Tsvetnoy Boulevardd
Por Jorge Aliaga Cacho |
Regresaste a
su playa
para pagar
la cuenta,
marco de
angustia,
tus pupilas,
tus ojos.
Supiste
dominar el ocaso
con tu
estampa.
Retrocediste
el tiempo
para arrullarte
en sus ojos
y el tiempo
no pudo borrarlo
de tu
recuerdo.
Lo abrazas y
llorar no puedes,
hasta llanto
falta cuando el tiempo
nos quita
todo.
De tu vida
le entregaste la última llama
como pidiendo
perdón,
llorando,
llorando, sin lágrimas
como una
loca, llorando.