Julio Solorzano Murga
LITERATURA CRISTIANA
POR JULIO SOLÓRZANO MURGA.
Jesucristo, mi Señor y Salvador.
Cuando tu cincel tocó por vez primera
Mi duro y pecaminoso corazón de piedra,
Un horrible y espantoso grito lanzó
Como si fuera de carne viva.
Piedad Señor, piedad Señor decía
Con una estrepitosa furia cruel y loca
Repetía y repetía ¿Por qué me hieres?
Ante el golpe del cincel que dabas.
Y tú muy callado, proseguías, en silencio
Dando forma de vida a mi existencia
Vida de inconciencia, tranquila y olvidada...
Que rodaba por la vida, feliz de nada.
¡Más hoy, arrancas trozos de mi pecho herido!
Trabajas, por transformar mi corazón compungido
Con el dolor en mi duro pecho donde gemía
Por los golpes de tu cortante cincel.
Por cada golpe, de tu milagrosa mano
Un fúlgido grito de vida nueva,
Late hoy en mi amorfa masa,
Conforme a tus designios inspirados.
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