Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
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jorgealiagacacho@hotmail.co.uk
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http://www.jorgealiagacacho.com/

30 de junio de 2017

Nicomedes en los Viernes Literarios


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El día de hoy los Viernes Literarios de Juan Benavente desarrolló un excelente programa en el mes de la cultura afroperuana. El evento estuvo dedicado al decimista y periodista peruano, Nicomedes Santa Cruz. El joven limeño, Nicomedes, inflluenciado por Porfirio Vásquez, difundió la décima peruana tanto a nivel nacional como internacional. Santa Cruz nació el 4 de junio de 1925. Siendo de profesión herrero pasó a ser el más grande cultor de la décima en el Perú. Los VIERNES LITERARIOS de Juan Benavente, "26 años reconstruyendo Perú", tuvo a bien preparar un homenaje a este gran folclorista nacional que falleció en Madrid un 5 de febrero de 1992. A la cita realizada en la Casa Fernandini, del Jirón Ica, acudieron los más importantes decimistas del medio, entre los que figuran: Roberto Arriola, Andrés Kuo, Manuel Ódar, Óscar Aguirre Mendis, Victor Ducastaing, Raúl Gálvez Cuéllar, Manuel Mundaca, Andrés Rafaele, Gloria Pizarro, Santos Álvarez, Segundo Robles, Teódulo Quispe y Augusto Rivas Plata.

Este fue el programa de los VIERNES LITERARIOS número 1150, el mismo que contó con una nutrida audiencia, amante de la décima, que disfrutó uno a uno, todos los números puestos en escena. Muy particularmente me refiero a los magníficos contrapuntos y canciones afroperuanas. En el evento se vendieron y sortearon libros. Felicitaciones para los "Viernes Literarios"..


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Encuentro de escritores en Chiquián

Nicolás Daniel León Cadenillas, poeta, escritor, hombre de teatro
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La poeta Anna Sant lee en Chiquián, Ancash.
Jorge Aliaga Cacho en Chiquián


















El día de ayer, 29 de junio, se inauguró en el bello pueblo de Chiquián el XVI Encuentro de Escritores "Manuel Jesús Baquerizo". El mismo empezó en horas de la mañana con las ofrendas florales al coronel Francisco Bolognesi  y al famoso justiciero Luis Pardo, natural de Chiquián, convertido hoy en leyenda popular. El éxito de este encuentro literario se ha debido en gran medida al apoyo recibido por parte de el cineasta peruano Roberto Aldave y sus familiares que viven en dicho pueblo, también al despliegue de fuerzas del GEP y la asociación de escritores locales. El primer día del certamen, en el cual nos tocó participar, destacaron autores tales como: José Luis Zumaita Cevallos y Carlos Toledo quienes dictaron las conferencias "La gran rebelión de Tupac Amaru" y "La literatura regional de Ancash en las 2 primeras décadas del S.XX". Hubieron varias presentaciones de libros en las que destacaron Nicolás León Cadenillas, William Gonzáles, Luis Flores Mostacero, Ken Sánchez, Daniel Gonzáles y Oscar Colchado. Entre lo mejor de la tarde literaria se presentaron ponencias de: Dante Gonzáles, Rómulo Cavero, Manuel Nieves y Carlos Jesús Zelada Zenozaín. En poesía estuvieron magistrales las lecturas de: Orlando Ordoñez, Ana Medina Santana, Dioz Dado, Oscar Humberto y Alva, Marlon Maravi Rojas, Santos Burgo y Nelson Castañeda.
En la noche hubo canto, danzas, teatro y declamación. El documental "Mishki Yaku", "El agua dulce de los andes" fue exibida en la Casa de la Cultura de la Provincia de Bolognesi.
Hoy y mañana sigue el programa. Aplausos para los organizadores y las autoridades locales que han hecho posible el desarrollo de este XVI encuentro de escritores. ¡Aplausos!

