Samuel Cavero, Javier Amado y Jorge Aliaga, Trujillo, Perú |
Por Javier Alfredo Amado Del Pozo
La cultura es un resultado de la vida humana. Los pueblos que en sus etapas primitivas poco se distinguían de las epecies animales, que actuaban sin desarrollar inteligencia ni acumular experiencia reflexiva, tenían en su razón o inteligencia el signo diferencial muy grande con las otras escalas animales. Por eso, precisamente el hombre, cuando recibió del propio hombre un nombre científico, fue llamado "Homo Sapiens", hombre que sabe y conoce. La inteligencia y la razón humana se basan en la facultad de formar ideas y fijarlas en la mente para poder expresarlas y transmitirlas. La idea es la representación mental de un objeto o de un fenómeno, que en el hombre no es pasajera, ni transitoria, como en los animales que son incapaces de fijarlas o reproducirlas posteriormente. La representación de objetos y fenómenos en la mente humana no se reflejan en estado de quietud y de reposo solamente, sino también en forma dinámica y activa, en la nmisma manera como se le presentan. Pero la inteligencia y la razón humanas no sólo han posibilitado la formación de ideas como si fueran imágenes de la realidad sino que de tales fenómenos, de sus trayectorias, de sus modalidades y de los efectos y consecuencias que producen en la realidad. Es decir que, en esta forma, el hombre ha llegado a descubrir las leyes naturales que producen todas las cosas y los fenómenos que le rodean. Estos conocimientos no han sido vanos sino que le ha servido para aprovecharlo en su propio servicio, acomodando su actividad, sus necesidades, aspiraciones, modos de convivencia a todas esas leyes que va descubriendo no solo en el campo de la naturaleza pura, sino en la sociedad que han formado los hombres y en la que imprescindiblemente viven. De tal manera el hombre ha ido formando sus conocimientos y su sabiduría, sabiéndolos utilizar en su provecho y diferenciarlo de los animales, los cuales obedecen sin atenuantes a la naturaleza, obrando estos por instinto.
La actuación inteligente del hombre, utilizando sus conocimientos sobre las leyes y principios naturales y sociales, acomodando sus necesidades y requerimientos a este conocimiento para satifacerlos en forma cabal y sin peligros, para lo cual tiene que crear una manera de comportarse en las sociedades que forma, guardando consideración y respeto a sus semejantes, estableciendo conductas sociales. Por eso "la cultura" ya no significa el simple saber teórico por superior que sea, ni la mejor manera de vivir y comportarse de los pueblos, sino, 'que es el conjunto de conocimientos que adquiere la sociedad para aplicarlos a su obrar objetivo y cotidiano, observando, en la convivencia de unos con otros, conductas que signnifiquen mutuo respeto, es decir a su dignidad. Por estas circunstancias, actualmente, se considera que "la cultura" es importante y se manifiesta con mayor positivismo en los pueblos que se han desarrollado principalmente. Los pueblos atrasados, lo son fundamentalmente en la actualidad en su desarrollo económico y social, pero como consecuencia, de sus conocimientos y técnicas atrasadas, sin grandes obras para la satisfacción de su vida cotidiana, y con arte y literatura inferiores, porque son pueblos que por su pobreza, son mayoritariamente analfabetos.
Ahora bien, la labor de un desarrollo económico social acelerado, se basa en la elaboración de las teorías y de las prácticas cientificas a los conocimientos modernos y la superación de las técnicas de épocas históricas ya totalmente superadas en los pueblos desarrollados. Es decir, que el saber y el actuar para acelerar el desarrollo o crecimiento, tienen que incrementarse considerablemente en forma paralela a la aceleración del desarrollo económico. Esta gran verdad, encierra la necesidad imperiosa de efectuar una "integración cultural" paralelamente a la "integración económico social", de lo contrario estaríamos incapacitados para desarrollar un completo desarrollo.
Razones por demás valederas, para que nuestros gobiernos hayan tomado la iniciativa de crear organismos de integración cultural, como el Convenio "Andrés Bello" cuyo espíritu creador es impulsar el mutuo conocimiento entre los pueblos de los países signatarios, de tal manera que entre ellos se robuztescan y se hagan más solidos y permenentes los vínculos de fraternidad para mantener y preservar la identidad cultural de cada uno de los pueblos dentro del patrimonio común y general de la cultura latinoaericana. Desplegando esfuerzos conjuntos para que el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura tengan como finalidad colocar todos los elementos posibles al servicio del desarrollo integral y aprovechamiento de las masas populares, intensificando un intercambio de conocimientos científicos y tecnológicos.
- Datos obtenidos en la Biblioteca de la Secretaría Nacional del Convenio "Andres Bello" de la ciudad de Lima y La Paz, respectivamente.
1 comentario:
Un interesante artículo, sin duda, con cierta cercanía, quizá inconsciente, con F. Fukuyama, produto de una base ideológica centrada en el idealismo,en especial cuando se refiere a la superioridad cultural de los pueblos económicamente desarrollados. Me gustaría haber leído más al autor mientras estaba vivo, para poder debatir con el. Pero él mismo no parece haber apreciado esta vertiente de sus letras, a juzgar por la escasa difusión que le dio; a mí, en cambio, me parece la más interesante.
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