Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
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20 de marzo de 2018

¿Venezuela Quo Vadis?

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Por Rogger Mercado.
El origen de los males de Venezuela viene desde lejos, desde que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama declaraba un 9 de marzo de 2015, que Venezuela era una amenaza para los Estados Unidos.
Los debates sobre una nueva Constitución comenzaron en esa época. El presidente Maduro ha propuesto ya 8 leyes para tratar de contener la inflación y la especulación pero esas leyes no han sido aun aprobadas por la Asamblea Nacional.
Oficialmente, 5 millones de colombianos han ingresado en Venezuela huyendo de la violencia. Ciertas regiones de Venezuela esta arruinadas. Problemas de delincuencia, como en el estado de Miranda, 2 000 a 3000 han sido asesinadas en 2017. Problemas de agua potable, de electricidad.
Bicicletas que atraviesan la frontera con bidones de gasolina para revenderlos en Colombia. La gasolina cuesta alrededor de $ 0,01 el litro en Venezuela y $ 0,77 en Colombia, o sea 77 veces el precio pagado por los pequeños traficantes. Grave cuando se trata de grandes cantidades diarias.
La procurador general de la Republica, Luisa Ortega, retirada por la nueva Asamblea constituyente, y su marido el diputado Germán Ferrer, coimeaban a los corrompidos. Después, ella les advertía de la inminencia de su arresto dándoles tiempo para fugar de Venezuela. Durante más de 4 años, ella anuló lucha contra la corrupción, cosa que exasperaba al pueblo. Ella y su marido han escapado hacia las islas Bahamas (paraíso fiscal) donde habían acumulado $ 600 millones robados.
El Partido Unido de Venezuela (PSUV) salió ganador de la elecciones municipales del 10 de diciembre de 2017. El PSUV había ya antes ganado las elecciones regionales de octubre 2017 obteniendo 18 de 23 regiones. Conforme a la Constitución de 1999, la Asamblea Nacional Constituyente había sido creada en julio 2017. Dos años antes, el 6 de diciembre de 2015, la oposición ganaba las elecciones legislativas a causa de la abstención de 2 millones de electores chavistas.
Las próximas elecciones presidenciales están previstas para el 20 de mayo de 2018.
Desde mediados de 2017, durante más de 4 meses la oposición ha organizado violentas protestas para forzar al presidente Maduro a la dimisión culpándolo de la profunda crisis que atraviesa Venezuela.
Hoy, el pueblo venezolano dispone de nuevos derechos a la salud, a la educación, a la participación ciudadana, a la vivienda con 2 millones de nuevas vivienda construidas en un periodo de 3 años.
Todo esto es la imagen de Venezuela que los medios no han difundido. La realidad, las causas de lo sucedido son de la arena económica, la causa es la guerra financiera contra Venezuela por parte de los Estados Unidos y de la Unión Europea. El objetivo es la apropiación del petróleo y gas venezolanos. Veamos lo siguiente.
La crisis económica es debido a varios factores. Uno de los principales es la caída de los precios de las materias primas y del precio del petróleo en el mercado internacional entre 2014 y 2016. La segunda es la guerra económica contra la especulación y la inflación. Hay que agregar a esto, las sanciones impuestas por los Estados Unidos y la Unión Europea.
El Estado venezolano combate contra estas sanciones económicas porque el bloqueo financiero impuesto por los Estados Unidos ha debilitado la economía del país. Varios países europeos han cerrado las cuentas bancarias de los consulados de Venezuela sin ninguna explicación. Han hecho lo mismo que hicieron contra Cuba desde 1960. Venezuela tiene también que pagar su deuda exterior.
Todo esto es una guerra económica que los Estados Unidos han declarado para estrangular a Venezuela, después de haber intentado la estrategia de la violencia: golpe de estado, levantamientos. Esa violencia entre abril y julio 2017 ha causado más de 125 muertos.
El Estado venezolano combate la especulación monetaria que aumenta la inflación de los precios de los productos alimentarios, de los medicamentos y otros.
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Banca Mundial reclaman a Venezuela por reducción de los gastos en la salud, educación, vivienda y por privatizar varios sectores claves de la economía venezolana.
Sin embargo, el 96% de la renta que entra a Venezuela proviene del petróleo lo que crea un problema estructural en la economía puesto que los otros productos de exportación de la industria y agrícola son aun marginal. Venezuela fue arruinada por la caída del precio del petróleo. Después, el petróleo ha pasado de $ 30 a más de $ 50 el barril. Ironía, Venezuela exporta más del 90% de su producción petrolera hacia los Estados Unidos quien exporta bruto ligero hacia Venezuela. La crisis ha hecho disminuir la producción de más de 20%.
Ciertos grupos de la oposición no desean participar en las elecciones mientras que otros han participado en las deliberaciones. Un nuevo ciclo de negociaciones entre el gobierno y la oposición se ha desarrollado en diciembre 2017 en la República Dominicana.
Como respuesta a las sanciones y amenazas de los Estados Unidos, Venezuela ha abandonado el dólar para sus exportaciones de petróleo remplazándolo por el yuan chino, convertible en oro.
