Escocia, el país más septentrional del Reino Unido, es una tierra de áreas naturales en montañas, como los Cairngorms y las Tierras Altas del Noroeste, intercaladas con valles glaciales y lagos.
Sus ciudades principales son Edimburgo, la capital, con su incónico castillo sobre un cerro, y Glasgow, famosa por su animado ambiente cultural. También es famosa por el golf, cuyo primer partido se disputó en el campo Old Course de St Andrews en el siglo XV.
Escocia
Escocia cubre ya con renovables el 90% de su consumo, según datos Scottish Renewables a 26 de marzo. Esto supone un aumento del 14% con respecto al año anterior. Escocia tiene un objetivo del 100% para el año 2020, y esa cifra aún podría cumplirse.
Para Cara Dalziel, oficial de políticas de Scottish Renewables, “el objetivo del 100% sigue estando al alcance, pero la incertidumbre política de los últimos años ha hecho que nuestra industria no haya podido desplegar tanta capacidad de generación de electricidad renovable como se preveía. El crecimiento de la energía eólica marina se ha producido más lentamente en Escocia que en el resto del Reino Unido y la energía eólica terrestre, que constituye la mayor parte de nuestra capacidad de generación de energía verde, fue excluida del mercado de la energía por el Gobierno del Reino Unido durante cuatro años, lo que significa que se construyeron muy pocos proyectos nuevos”.
Sin embargo, ahora estamos empezando a ponernos al día en el mar, y la energía eólica en tierra nos permite una vez más acceder a las subastas para vender la energía que genera. Seguimos confiando en que con el crecimiento de la generación que esto traerá, junto con las contribuciones de otras tecnologías como la solar, la mareomotriz y la hidráulica, el 100% esté al alcance de la mano”. Sólo alrededor de una cuarta parte de la energía utilizada en Escocia es electricidad.
Fuente: Pilar Catalina / Energética21,
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