(a mi Padre)
Por Patricia Rojas
Cuando el ocaso se posa
sobre los cerros,
y florece el duraznero
en enero,
perfumando las riberas
de las aguas mansas,
se conjugan dócilmente
en la vida de mi padre.
Innumerables fueron las tormentas
floreciendo lirios
en tierra sedienta.
El Señor me dio este Padre,
agradezco por tenerlo
y en esta plenitud
de los aromas,
estas inquieto,
jugando con el tiempo.
Aprendiste con tus hijos
a ser buen padre,
pero fueron los cielos
que te enseñaron a ser
Padre Bueno.
Los intensos vientos,
te abatieron con su furia
pero fuiste el robledal,
erguido dando sombra.
Fueron muchos años y
han cesado las tormentas
y va cayendo, la tenue lluvia,
plena,refrescante
mojando tus memorias
sobre los papeles
cargados de recuerdos.
Caminante incansable,
mente perdurable
y vas dejando en tus retoños
las vivencias de los vientos,
las tormentas,
en la plenitud de tus años.
Patricia Rojas-del Libro Poemas Olvidados.
Por Patricia Rojas
Cuando el ocaso se posa
sobre los cerros,
y florece el duraznero
en enero,
perfumando las riberas
de las aguas mansas,
se conjugan dócilmente
en la vida de mi padre.
Innumerables fueron las tormentas
floreciendo lirios
en tierra sedienta.
El Señor me dio este Padre,
agradezco por tenerlo
y en esta plenitud
de los aromas,
estas inquieto,
jugando con el tiempo.
Aprendiste con tus hijos
a ser buen padre,
pero fueron los cielos
que te enseñaron a ser
Padre Bueno.
Los intensos vientos,
te abatieron con su furia
pero fuiste el robledal,
erguido dando sombra.
Fueron muchos años y
han cesado las tormentas
y va cayendo, la tenue lluvia,
plena,refrescante
mojando tus memorias
sobre los papeles
cargados de recuerdos.
Caminante incansable,
mente perdurable
y vas dejando en tus retoños
las vivencias de los vientos,
las tormentas,
en la plenitud de tus años.
Patricia Rojas-del Libro Poemas Olvidados.
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