Por Julio R. Villanueva Sotomayor, escritor y poeta ancashino.
¡Comandante!,
¡los necesitamos aquí,
¡los necesitamos aquí,
¡comandante!
- Afuera, los necesitan más.
Sóngoro,
cosongo …
Zas, zas,
¡zas¡
Veinte en conocimientos,
¡zas!,
veinte en atención sanitaria,
¡sóngoro!
veinte en justicia social,
¡cosongo!
¡zas!
¡zas!
¡zas!
¿Querían matarnos de hambre?
¡No! Camilo.
... ¡Pum, pum, pum!
- Antes que lo piensen,
¿te acuerdas “Che”?,
y tenían su respuesta.
- Sí, songo be,
Songo ve.
Con valentía, Cuba resistió.
Con convicción, Cuba aguantó.
¡Zas!
Las lágrimas se secaron,
¡Zas!
Cuba apretó los dientes.
¡Zas!
Fue creando su cultura,
firme,
con gozo,
para él y el mundo.
¡Zas, zas!
Fusil en mano,
apretando sus libros, mordiéndolos,
hizo del conocimiento el martillo del saber,
de la salud: la muralla de la resistencia
y de la justicia social; la bandera de la libertad.
“Sóngoro, cosongo,
songo be;
sóngoro, cosongo
de mamey”.
¡Mamita!
de mamey,
zas,
zas,
¡zas!, ¡zas!.
Zas.
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