27 de junio de 2017

KLM, VUELO 236

Jorge Aliaga Cacho en Trujillo, Perú.

Jorge Aliaga Cacho ha escrito "La Casa de la Magdalena" (1977), una historia de la casa de Simón Bolívar en el Perú; "Essays of Resistance" (1991), tres ensayos sobre América Latina, "Terrorism in Peru" (1995), un relato de la guerra entre el gobierno del Perú y Sendero Luminoso. Ha traducido el ensayo "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui, al inglés: The destiny of North America. Publicó la novela "Secreto de desamor" (2007), el libro de cuentos "Mufida, la angolesa" (2011).  Su obra ha sido incluida en varias antologías en el Perú y el extranjero.

KLM, VUELO 236
Por Jorge Aliaga Cacho

Al llegar al aeropuerto escucharon por el auto parlante: 'KLM, anuncia la salida de su vuelo 236, con destino a la ciudad de Londres, pasajeros dirigirse a la puerta de embarque número dos'. Estaban felices. Paseaban por los corredores del 'Jorge Chávez'. Qué importante era, para él, viajar a esa ciudad que conocía, tan sólo, a través de los documentales de Pepe Ludmir. Las imágenes de Shakespeare, Churchill, y Los Beatles, relampagueaban en su mente. Qué bello era para Flavio la alegría de saber que ella le correspondía. Había pasado horas esperando el vuelo en aquel aeropuerto limeño. Ella era dulce y vital. ¡Tanta bondad en su mirada! ¡Tanta seguridad en su paso! Una beldad encapsulada en un alma pura. Vestía un atuendo de algodón blanco, a la usanza de las nativas ecuatorianas, con bordados de flores. Ella misma era una flor, quiso decirle. La tomó de la mano. La atrajo hacía sí, abrazándole la cintura, para besarla. Flavio lucía enfermo, esquelético. Bzyana era más bien espejo de salud. Flavio pensó que seguramente en ella no influyó, como lo fue en él, el desgaste infligido por la pobreza, la represión y el hambre que azotaba el Perú del 81. Tanto habían esperado la salida de ese vuelo que en su entusiasmo estuvieron a punto de perderlo. No habían escuchado la última llamada del vuelo. Dos terramozas los interceptaron en una sala de espera y los llevaron, corriendo, hasta la escalinata del avión que ya se aprestaba a partir. Flavio subió con sus botines desgastados y su chaqueta verde olivo. Bzyana sonreía. Flavio con el alma en suspenso llegó hasta la escotilla de la nave. Le parecía irreal. No lo creía. Y no lo creería hasta no cruzar la barrera, tan frágil y tan cruel, que impone migraciones. Sus 49 kilos de huesos, y algo de carne, se sumergieron en el asiento. Las azafatas, mujeres de belleza indiscutible, explicaban las acciones de salvataje e inmediatamente después se disponían a ofrecer refrescos. Flavio guardaba las bolsitas de pimienta, de sal, las servilletitas. Pensaba que podría obsequiarlas como souvenirs. Podría usarlas también como evidencia del hecho mismo: su viaje a Londres, al Parliament House, a Liverpool, a la Escocia de Sir Walter Scott, Robert Burns y de Lulu.

Primero vendría la escala de rigor en Bogotá. Allí, los pasajeros, podrían descender para, estirar las piernas o, saborear el café colombiano. Flavio no vestía ropa elegante. Su indumentaria no le daba un razonable look. Ni siquiera parecía turista pobre. Su cabello lucía grasiento. Sus botines lucían gastados, en demasía, por la vida. Y se podría asegurar que sus calcetines rememoraban coladeras. Al descender de la nave, vinieron a su encuentro, por el corredor, una comitiva de soldados sudorosos que parecían sufrir el frotamiento de las camisas almidonadas sobre sus golletes empapados en sudor. Un soldado chato y fornido empujó a Flavio contra la pared y le propinó un puntapié en su botín derecho que casi se desintegra con el impacto de la punta de acero del zapato militar. Le dejaron adolorido y con sus piernas abiertas. Quiso huir traspasando la pared que olía su naríz. Se acordó de las patadas que le propinaron los Sinchis por el solo hecho de salir a demostrar, en forma pacífica, su apoyo al General Velasco. Levantó las sudorosas manos. Le efectuaron una requisa, un tanto descortés, se diría, al juzgar por el dolor que le venía del tobillo, las ariscas caras de los uniformados y el tamaño de los cañones que sentía hundírseles en la espalda.

