Por Jorge Aliaga Cacho
Los meses de diciembre y febrero, el pueblo ruso demandó garantías
para la realización de elecciones transparentes. Sin embargo, la subsecuente victoria
electoral de Putin ha originado protestas, en Rusia, que señalan el desacuerdo
del electorado con el resultado del cómputo. Una de las manifestaciones, de
acuerdo con la prensa británica, reunió a veinte mil manifestantes en la Plaza
Roja de Moscú. Al llegar a Rusia averigüé acerca de este suceso. Cuál sería mi sorpresa al escuchar a mi interlocutor
decirme que a la Plaza Roja acudieron no veinte mil, sino cien mil
manifestantes anti.Putin.
En la actualidad se vienen sumando otro tipo de
manifestantes. Ya no solo los que exigen
elecciones transparentes sino quienes demandan mejores salarios, mejores
condiciones de trabajo y reconocimiento a los sindicatos independientes por
parte de los empleadores.
A mediados de marzo los trabajadores en una fábrica de
Saratov acordaron ir a la huelga. Luego
se sumaron los trabajadores en la perforación de pozos petroleros en
Bashkortostan, su demanda era la anulación de los recortes de salarios. A continuación una importante huelga
iniciaron los trabajadores de Benteler, una planta automotriz en Kaluga, bajo
la conducción del Sindicato Inter Regional de Trabajadores en la Rama
Automotriz o MPRA. Para el sindicalismo
ruso el MPRA es sinónimo de fuerza y efectiva organización que es capaz de
hacer oír y resolver sus demandas. Las
autoridades rusas han ejercido tácticas de presión citando a su líder, Dimitry
Kozhnev, a un interrogatorio y dispusieron a la policía de asalto en las
fábricas. El gobernador de la región
Anatoly Artamonov también se convirtió en protagonista de esta disputa.
Los sindicatos controlados por el Estado, que fueron muy
activos durante la campaña electoral, dando su apoyo a Putin, movilizando
miembros, organizando transporte y alimentos para atender a los mítines, hoy,
al revés, se encuentran mudos. Existen
informes que afirman que el sindicato pro Kremlin FEDERACIÓN INDEPENDIENTE DE
SINDICATOS DE RUSIA nunca hizo esfuerzo por establecer un sindicato formal en
la fábrica automotriz y que cada vez que ocurría una disputa de los
trabajadores los representantes de este sindicato, asustaban y persuadían a los
trabajadores a que volvieran a sus puestos de trabajo.
Esta es la Rusia que ha escogido el camino neo liberal y que
el pueblo ruso empieza a rechazar. Los
precios de los alimentos están por las nubes.
Un pan baguette pequeño, para un sándwich, el equivalente a un dólar
americano. Un billete de metro un dólar
americano. Un almuerzo en un restaurante
medio, digamos como en una pollería en Lima, 30 dólares.
Un taxi de diez cuadras de recorrido, 15 dólares, la entrada a los
servicios higiénicos 20 rublos, el dólar es equivalente a 29 rublos. Una entrada
al cine 15 dólares. Y si por ‘error’ se le ocurre miccionar en el 'servicio
higiénico histórico’, que dígase de paso es una maravilla, le costará tres
dólares y un poco más. Si comparamos
estos precios con los sueldos y salarios podemos ver la magnitud del
problema. Me he informado que la mayoría
de pensionistas gozan de un haber mensual promedio de 300 dólares. Solo un número insignificante, los
sobrevivientes de la II Guerra Mundial, gozan de un haber de 1000 dólares mensuales. No existe un salario mínimo en Rusia. Hay una mayoría de trabajadores que gana muy
poco pero hay un sector que gana mucho. Mucha gente tiene dos empleos, o
también trabajan como taxistas para complementar sus sueldos. En Rusia se pueden apreciar a mendigos y
prostitución libre en las calles. En los restaurantes se encuentra al tipo de
gente que puede consumir mucho. He visto
carros de lujo, en exhibición-venta, para ser adquiridos por los capitalistas
rusos. Los pasajeros de los trenes rusos, a diferencia de Bretaña, Alemania,
Francia o España, no tienen, o perdieron, el hábito de la lectura. Sus rostros
denotan descontento. Muchos opinan que
se vivió mejor en la época de Brezhnev. Dicen que no hubo mucho pero todos tenían
ayuda del Estado. Recordemos que hasta el año de 1973, la economía soviética,
le seguía el ritmo de crecimiento a la economía capitalista, sin embargo, a
partir de ese año empezó el periodo del ‘estancamiento’ cuyas causas deberían
ser producto de un profundo análisis.
Los rusos, hoy, tienen de todo en las tiendas pero, pueden
comprar muy poco. El Estado ya no subvenciona como lo hacía antes. Al llegar a
Rusia tienes que registrarte con la policía, es obligatorio y te cuesta 600
rublos, algo más de veinte dólares. De
no hacerlo podrías tener una multa de dos mil a cinco mil rublos. ¿Acaso no
criticaban al gobierno socialista por esta práctica del registro policial? La
lucha de los trabajadores de la industria automotriz en Rusia podría ser el
signo de un giro en las aspiraciones de justicia por parte del pueblo y
trabajadores rusos. En su última huelga los
obreros resistieron firmes y han traído a los dueños de la fábrica, y a sus
administradores, contra su voluntad, a la mesa de negociación conducida por el
propio gobernador, y a la cual ha sido invitado, por la parte sindical, el peso
pesado, Boris Kravchenko, de La Confederación Rusa de los Trabajadores que se
trasladó a Kaluga una vez las noticias de la huelga fueron difundidas en
internet.
El mensaje está claro.
Ahora los rusos saben que con buena organización se puede alcanzar la
solución a sus demandas. En la mañana
del 2 de abril, los representantes de la empresa cedieron a las demandas de los
trabajadores y anunciaron el reconocimiento del sindicato y la iniciación de la
negociación colectiva. Durante esta huelga se supo de simpatizantes que a
través de internet pedían ayuda económica para la lucha. Las huelgas son prohibidas en Rusia y han
sido muy raras las realizadas hasta la fecha.
Sin embargo, las luchas de los trabajadores de Kulaga pueden ser el
comienzo de una nueva ola de descontento laboral. El gobierno ruso, por el momento, puede estar
tranquilo. Pues, ciudades como Moscú y San
Petersburgo han vuelto a la calma, pero deben saber que los eventos que se
están desarrollando en provincias son la continuidad de la lucha de clases en
la patria de Lenin. Por su parte el partido comunista se ha convertido en el
líder de la oposición con un margen de apoyo del veinte por ciento del electorado
que tiende a subir en las encuestas.