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| Victoria Granado, bailaora malagueña, conversa con Jorge Aliaga después del espectáculo |
Por Jorge Aliaga Cacho
Caminando por el barrio de Tirso de Molina, llegué a un antiguo local que contaba con un viejo sótano. Allì, una bodega se había convertido en un teatrìn para espectáculos flamencos. Al pasar por el lugar, intuí que se trataría de un tablao. En una visita anterior, en una de las esquinas de la Plaza Santana, había quedado impresionado con uno similar en el corazòn de Madrid, el mismo que me inspiró a escribir un cuento que ha sido publicado tanto en Lima, 'Ediciones Vicio Perfecto Vicio Perpetuo', como en Madrid, Lord Byron Ediciones. El espectáculo, que paso a comentar, la 'performance', como le quieren llamar ahora, los 'huachafos' del lenguaje, estuvo colmado de experiencias sensoriales que publicaré en este blog. Sólo les quiero adelantar los nombres de dos artistas sensacionales que, estoy seguro, serán grandes luminarias del arte flamenco a nivel mundial. Me refiero al percusionista madrileño, Luky Losada, un maestro del cajón peruano, instrumento indispensable del flamenco moderno y a, la 'bailaora' malagueña, Victoria Granado, brillante artista que derrocha energía, salero y juventud en cada una de sus entregas gitanas. Especial mención merece, Marina De Pablos, quien siendo promotora del cante jondo, y amante de la literatura latinoamericana, ha sabido crear un lugar para la diversión, y el entretenimiento de dioses.
A Marina, le agradezco la deferencia, la copa de vino que me invitara al percatarse de mi presencia, y de mi condición: un desconocido aspirante a escritor, venido de tierras incas. Al dejar el tablao, ofrecí hacerles una nota en mi blog, para promocionar el arte que realizan en ese exquisito lugar, situado en el corazón de Madrid. Esta nota es un adelanto de lo que vendrá, después, con material fílmico para el placer visual y auditivo, de los amigos que disfrutan con el arte flamenco.
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