Por Julio Solórzano Murga
He ahí el cuerpo del hombre, postrado en tierra firme
He ahí el cuerpo del hombre, postrado en tierra firme
Ahí está, tendido, reposa sobre un manto de sangre
¡Lo abatieron! Lo mataron cobardemente, lo acribillaron.
El sueño de la justicia social, se fue con su muerte,
¡Oh! Perú, patria mía, en tu regazo su cuerpo expiró
Una mañana de diciembre, silenciaron su voz.
Su noble pecho entregó como ofrenda a sus asesinos
Y en la puerta de su domicilio, Patria y Libertad inmortalizaron
Su cuerpo se inundó de gloria, su alma al cielo fue aquel día.
Mientras la clase obrera, los campesinos, clamaban justicia
Los sicarios, los chacales del maldito opresor traidor de la patria
Lamían sus manos, pensaban haber acabado con la lucha social
Pero no, la sangre del campesino, del obrero, del hombre del pueblo
Pintarán de rojo el firmamento azul, luchando por una verdadera justicia Social
Por un Perú sin dictadores, por un Perú con pan y libertad.
Nota:
Dije una vez que la poesía de Julio Solórzano es una poesía que nace del mismo pueblo, tiene el corazón y llanto del pueblo, pero también tiene un mensaje de lucha y esperanza.
HONDURAS, 'Nunca más los pithecantropus golpistas pasarán por encima de la voluntad del pueblo'. PALABRA.'Ráfagas de metralla silenciaron la voz pacifica de un pueblo unido acantonado en la curva del diablo'. DECIDIA. 'Cómo entonces no impeler a mi conciencia, cómo poder ser indiferente y callar ante tanta adversidad'.
HONDURAS, 'Nunca más los pithecantropus golpistas pasarán por encima de la voluntad del pueblo'. PALABRA.'Ráfagas de metralla silenciaron la voz pacifica de un pueblo unido acantonado en la curva del diablo'. DECIDIA. 'Cómo entonces no impeler a mi conciencia, cómo poder ser indiferente y callar ante tanta adversidad'.
Jorge Aliaga