Allende y Velasco presidentes de dos pueblos hermanos.
Por Jorge Aliaga Cacho
Un día como hoy, 11 de septiembre, en el 1973: el gobierno de los Estados Unidos encarga al fascista Pinochet torturar y masacrar al pueblo chileno. Su golpe de Estado genocida, contra el democráticamente electo Salvador Allende, fue el responsable de las muertes de decenas de miles de trabajadores, dirigentes populares, sindicales y estudiantiles, entre ellos la muerte del recordado cantante del pueblo, Víctor Jara. El imperialismo norteamericano quiso hacer lo mismo recientemente en Venezuela pero el pueblo venezolano, su fuerza armada y la solidaridad internacional se lo impidieron. Hoy el empresariado chileno encabezado por Sebastián Piñera, con la complicidad del empresario lobbysta PPK, campea en el Perú en desmedro de los intereses nacionales. En realidad, incursiona sus tentáculos en la patria de Grau, Cáceres y Bolognesi: Puertos, gas, petroleo, espacio aéreo, comercialización de productos alimentarios, dominio del sistema financiero a través de la actividad crediticia en sus malls, etc. La verdad está clara: en el Perú, como diría el congresista Danmert: 'se compra un pan en un mall pero con los intereses se paga por tres panes'. Y, lamentablemente, eso sucede en el Perú. Cada vez que uno usa su tarjeta de crédito en un mall el agiotista chileno está cargando al prestatario peruano intereses excesivos. Esta mala conducta ya era punible en Roma en la época de Diocleciano (244-311 d.C.). Y hasta en la Edad Media la Iglesia prohibía dicho atropello. En nuestros días, en Colombia, el agiotaje es un delito tipificado en el ordenamiento jurídico. Este no es el caso en el Perú. Y para colmo de los colmos, ahora, el empresariado del país sureño, con la anuencia de los políticos peruanos, nos amenaza con comprar propiedades dentro de los 50 kilómetros de la línea fronteriza peruana. A pesar de todo lo que viene sucediendo, en nuestra patria, los mudos siguen quietos como en la canción de Serrat donde 'las muchachas hacen bolillos buscando ocultas tras los visillos'.
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