Por Jorge Aliaga Cacho.
He llegado a Escocia, después de vivir varios meses en el Perú, y encuentro en Krkcaldy, en mi buzón de correo, entre mi correspondencia, un sobre manila procedente de España. Lo envía el amigo Adoni K. Ros, dirigente de POETAP, que visitó el Perú en el año 2012, para asistir al encuentro de poetas y escritores realizado en Huacho. Adoni me había comentado, en anterior epístola, acerca de un libro escrito y publicado por 64 autoras canarias que se habían juntado para denunciar la violencia de la que son objeto las mujeres en España y en el mundo. Precisamente, dicho libro era lo que contenía el sobre manila que el día de hoy encontré entre mi correspondencia, en Kirkcaldy, Escocia. La carátula del libro contiene, sobre un fondo azul, la imagen de una mujer que lleva puesto, como vestido, un mapamundi. Finamente editato por el Centro de la Cultura Popular Canaria, el libro contiene 64 microrrelatos que conforman la denuncia femenina de: asesinatos, violaciones, palizas, abusos, liberaciones, ilusiones, esperanza y venganza. El amigo Adoni K Ross me escribe en el libro una dedicatoria que incluye un bello verso: ''Sobre toda laguna, la luna, entera brilla...porque alta vive''. En la página 45 de la obra, titulada: ''Perdone que no me calle'' encuentro el microrrelato, de la escritora Camila Rodríguez Aguiar, titulado ''La últma'', que deseo compartir con los seguidores de mi blog y al mismo tiempo felicitar a las autoras de esta brillante obra literaria.
La última
Otra mañana de angustia, otra vez el miedo en la cara de los niños, presente de nuevo la ansiedad. Acabado de levantar, el padre entra en la cocina y da un portazo que sobresalta a todos, con la mirada fiera y la boca contraída de rabia, se dirige hacia la madre con el puño en alto, amenazante, dispuesto a descargarlo.
Esta se encoge, esperando el golpe. De pronto, ante los ojos de asombro, el padre cae al suelo. Todos miran a Luis, el mayor de los hermanos que aún sostiene la silla en alto. Sus catorce años se han alzado en ayuda de madre y sabe que su padre, que ahora se levanta aturdido con una brecha sangrante en la cabeza, no volverá a pegarle. Todos lo miran mientras abandona la casa. No vuelven a verlo.
1 comentario:
Excelencia el contenido profundo de todo lo leído.
Doy la difusión en Buenos Aires con todas mis fuerzas.
Espero el avance de tanto prodigio.
Amplios saludos de Juan Disante.
www.verbosa-mudez.blogspot.com.ar
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