Para escapar del bloqueo financiero impuesto por los Estados Unidos, el 27 de diciembre 2017, el gobierno crea una moneda virtual, el “petro” indexada sobre las reservas de petróleo particularmente a las del lago Maracaibo. Esta divisa criptográfica tiene un valor de $ 60 el equivalente del precio de un barril de petróleo en enero 2017. La moneda es vendida desde el 20 de febrero. Esta moneda permitirá a Venezuela  no ser más dependiente de las instituciones liberales como el FMI y la Banca Mundial.
La deuda de Venezuela está estimada en mas de 155 000 millones de dólares. En agosto de 2017, comenzó el espectro de la cesación de pagos y la bancarrota amenazaba Venezuela. En tal caso, la posibilidad de solicitar préstamos en los mercados financieros se bloquearía, aunque Venezuela posee las primeras reservas de petróleo probadas del planeta más aun que las de Arabia Saudita pero es pobre en liquidez. Sus acreedores internacionales podrían entonces embargar los activos de la compañía petrolera del Estado PDVSA (petroleros, refinerías, cuentas bancarias…). La crisis interna se agravaría. En caso de bancarrota, Venezuela corre el riego del embargo de sus divisas internacionales en dólares. Este es el guion preparado por los USA y la UE para apoderarse de los recursos petroleros de Venezuela.
Por eso, el gobierno del presidente socialista Nicolás Maduro, ha hecho y sigue haciendo todo lo posible para evitar llegar a una situación de insolvencia, de no pagos de sus obligaciones internacionales, pagando por ello con prioridad los intereses de la deuda externa y un poco del capital, antes que gastar sus divisas en importar alimentos y medicamentos que son muy necesarios debido a la escasez.
El 13 de noviembre de 2017, día de la reunión con sus acreedores, la agencia de notación S&P Global Ratings ha declarado a Venezuela en “dificultad parcial”, de pago de su deuda, pues no puede pagar su cuota de 200 millones de dólares. La agencia de notación Fitch ha bajado su nota a “C.” El presidente Maduro ha asegurado que él está negociando con la Rusia y la China, a los cuales el país debe 28 000 millones de dólares respectivamente. Venezuela y Rusia negocian la reestructuración de 3 000 millones de dólares de deuda. Para la China, las negociaciones son “normales”. Sin embargo, Venezuela no dispone de 10 000 millones de dólares de reservas y debe pagar $ 1 500 millones en 2017 y $ 8 0000 millones en 2018.
El presidente Maduro ha afirmado que Venezuela no se declarará jamás en bancarrota. Para forzarlo, los Estados Unidos han prohibido a sus bancos y a sus ciudadanos de comprar bonos o negociar acuerdos propuestos por el gobierno de Venezuela, sabiendo que alrededor 70% de los propietarios de bonos venezolanos son originarios de Estados Unidos o Canadá. Para colmo, los dos funcionarios venezolanos encargados de negociar la deuda han sido sancionados por los Estados Unidos, lo cual impide a todo estadounidense tratar con ellos.
Frente a la hostilidad de los Estados Unidos y de Europa, Venezuela se ha acercado a países como la China y la Rusia.
La China y Rusia anularan completamente la deuda pública de Venezuela. Así, el “petro” y la restructuración de la deuda pública exterior de Venezuela permitirán al país ser soberano y llevar a cabo sus políticas económicas en beneficio del pueblo y de los más pobres que son las principales víctimas del bloqueo de los Estados Unidos y de las sanciones europeas.
La mejor contribución que puede hacer la Unión Europea y los países europeos, en vez de decidir sanciones contra Venezuela, es de estimular el dialogo entre la oposición y el gobierno venezolano; pues aplicar sanciones a Venezuela no ayuda en nada. Las sanciones de la Unión europea comprende el embargo de armas y materiales conexos, la prohibición de entrar a su territorio, no otorgan visas para la UE y congelan sus cuentas bancarias en la Unión europea.
Es probable que Nicolás Maduro sea reelegido presidente en mayo 2018. Es por eso que la derecha y la ultra derecha ensayaron la opción de una destitución antes de la insurrección popular “a la ucraniana” con sangrientos enfrentamientos en la calles. Su conspiración fue un fracaso, el pueblo ha condenado esos métodos.
Las bravatas de Donald Trump, sus sanciones, sus amenazas de “opción militar” han provocado el fenómeno clásico de respuesta popular: el pueblo se ha solidarizado con su presidente con exaltación del patriotismo venezolano. Como lo dice alguien: “Trump es el mejor propagandista electoral del presidente Maduro”.
La situación es inestable. Frente al ataque de la finanza internacional, Venezuela podría lanzar una moratoria unilateral organizada de su deuda pública externa. Un audito de la deuda seria también necesario para separar la parte legitima de la deuda de la parte ilegitima. Los préstamos otorgados con intereses usureros podrían ser denunciados y re-negociados. Una banca nacional podría ser creada para financiar los proyectos sociales al interior del país. Venezuela debería acercarse más a Rusia e India, e integrar los países del BRICS




Referencias :
- Declaraciones del embajador de Venezuela en Francia señor Michel Mujica. HD 14/12/2017
- “Rouges les colines de Caracas” , Máxime Vivas, 2015.
- Prensa francesa.

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