Kuei-Hai Tseng |
Kuei-Hai Tseng, es poeta y médico taiwanés. Ha participado en movimientos sociales como en la protección del río Ko-Pin, el movimiento anti-presa Bi-long, el parque metropolitano Weiwuying; entre otros. Kuei-Hai Tseng, propone y participa en asuntos referentes a asuntos públicos, la política taiwanesa y las reformas sociales. Durante tres décadas ha dedicado su vida a movimientos sociales y, paralelamente, publicado sus obras que suman 29 libros, 19 de ellos colecciones de poesía. Tseng es un defensor de la tierra y su pueblo, y nos ilustra acerca de la misión de los escritores taiwaneses, a través de la histroria de la colonización en Taiwan, Kuei-Hai Tseng, afirma que: 'la verdadera voz de la literatura debe expresar los sufrimientos de la tierra, la compasión, el destino, sentimientos y esperanzas del pueblo'. Actualmente, Kuei-Hai Tseng, es asesor de la presidenta de Taiwan, en política nacional.
LA MULTITUD Y LA SOLEDAD
Por Kuei-Hai Tseng
Un intenso sentido de olfato despertado,
Se siente la esencia de la soledad
Mientras la multitud se reunía por todas partes
Formando rituales entre empujones y atropellos.
Contiendas incontenibles
Que se alzaron y presionaron por un futuro.
La soledad chocó entre unos y otros encendiendo llamas
Llamaradas estremecidas en erupción
La tierra rugió; la gente pisoteada
La multitud siguió las banderas en el aire
Todos se vieron reflejados en miles de personas
Todos gritaron un nombre unánime
Olas tras olas de alaridos contestaron.
En la multitud, la soledad desapareció.
Pero lo que nunca se oculta es
La multitud solitaria.
No desaparece
La soledad en la multitud.
Por el camino del progreso
A veces, uno encuentra algunas flores insólitas e inesperadas.
Se siente la esencia de la soledad
Mientras la multitud se reunía por todas partes
Formando rituales entre empujones y atropellos.
Contiendas incontenibles
Que se alzaron y presionaron por un futuro.
La soledad chocó entre unos y otros encendiendo llamas
Llamaradas estremecidas en erupción
La tierra rugió; la gente pisoteada
La multitud siguió las banderas en el aire
Todos se vieron reflejados en miles de personas
Todos gritaron un nombre unánime
Olas tras olas de alaridos contestaron.
En la multitud, la soledad desapareció.
Pero lo que nunca se oculta es
La multitud solitaria.
No desaparece
La soledad en la multitud.
Por el camino del progreso
A veces, uno encuentra algunas flores insólitas e inesperadas.
- De la obra, Reflexiones a orillas del lago, Febrero de 2009
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