-¿Qué llevas en ese paquete, cabrón? – le interrogaron los soldados.

- ¡Abre las piernas! ¡Carajo!

- ¡Arriba las manos! ¡Huevón!

Esto último lo confundió más, porque pensó que sus piernas más abiertas no podrían estar; además sus brazos ya le empezaban a doler de tanto tener las manos levantadas.

Asustado de perder su avión, Flavio, se daba cuenta que la metodología de la policía de ese país era igual a la que operaba en su patria. Abusiva se dijo al tiempo que le venía un acceso de tos que lanzó un gargajo de sangre en la pared del El Dorado.

Bzyana había quedado aturdida ante aquel atropello a la razón y atinó a nada. Sintió miedo, nervios, confusión. Sus ojos azul plomos veían algo que no entendían. Se decía que algún malentendido habría ocurrido. Luego, su mente anglosajona se compuso y salió de la duda firmemente para decir:

- ¡Stop it! ¡Stop it! –por un momento Flavio pensó que llamaba un ómnibus.

¡Abre el paquete, mierda! - le ordenó la soldadesca.


En su maletín, Flavio, llevaba envueltas en un ejemplar de " El diario de Marka", dos botellas de pisco. Los soldados al desenvolverlas descubrieron el líquido cristalino.


¿Y esto? – le preguntó el Chato que le apuntalaba la metralleta con gran diligencia.

Flavio, lo miró y dijo:

-¡Pisco!-pronunció la palabra como preámbulo de absolución.

-¡Pisco!- dijo nuevamente.

-¡Pisco! se dijo mirando "El caballo rojo", suplemento del periódico.

-¿Pisco?-repreguntaron los gendarmes sumidos en la ignorancia.

-¡Sí! Pisco de uva. – dijo Flavio

-¡Pisco de Ica! ¡Pisco peruano!- continuó Flavio con una luz de esperanza en la
mirada.


Los soldados se relajaron un poco y se secaron el sudor con un papel verde, extraído de un rollo, que yacía en la mesa de requisa y lo reponían arrugados sobre la misma mesa a falta de tachos.


Bzyana ya salía de la confusión y tomó la mano de Flavio. Se dirigieron a buscar ese café que servirían en algún lugar de El Dorado. Se sentaron en una mesita para dos. Flavio presintió que algo peor iba a ocurrir con la policía de inmigración en Londres. No dijo nada. No quiso preocuparla. Pensó que esas cosas solamente le pasan a los latinoamericanos. Se acordó de un poema de Roque Daltón que versaba algo así como: “Esos huevones que lloran y se emocionan cantando borrachos las estrofas del himno nacional”. Qué huevones somos, se dijo. Seguidamente se le removió la caca en el estómago, cuando pensó en la corrupción del Perú, y le vino nauseas. Había visto madres, madres destempladas haciendo la cola con niños hambrientos, sedientos. Larguísimas colas que les permitan renovar sus pasaportes para largarse de su país tan pronto como sea posible. En las colas vivían solo un sueño, un sueño sofocante, que se confundía con la realidad, hecha pesadilla, que vivían en ese edificio del barrio de Breña, que parecía un horno para merengues. Las colas llegaban hasta la calle. La gente no usaba ni gorras, ni gafas, ni sombrillas. Lucían sus pieles curtidas, más que por el calor limeño, por la historia de la patria. Pero, ¡qué calor limeño del carajo! había en ese nido de ratas corruptas. Flavio deseó que Dios ordene subir la temperatura para quemar a toda esa calaña que actúa con impunidad abusando de la pobre gente.

