno u otro concursante. Tampoco quiere decir que desconozca la capacidad y honestidad de muchos miembros del jurado. Lo que propongo es algo distinto: 'que no perdamos la brújula y veamos la realidad de las cosas'. Deberíamos considerar otras formas de incentivo para el escritor, para dotarlo de mejores condiciones de vida y para otorgarle mejores condiciones para el desarrollo de su labor artística. En ese sentido tanto escritores, casas editoras, distribuídoras de libros, agencias del gobierno, etc, deberían hacer causa común para conseguir la promulgación de una Ley del Escritor que garantice la dignidad de los hombres de letras en nuestra patria.

Les hago recordar los nombres de algunos escritores que debieron merecer el Premio Nobel y que no lo obtuvieron: Jorge Luis Borges, Vladimir Nabokow, Graham Greene, Julio Cortazar, Lev Tolstoi, James Joyce, Arthur Miller, Marcel Proust, Mark Twain, Vladimir Maiakowski. La lista es larga. Sin embargo, lo cierto es que muchas veces a los ganadores de los premios nadie los recuerda, pero los hombres de letras, como los antes mencionados, viven siempre en la sangre de los pueblos, son la vena misma por donde corre la belleza estética que los pueblos leen, disfrutan y estudian generación tras generación. Para no extenderme,  quisiera llamar la atención de todos los creadores de arte para que vean el meollo del asunto. Lo cierto, es que hay grandes monopolios de la industria del libro que sacan provecho de este estado de cosas. En esta situación sacan ventaja de su poder y aplastan a los pequeños esfuerzos editoriales nacionales. Los escritores y editoriales, medianas y pequeñas, debieran unirse para crear una gran cadena de distribución que termine con la mafia, como también la hay en el cine, con el control de la distribución y monopolio de los espacios culturales.

Para concluir, quisiera proponer que existe una cultura dominante que nos vende valores e ideas que nos neutralizan, convirtiéndonos en entes pasivos, sin propuesta. Los bloques de poder mantienen el control en todas las esferas de la sociedad. El problema que embarga mi reflexión es ver como los grandes monopolios, de la industria del libro, no permiten que los escritores ocupen espacios en sus millonarias cadenas de distribución y campañas publicitarias. Recienemente, he visitado librerías en Moscú. Ellas al igual que las de Londres o Berlín, Lima o Buenos Aires, parece que solo tuvieran espacio para exhibir en sus bookshelves, volúmenes de Paolo Cohelo, Isabel Allende o J.K.Rowling. Me pregunto si no habrá el deseo de presentar libros de muchos más autores de valor, como los que tenemos en nuestro medio literario. Y para referirme solo a algunos: Juan Rivera Saavedra, Federico García, Carlos Rengifo, Leoncio Bueno, Luis Yañez, Blanca Varela, Sócrates Zuzunaga, Marco Martos, Ricardo Falla, Julia del Prado, Rosina Valcarcel, José Luís Ayala, Sonia Luz Carrillo, Winston Orrillo, Addhemar.Sierralta, Arturo Corcuera, Jack Flores, Marco Cárdenas, Mario Aragón, Jorge Luis Roncal, Mara Lucy García, Enrique Gonzalez, Hector Ñaupari, Verónica Morante Rossel, Julia del Prado, Vargas Nalvarte, Rolando Luis Ramos Aguirre, Nora Alarcón, Lucy Martínez, Julio Solórzano Murga, Diana Benites Meneses, Zelideth Chávez, Oswaldo Reynoso, José Donayre Hoefken, Harold Alva, Willy del Pozo, Julio Benavides, Róger Édgard Antón Fabián, Jorge Tume, José Wilfredo Temoche, Ernesto Oré Valenzuela, Gutenberg Aliaga, Gloria Dávila, Raúl Gálvez Cuéllar, José Pablo Quevedo, Augusto Higa, Rodolfo Moreno, Henry Quintanilla, Alberto Hinostroza, Carlos Calderón Fajardo, Miguel Ángel Vallejo, Enrique Gonzáles, Antonio Sulca Effio, Enrique Quiroz Castro, Micky Bolaños, Armando Arteaga, Julio Yovera, Danilo Sánchez Lihón, Luis Flores Prado, Jackeline Barriga Nava, Pancho Cabral, Alfred Asis, Miguel Ruiz Effio, Antonio Sulca Effio, Nora Patricia Rojas, Huaman Poma II, Hernán Anaya Arce, José Beltrán Peña, Maynor Alberto Freyre Bustamante, Miguel Ildefonso, Pedro Lopez Ganvini, Helmut Jeri Pabón, Alfredo Pita, César Best, Jorge Rendón Vásquez, Alberto Caraballo, Miguel Garnett, Pimpo Abad, Héctor Rosas, Oscar Mellado Torres, René De la Barra Saralegui, Mario Aragón Urquiza, Tania Temoche, Antonio Silva, Diego Vicuña Villar, José La Chira Acevedo, Patricia del Valle, Germán Rodas, Oscar Castillo Banda, José Luís Grados, Malu Otero, Javier Alejandro Arnao Pastor, Ray Newton, Reinaldo Naranjo, Araceli Otamendi, Orlando Ordoñez, Paola Quiroz, Segundo Chávez, Johnny Barbieri, Gustavo Armijos, Gotardo Cervantes, Arturo Bolívar Barreto, Manuel Mosquera, Juan Benavente, Jesús Cabel, Paul Guillen, Doreli Rivas, Santiago Risso, Mario Aragón Urquiza, Jose Luis Grados, Javier Bernal, Santos Burgos Avila, Fernando Cuya,Victor Liza Jaramillo, Ricardo Vírhuez, Vicente Antonio Vásquez Bonilla, María Palitachi, Daniel Baruc, Luciano Ackeman, Héctor Cacho, Manuel Luque, Enver Bonzano Gastelú, Daniel Yupanqui, Julio Benavides Parra, Rene Aguilera Fierro, Miriam Carpio, Carlos German Belli, Julio Carmona, Gloria Mendoza, Luis Aguilera González, Héctor Hernán Herrera Vega, Edmanuel Ferreira Mondaca, Roberto Salinas Morán, Gladys Tapia, Soledad Cruz, Javier Amado del Pozo, José Lissidini Sánchez, Milagros Jamis. Victor Vimos, Parix Cruzado, Angel Benavides, Aaron Rueda, Manuel Pedro Navarro Vásquez, Saul Donayre, Gloria Cáceres, Agmari Ferer, Meryan Bendayan, Indran Amindrayanan, Michael Jiménez, Santos Alvarez, Julio Solis. La lista es larga. Aquí faltan muchísimos nombres. Hoy, hagamos propicia la oportunidad para proponernos, al margen de cualquier militancia política, la unidad de todos los escritores para conseguir la tan ansiada LEY DEL ESCRITOR, en el Perú, y en todos los paìses de Nuestra América.

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