Raúl Gálvez Cuéllar, César Aching Guzmán, Jorge Aliaga Cacho y José Pablo Quevedo
Como ya lo he manifestado, existe una carrera sin sentido hacia la obtención de diplomas, certificados y medallas al granel. Esto ocurre, con preponderancia, entre los jóvenes escritores, pero también entre los de mayor edad.
Sabemos que estas 'condecoraciones', esnoberías, no van acorde con el valor real de un escritor. De ahí, que eximios escritores hayan rechazado estas 'preseas', pues ellos están convencidos de que, estas 'premiaciones', engañosos reconocimientos, son el diseño de 'argollas', provenientes de 'instituciones' de membrete, nulas, inertes. Varias de ellas, por ejemplo, no llevan libros de las reuniones de sus asambleas generales de miembros ni de sus juntas directivas, y menos, como corresponde, la rendiciòn de cuentas: como las cuotas de socios y el patrimonio institucional, en asamblea anual. Estas mal llamadas 'instituciones' premiadoras, engañan, sorprenden con sus 'condecoraciones', a incautos escritores que, posiblemente, al no contar con reconocimientos académicos reputables, caen rendidos ante el brillo de un colgante de lata reciclada. Los verdaderos escritores, no se distraen con estas 'condecoraciones' cursis. Ellos confían en sus plumas, y el rol que les compete en la historia; pues tienen como objetivo, contribuir a la conquista de una sociedad justa, armoniosa, con valores; enfrentando a los poderosos, causantes del desequilibrio social, pobreza material, espiritual, y moral de la humanidad.
Un verdadero premio para los escritores, podría ser la conquista de la Ley del Escritor; una ley que defienda los interéses de los literatos, les proteja cuando sea necesario, y les ayude a difundir sus obras en el mundo.
Ojalá, que el año nuevo, haga despertar la conciencia de ciertos autoproclamados escritores, y se den cuenta del daño que vienen ocasionando al prestigio legado por nuestros escritores mayores, quienes no necesitaron de togas, ni 'doctorados' engañosos, para dejar en alto el prestigio de las letras de nuestras naciones.
Jorge Aliaga Cacho
3 de diciembre de 2024San Miguel, Lima, Perú.
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