Sucedía que Flavio debía de obtener su pasaporte ese mismo día, de lo contrario perdería su vuelo, y lo que es peor, su billete aéreo. En la puerta esperaban los tramitadores. Esa cola se dijo, viendo a la marabunta, no la terminaría ni en una semana. Pensó amargadamente en la corrupción pero cedió, claudicó. Se tiró un pedo, se sonó los mocos y se rascó el culo. Varios serían los enganches de la corruptela en las oficinas de inmigraciones, pensó. Llamó con la mano a un hombrecillo medio jorobado que ofrecía acelerar los trámites. Agitando su brazo llamaba a los clientes. Tenía un lapicero en la mano. Parecía morirse de calor, su piel se mostraba sudorosa. El canesú de su camisa blanca lo llevaba mojado dada la acción de sus sudoríparas. El chaparro llevaba un folder lleno de formularios en blanco listos para ser llenados. Una mujer, anteriormente, le había ofrecido los mismos servicios. Mostraba sus tetas, como en bandeja. La tela del material de la blusa solo le llegaba a cubrir la mitad de los grandes pezones. Pensó que las tetas le podrían hacer perder la concentración que debería mantener en el trámite burocrático, y hasta quizás, hacerle perder el control de la cordura. Prefirió, por ello, llamar al hombrecillo. El chato vestía prendas que definitivamente no eran a su medida. Las tallas no concordaban con su cuerpo en ninguna de sus partes. Mejor dicho, las prendas, definitivamente, no eran su propio aliño. Flavio, al verificar lo zarrapastroso de su look, pensó que, a lo mejor, había sido un error no preferir a la dama de las tetas para que abogue su diligencia. Sin embargo, ya no había nada que hacer, el hombrecillo se le acercaba con gran ímpetu hablándole algo ininteligible que venía acompañado de babas bravas que corrían fieramente por su mentón. Era, así lo estaba viendo, un gago.

- Aujujuju jujujujuju -dijo el enano haciendo ademanes de malabarista.

- ¿Qué?- pregunta Flavio algo sorprendido al escuchar al hombrecillo.

- Aujujuju jijujujuju -le respondió el enteco.

Flavio pensó que había escuchado la misma cojudez dos veces.

Flavio, se preguntó, y qué chucha quiere decir aujujuju jijujujuju.

Flavio, entonces, reconoció la diferencia en las elocuciones. La primera terminaba con jujujujuju y la segunda con jijujujuju. Definitivamente, había el sonido de una letra que las diferenciaba. Pero, inmediatamente, se dijo: ¿y eso? qué chucha me importa a mí.

Flavio, estuvo a punto de darle un rezongón al nano, mejor dicho una carajeada, en eso estaba, cuando se le presentó de improviso, un terno azul que había estado refrescándose en la bodega de donde, hace unos minutos, había salido el ñaju. El frescor del terno azul, era evidente, al juzgar por el colorante que todavía humedecía sus labios

-Él chato trabaja para mí.-dijo

Y añadió:

-Si usted desea un trámite rápido, el chato le llenará los papeles y los subirá a mí
despacho para sellárselos. Le costará cien luquitas, dijo.

El terno azul miraba esquivo y traía aires de pendejo. Todos estos recuerdos se le arremolinaron en la mente en el lapso de un minuto, allí en El Dorado.


En el aeropuerto colombiano, los policías lo miraban como si fuese un criminal, un mojón seco. Zafiedad pura. No recibió saludo alguno. Ninguna bienvenida. Ningún pase adelante. Pensó: éstos son unos hijos de La Malinche.

