Por César Aching Guzmán
A solo 13 días de los comicios presidenciales del 10 de abril, el avance vertiginoso en las encuestas a favor del candidato de "GANA PERÚ", es imparable por voluntad popular; según CPI: Humala 21.3% - Keiko 19% - Toledo 18.6% y la ultima de Ipsos Apoyo: Humala 22.8% - Keiko 22.3% - Toledo 21.6%. No obstante la campaña tendenciosa y malévola de la prensa mediática el candidato Ollanta Humala, recibe el entusiasmo de los electores peruanos; indudablemente ello es expresión de rechazo a la aplicación de un modelo económico-social-político neoliberal, que se viene utilizando en el Perú desde el año1990, a través de sucesivos gobiernos: Fujimori, Toledo y García. El neoliberalismo u ortodoxia del mercado (cuyo paradigma en estas elecciones es Kuczynski), considera el libre mercado capitalista como único elemento de equilibrio institucional y puntal de crecimiento económico, falacia evidenciada con la crisis estructural del sistema capitalista del mes de agosto del 2008, más conocida como “Crisis financiera internacional “ (Ver artículo AÑO 2008: ¿INICIO DE LA CAIDA DEL CAPITALISMO?). 2008 fue el año en que colapsó el "consenso de Washington", con su ecuación: libre mercado más libre comercio es igual a "democracia" y "libertad"; la crisis que sobrevino dio lugar al desenmascaramiento del neoliberalismo como proyecto del capitalismo, y puso en evidencia la más grande estafa piramidal, edificadora de un paraíso para los ricos sobre capitales que simplemente no existían; pues partiendo de activos reales engarzaron una cadena especulativa para montar los llamados derivados financieros. Con la misma lógica, organizaciones y personas que únicamente poseen bien montadas oficinas enganchadas al sistema financiero global de dominación, venden alimentos y minerales en papeles; llamándose a esta modalidad Commodities. En el Perú de hoy desde ALBERTO KENYA FUJIMORI FUJIMORI-ALEJANDRO TOLEDO MANRIQUE-ALAN GARCIA PEREZ (1990-2011), se viene aplicando a pie juntillas el neoliberalismo que pone al Perú en manos de las corporaciones transnacionales, es decir conducen a la desnacionalización del país. Con la suscripción del TLC con EE.UU, se consolida la matriz primario exportadora (ariete del neoliberalismo) y su consecuente impacto se puede observar en la débil y precaria creación de empleo. La balanza comercial (exportaciones menos importaciones de bienes) de los dos últimos años son favorables a EE.UU; este país tenía un resultado deficitario en su balanza comercial respecto al Perú; cinco años antes del TLC, el Perú exportaba más a EE.UU., hoy en día es al revés, importamos mucho más de lo que exportamos. Indudablemente, este TLC demuestra la sumisión de Toledo y Alan García al imperialismo. Como consecuencia del neoliberalismo que en lo financiero impone la especulación, las tasas de interés son de libre determinación; igualmente se continúa con el remate del patrimonio: puertos, aeropuertos, Amazonía y tierras del estado, contra cualquier criterio de sustentabilidad y defensa nacional. Si tomamos en cuenta que gran parte de minerales nos compra China e India, base del cacareado “crecimiento” económico (sin empleo), como dice mi buen amigo Duilio de la Motta: “… si estos países nos dejaran de comprar todo se va a la….nuestras reservas se agotan: el oro en 3 años, el plomo en 6, el estaño en 7, la plata en 17 y las de cobre en 36 años”, como consecuencia de la voluptuosidad venal de los tres últimos gobernantes (Fujimori-Toledo-García). El Perú carece de infraestructura productiva; tenemos cantidad de hoteles, restaurantes, Casinos, tragamonedas, bancos, Grandes Supermercados, de origen foráneo y golondrino. Frente a este panorama los electores de a pie vivimos en una economía virtual, viendo solamente como crece la riqueza de los grandes empresarios enquistados en sectores estratégicos de nuestra economía; de funcionarios de alto rango del Estado y Congresistas, que habiendo ingresado con una mano adelante y otra atrás salen forrados económicamente, con abultado patrimonio inmobiliario y protegidos contra cualquier crisis. Ollanta Humala representa la negación del neoliberalismo: disciplina fiscal sí, pero aumentando la recaudación tributaria, haciendo que paguen más los que más dinero tienen; reordenamiento de las prioridades del gasto público sí, eliminando absurdas exoneraciones tributarias y en su lugar destinando fondos al gasto social productivo, consignando prioritariamente fondos para socorrer a los sectores más vulnerables: niños, mujeres y ancianos; reforma impositiva tributaria sí, bajo el principio de que tributa más quien más riqueza tiene; socializar la banca para poner el sistema de crédito al servicio de proyectos socioeconómicos de sostenibilidad; recuperar soberanía sobre los recursos naturales, haciendo que los beneficios que producen se reflejen en una mejor calidad de vida de todos los peruanos; eliminar las privatizaciones de los servicios esenciales para la vida (agua, energía y comunicaciones); permitir inversiones extranjeras en función al interés nacional y para un desarrollo armónico; regular con criterio de justicia las operaciones de los “grandes negocios”, vigorizando la actividad y desarrollo de la pequeña y microempresa – PYME, crear nuevas formas empresariales como la cooperativa y comunitaria, con cobertura en las áreas productivas y de servicios; fortalecer el derecho de la propiedad pública frente a la privada.
A solo 13 días de los comicios presidenciales del 10 de abril, el avance vertiginoso en las encuestas a favor del candidato de "GANA PERÚ", es imparable por voluntad popular; según CPI: Humala 21.3% - Keiko 19% - Toledo 18.6% y la ultima de Ipsos Apoyo: Humala 22.8% - Keiko 22.3% - Toledo 21.6%. No obstante la campaña tendenciosa y malévola de la prensa mediática el candidato Ollanta Humala, recibe el entusiasmo de los electores peruanos; indudablemente ello es expresión de rechazo a la aplicación de un modelo económico-social-político neoliberal, que se viene utilizando en el Perú desde el año
No hay comentarios:
Publicar un comentario