Memorias
En 1981 el gobierno peruano había implementado una ola de represión contra los trabajadores organizados. Yo había sido co-fundador de La Confederación Intersectorial de Trabajadores del Estado (CITE) y Presidente de la Asociación de Trabajadores del Instituto Nacional de Cultura, (ATINC). Al comprobar la actitud divisionista de algunos sectores de izquierda que jugaban a la ultranza en el seno del movimiento sindical, presentí peligro e intuí que era la hora de la retirada. Esas fueron las razones que me animarían a abandonar mi patria. Quién iba a pensar que la tierra de Lord Cochrane, Wallace y Robert Burns, me acogería, en su seno, como a un hijo propio. No dude del amor de Escocia y me uní, de inmediato. a las luchas de los trabajadores británicos. Poco tiempo después se comprobaría que mi sospecha había estado fundada pues había empezado la matanza de trabajadores, campesinos y dirigentes populares en el Perú.
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