De haber sido gringo me habrían mirado, por lo menos, sin tosquedad. Pocos se salvan de ésta conducta malinchista, se dijo. La mayoría de estos dictadorcillos de mierda, pensó, necesitan que les metan palo cuando no respeten La Constitución de la República. Porque al pueblo se le respeta, carajo, se dijo. Como es posible, que por ser cholitos se nos mire como terrucos, como burros del narcotráfico. Hasta cuando seremos tan huevones, oiga usted, volvió a preguntarse y se acordó de sus cantos escolares dedicados a la bandera, a la amistad, a la buena vecindad. Se acordó del Contigo Perú, del Somos libres y se volvió a tirar un pedo.

-Palo Carajo -gritó Flavio dentro del tórax, expulsando las sustancias nocivas de su
organismo.

Recordó a los agentes de inmigración, con ínfulas de generales de división, que no se daban cuenta que con su conducta, al tomar y sellar los pasaportes, los dejaban con olor a mierda, que es el olor de la corrupción. Recordó que La niña mala, de Vargas Llosa, se hacía pasar por chilena primero, por mexicana después. De cualquier parte quieren ser muchos, se dijo, menos del país que los viera nacer. Ésa es la crisis moral, pensó, que arde como llaga en la conciencia nacional.

Bzyana paladeaba su café que lo bebía con delicadeza. Flavio, cavilando, paseaba la mirada por los afiches que adornaban el aeropuerto. Bzyana, lo miraba. La tacita parecía un dedal sostenida por sus dedos largos y finos. Flavio le tomó la mano, le extendió los dedos, hurtó su dedo índice para besarlo, luego alcanzó el nudillo para clavarle los incisivos, despacito. Volvió a besarle la uñita libre de esmalte. Bzyana sonrió. Flavio le extendió todos los dedos y le formó un puño. Lo besó y, pensando en Allende, dijo:

- ¡Venceremos!.

Bzyana sonreía, con sus ojos claros que se ruborizaban de amor.

Ella había llegado a Lima cuando los trabajadores estatales, agrupados en la CITE, y los obreros de la CGTP, eran reprimidos en las calles de Lima. Había visto caer herido de bala a un trabajador que marchaba por la Av. Grau. Llevaba una banderola con las siglas de la Asociación de Trabajadores del Instituto Nacional de Cultura: ATINC. Días antes, su presidente, ante veinte mil trabajadores, que habían llegado hasta la Plaza San Martín, anunció que había nacido un tigre indestructible de papel. Ése anunció fue acreditado por el hecho de ver que de todas las dependencias estatales, en La Av. Abancay y otras calles de Lima, los empleados públicos arrojaban miles y miles de hojas de papel bond usadas, anunciando que el miedo se acabó. Nunca antes el gobierno había visto algo similar por parte de los trabajadores del aparato estatal.

Bzyana asistía a las reuniones de la ATINC, en La Casa de Pilatos. Iba a las marchas de la CGTP. Había visto de cerca como los trabajadores eran agredidos en las calles de Lima. Se había quedado triste al ver la represión con sus ojos claros. Le había dicho a Flavio que en Bretaña la policía, más bien, acompañaba a los trabajadores para protegerlos de posibles ataques. Le contó de las marchas de Connolly y las de los Orange en Escocia. Había visto en estas marchas despliegue policial, pero nunca se percató de algo parecido a la brutalidad con que se ensañaban los policías con, sus víctimas, los trabajadores. Flavio le contó algo que le había sucedido cuando asistía a una manifestación en la Plaza Dos de Mayo. Al llegar a la plaza, le dijo que él y su amigo Sancho habían tomado las banderolas de la Central Sindical y emprendieron la marcha, tomando La Av. Nicolás de Piérola, con dirección a la Plaza San Martín. A una cuadra los esperaban una linea de Sinchis armados hasta los dientes. El carro rompe manifestaciones estaba estacionado en la puerta del cine. A menos de cien metros, en el jirón Chancay, los sindicalistas empezaban a corear las siglas de la CGTP. Cuando llegaron a corear la letra P, y luego de pronunciar, las siglas anteriores, empezó la represión con una balacera y bombas lacrimógenas. Flavio le dijo que a su amigo, Sancho, como también a él, le faltó culo para correr. Soltaron la banderola que quedó medio volando entre cuerpos que salían disparados en todas direcciones y ante la pasmada mirada de la guardia obrera que no sabía que hacer con sus palos democráticos, que alzaban en el aire, entre gases lacrimógenos, griterío y silbidos de bala. Bzyana se consternó. Flavio le contó más detalles y le dijo que, al correr y escapar en la esquina misma del Jr. Chancay, notó que Sancho disminuía en velocidad.

