Mario Vargas Llosa |
Fue en aquellas aulas del Leoncio Prado donde el adolescente Vargas Llosa conoció la violencia y el autoritarismo en toda su expresión. Y en las largas noches que se encontraba de guardia, o cuando se daba tiempo para profundizar en sus incontables lecturas, reflelxionaba acerca de lo que le había tocado vivir, cada vez más consciente de que en ese colegio estaba descubriendo por fin el país que no era posible vislumbrar en los círculos prejuiciosos de la clase media y la clase alta peruana.
Al Leoncio Prado acudían muchachos de casi todos los estratos económicos de la sociedad de entonces, pero el grueso de la población del colegio no era adinerada.
Por otra parte, cada sector de estudiantes hacía lo posible por reflejar, en sus acciones Y actitudes - sin duda, inconscientemente -, todos los males y miserias de su entorno. Vargas Llosa, tan sensible como inteligente, percibió desde el primer momento el origen de estos conflictos: la repulsa de todo impulso compasivo, el desprecio a la tolerancia, el miedo a la libertad de pensamiento, la subestimación étnica.
Para sobrevivir en esa atmósfera grosera y violenta del colegio, el adolescente Vargas Llosa empezó a escribir de manera ''profesional''. Primero cartas de amor, redactadas por encargo de alumnos que no sabían como expresar sus sentimientos a sus enamoradas o amigas; yluego, novelas eróticas, que en muchos casos no eran otra cosa que vívidas descripciones del acto sexual en todas us variantes.
(Extracto del libro MVLL - Biográfia de un Nobel).
Por Pamela Cueto y Mariano Orosco Zumarán
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