Oscar René Benítez con escritores peruanos en el Jr. de la Unión de Lima |
En el bar Don Lucho del Jr.Quilca |
Jorge Aliaga y Oscar René Benítez en el "Cordano" |
En el bar Queirolo del Jr. Quilca |
De la tierra de grandes escritores, el día de hoy nos toca presentar a Óscar René Benítez, poeta y escritor salvadoreño que emigró a los Estados Unidos y conforma la diáspora de escritores latinoamericanos que residen en el país del norte. Nuestro distinguido visitante vive en la ciudad de Los Ángeles, California.
Óscar René Benítez nació en el departamento de La Unión ha publicado en el género de novela: “Inmortales”, “Las huellas de una lucha sin final” y “Cuando concluyó la guerra”. En poesía ha publicado : “Te cantó mi corazón”, “Sollozos en el viento”, “Treinta poemas de amor para María”, “Versos de otoño”, “Cuando caiga la noche” y “Al filo del ocaso”.
Este último es el libro que presentamos el día de hoy. Benítez es un autor que se preocupa por los acontecimientos sociales que ocurren en nuestro mundo global, injusto y violentado, es la voz de los hombres que aspiran un cambio y ello se refleja en su obra y, principalmente, en sus novelas.
Casa de la Literatura Peruana |
"Al filo del ocaso" es un libro de versos pictóricos que nos entrega pinceladas de las emociones vividas por los emigrantes en los Estados Unidos de América. Sus versos fluyen en un río de imágenes que nos muestran el dolor,la desesperación y tragedia de los que tienen que dejar su tierra para buscar un camino lejos de la patria. Su poesía es fluida y rica en imágenes, logra plasmar en ellas la angustia de los emigrantes, la resignación de los que dejan sus países y seres queridos con la intención de ir a buscar la oportunidad de trabajo que al mismo tiempo les permita enviar una remesa. Y en ese propósito los hombres luchan cruzando puentes y fronteras de ciudades desconocidas pero que tienen el común denominador en los hombres explotados que respiran las mismas penas, seres que deambulan por los caminos, veredas y ciudades desconoocidas. Cruzan países para acercarse al norte y posiblemente en la última frontera, acercarse también a la muerte. Como en la vida misma la poesía de René Benítez también vive pasajes románticos y, en ellos, la mujer recibe un tratamiento fino y le entrega su dosis de pasíón y consideración. En su poesía romántica, ORB saluda a la mujer con pasión y respeto recordando ese pasado y el vacío dejado en la partida. En la actualidad funge como Cónsul de Poetas del Mundo para el Estado de California, Estados Unidos, ha participado también en encuentros literarios en diferentes países como Chile, Cuba y México, entre otros.
Con la escritora chilena Cecill Scott |
EL ÚLTIMO SUSPIRO
(en honor a todos aquellos que en su afán
por llegar a Estados Unidos perdieron la vida)
Del Libro “Al filo del ocaso” -2011
De modo que te tragó la distancia.
Es como goma de mascar, se estira,
mientras te envuelve un manto de nostalgia.
Y dejaste una mujer que suspira,
hijos con ojos llenos de esperanza.
No sabes cómo, pero estás despierto,
persiguiendo un sueño —o quizás dormido,
crees estarlo— al escuchar el gemido
de aquellos que mueren en el desierto,
abatidos por la sed y por el hambre.
Entre el cactus —soldado traicionero—
y el sol inclemente, asfixiante y duro,
tumban tus sueños, trizan tu futuro.
En el juego el horizonte es primero,
huye, se esconde, se acerca, se aleja…
Y aparecen de pronto los delirios,
aleteando van y vienen, enjambre
graznando muerte, penas y martirio
en tus ojos velados por el hambre.
¡Del alma se te escapa un alarido!
Al partir todos te desearon suerte,
la mujercita entre llantos, y los niños,
entre risas, haciéndote cariños;
no vieron los coqueteos de la muerte
ni escucharán hoy la agonía de tu queja.
Erróneamente hay muchos que te llaman
Mojado con odio y con desprecio,
adjetivo vano, palabra rota…
Tus labios buscan agua y, ¡ni una gota
que sacie ya la sed en tu garganta!
Mojado te nombró algún hombre necio
mientras mueres de sed bajo una planta
sin sombra ni hojas, armada de espinas.
Deja tus sueños, que te cubra el manto
de la noche profunda y aniñada.
Tus ojos se quedan ¡ay! sin más llanto
y el norte se hizo polvo, se hizo nada.
Pero duérmete en paz, hermano iluso,
lejos del suplicio de las esquinas,
la discriminación y del abuso,
del jefe explotador y la miseria.
Yo pido que duermas en paz, hermano,
desde mi oscuro porvenir incierto;
pues tu último suspiro en el desierto,
ya se quedó apretado aquí en mi mano.
Esta es la primera visita de Oscar René Benítez a Lima. El martes viajará a Trujillo y luego a Santiago de Chuco para participar en Capulí, Vallejo y su tierra versión 2016.
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