- Apúrate huevas- le dijo.

- Creo que me han herido- respondió Sancho con cara descompuesta.

Ahora subían al avión. Dentro de aproximadamente 10 horas llegarían a Londres. Tomaron sus asientos. Flavio le agradeció con un beso. Bzyana lo miró, le acarició y le hizo sentir su alma. Flavio durmió varias horas, trataba de imaginar que todo le iría bien con la inmigración anglosajona. Pronto vería la tierra de Shakespeare, eso pensó.

Ya llegaban. Pronto aterrizarían. Se habían preparado el ánimo con dos vinitos cortesía de KLM. Sin embargo, ese sentimiento kafkiano todavía invadía su ser. Se le destemplaba el cuerpo. Llegó la hora de rellenar el papelito de desembarque. Le preocupaba la pregunta donde requerían que declarase su bolsa de viaje.

-¿Vacaciones con 50 dólares? – le preguntaría la autoridad de migraciones.

Bzyana iba a su lado y contestó por él:

-Es mi invitado, correré sus gastos de estadía.

-¿Se piensan casar?- preguntó el oficial de migraciones, vestido correctamente.

Bzyana y Flavio se miraron y, al unísono, rieron. No concluían su risa cuando escucharon el onomatopéyico tac tac que hacía el sello al estampar el pasaporte peruano. En el pasaporte se distinguía la figura de un triangulito pequeño. Flavio había conseguido el permiso para permanecer en Bretaña por seis meses que podrían ser renovables con una buena excusa. Ese sellito de forma triangular significó para Flavio el inicio de una gran experiencia. Ya estaba en un mundo nuevo dijo, parafraseando a Mariátegui. La hermana y el cuñado de Bzyana esperaban afuera del aeropuerto. Los recogían en un Volkswagen Polo. Los llevaron a la casita donde vivían, en Kent. Los padres también los esperaban, allí. Él, un hombre alto y bronceado. Ella, pequeñita, blanca de ojitos vivaces. Bzyana les había enviado un cable desde las oficinas del Correo Central de Lima: “Viajo, vuelo 236 KLM. Llego 6 de junio con amigo”. Escribió 10 palabras, sin comas, sin signos de puntuación, sin apuro.

Al llegar a la casa Flavio advirtió el cuidado que tienen los británicos para no abarrotar sus espacios. Entró a la sala de alfombras blancas y vio por primera vez al padre de Bzyana. Ensayó su escaso inglés:

-¡Please to meet you, mister! –le dijo Flavio mirándolo hacía arriba. El señor era alto, se parecía a Sean Connery. La señora, una dama pequeña de ojitos vivaces, se parecía a Vilma Picapiedra. Luego de las presentaciones, George, el padre de Bzyana, enrolló tabaco de una lata de Virginia e inmediatamente pregunto:

-Any drinks?

Bzyana sonrió y pidió vino blanco semiseco. Aneka, la madre, prefirió un gin con soda. Flavio, con la ayuda de Bzyana, pidió un lager shandy, una combinación de cerveza con limonada. George se sirvió un whiskey y un vaso de cerveza negra. Sus bocanadas de humo parecían salir de sus ojos negros que se ahondaban, para volver a salir, en el transcurso del diálogo.

George se reía porque Flavio repetía mucho el mister. Le dijo que esa palabra se usaba en Estados Unidos y que en Bretaña se usaba el Sir.

¿Y cómo debo llamarlo, entonces, mister?-preguntó Flavio.

-George a secas- respondió George con su cara de Sean Connery.

- Y a mi llámame Aneka –apuró la madre de Bzyana.

Flavio, un poco inseguro, alzó su vaso y dijo:

¡Salud George, salud Aneka, salud Bzyana!

Ése fue el primer trago que bebía Flavio en la tierra de William Shakespeare.

Al segundo trago Flavio trató de practicar su escaso inglés.


- ¡You are a pretty woman, madam! –le dijo Flavio a Aneka

- ¡Charming! – le respondió Aneka.

George estaba interesado en aquel país que le había hecho tres goles a Escocia. Se acordaba de Cubillas y Chumpitaz. También se reía cuando hablaba del arquero loco: Horacio Quiroga. Aneka, estudiaba a Flavio, estaba interesada en saber más de aquel hombre peruano que había venido acompañando a su hija.
Durmieron en unas mantas puestas sobre la sala de alfombras blancas. George y Aneka ocupaban el cuarto de huéspedes. Bzyana vestía una chompa de color verde agua. Estaba sonrosada, por el vino, y contenta. Puso los álbumes que compró en Lima: Victor Jara, Inti Illimani, Luís Abanto Morales. A éste último lo vio actuar en el Museo de Arte de Lima. Flavio escuchó por primera vez a Demis Russo, Edith Piaf y al escocés Dick Gaughan. Escuchando al gorrión francés hicieron el amor por primera vez en Londres como antes lo habían hecho en las Ruinas de Puruchuco o, en aquel hotel de dos estrellas del Jr. Paruro, en el barrio chino. Habían caminado como tortolitos por las calles de Lima, pensó. Las botas aceradas de los Sinchis, que habían provocado heridas en sus canillas, aparecieron nuevamente en su recuerdo. Flavio, hizo un esfuerzo para olvidar la pesadilla. Pensó que estar cerca a Bzyana era como estar cerca del cielo. Al día siguiente irían a una iglesia anglicana para escuchar un concierto de Bach. A través del cristal, de la ventana de la sala, percibió diluirse la última luz del día. Flavio se abrazó a Bzyana, y cerró los ojos, como queriendo abrazarse a la vida. A ella le ganó el sueño. Flavio, se sumergió en sus senos y, como un niño, lloró. Un gato gris entró por la ventana semiabierta, se acurrucó a sus pies, y maulló.

26 de junio de 2017

III Feria del Libro "Oswaldo Reynoso Díaz"

El Instituto para la formación de la lectura en el Perú (INFOLECTURA) con el patrocinio de la Municipalidad Distrital de Bernal, organiza la III FERIA DEL LIBRO DE BERNAL, la misma que se llevará a cabo del 22 al 25 de setiembre, cerrando las actividades de aniversario de este distrito, ubicado en la Provincia de Sechura, Región Piura. Este evento cultural permitirá fomentar la lectura y elevar la cultura de los habitantes del distrito de Bernal y toda la provincia de Sechura. Esta III Feria del Libro lleva el nombre de OSWALDO REYNOSO DÍAZ, como un homenaje a este importante escritor peruano que este año conmemora 80 años de vida y 50 años de la publicación de su famoso libro “Los inocentes”.

Afiche de III Feria del Libro de Bernal
Este año contaremos con la presencia de escritores, poetas, músicos y periodistas de diferentes regiones del país. Entre ellos tenemos a Oswaldo Reynoso (Arequipa), Carlos Calderón Fajardo (Puno), Maynor Freire, Carlos Rengifo,  César Clauer, Jorge Aliaga, Julio Pinedo (Lima), Willy del Pozo, Henry Quintanilla (Ayacucho), Edgard Bendezú Palomino (Ica), Ricardo Ayllón, Roger Antón (Chimbote), Alejandro Benavides, Carlos Sánchez Vega, Antonio Escobar, Víctor Gómez, David Novoa, Ivars Grados, Ántero García (Trujillo), William Guillén, Diómedes Morales (Cajamarca), Alberto Alarcón, Juan Félix Cortés, Teodoro Alzamora, Miguel Godos Curay, Luz María Helguero, Cosme Saavedra, José Lalupú, Fabián Bruno, Reynaldo Cruz, Eugenio Amaya, Gilberto Vegas, Santos Fiestas, Wilfredo Temoche y Jorge Tume (Piura).
Se hace la cordial invitación a toda la comunidad norteña del Perú, en especial a la región Piura, para darse cita a la Plaza Cívica “Ramón Castilla”, y vivir con entusiasmo estos cuatro días de actividades culturales en los que se ofrecerán presentaciones de libros, ofertas editoriales, promociones del plan lector, conferencias magistrales, talleres, actividades infantiles, expo-venta de libros, así como espectáculos musicales.
Fuente:http://estirpepurpura.blogspot.pe/2011/09/iii-feria-del-libro-de-bernal-oswaldo.html

24 de junio de 2017

Voley: Perú venció a la Argentina


La selección peruana de voleibol venció al seleccionado argentino 3-2 en reñido partido.
Las blanquirojas pasaron a la semifinal del Campeonato Panamericano 2017.

ALBA:COMUNICADO




COMUNICADO DE LA ALIANZA BOLIVARIANA PARA LOS PUEBLOS DE NUESTRA AMÉRICA-TRATADO DE COMERCIO DE LOS PUEBLOS (ALBA-TCP) EN SOLIDARIDAD Y APOYO AL GOBIERNO Y AL PUEBLO CUBANOS 

Los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), rechazamos enérgicamente el cambio en la política hacia Cuba anunciado por el gobierno de los Estados Unidos de América el viernes 16 de junio de 2017, en contra del pueblo y del Gobierno cubanos. Los países del ALBA-TCP repudiamos estas medidas que van en contra de los principios del Derecho Internacional y pretenden prolongar el injusto e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, vulnerar su soberanía y la libre determinación ejercida por su heroico pueblo. Los países de la Alianza desean recordar el contenido del Comunicado Especial del ALBA-TCP del 20 de julio de 2015, relativo al Restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la República de Cuba y los Estados Unidos de América, hecho que reivindicó la dignidad histórica del pueblo cubano en su lucha soberana. La hermana República de Cuba es hoy un ejemplo de dignidad, solidaridad, independencia y compromiso revolucionario con los pueblos soberanos e independientes del continente y del mundo. Los países de la Alianza reafirmamos nuestra solidaridad y amistad incondicional con el Gobierno y el pueblo cubanos. Como dijera el Comandante Hugo Chávez: ¡Cuba no está sola! Los pueblos de Nuestra América la acompañamos. Ya lo afirmó su líder histórico, el Comandante Fidel Castro: "¡El pueblo cubano vencerá!" Caracas, 16 de junio de 2017.

ENIGMA



Norka Bríos y Jorge Aliaga en San Miguel, Lima.


Agradecemos a la distinguida educadora y poeta Norka Bríos por compartir este poema que fuera recitado recientemente en el Club Ancash y que recibiera el genuino aplauso de una complacida audiencia. También felicitamos a Norka por su reciente visita a los Estados Unidos que según nos cuenta se realizó con éxito. J.A.C.






ENIGMA


Por Norka Brios Ramos.


En madrugadas de bruma 


afloran las preguntas 


sobre los secretos 


que encierra la vida.


Misterios del alma 


ocultos en cada latido, 


en cada destello, 


impenetrables,indescifrables...


Pregunto a las estrellas


sobre estos misterios,


y sólo guiñan,prefieren 


guardar silencio...


La luna palidece y 


se curruca sibilina en la niebla.


¿Acaso son secretos 


que los labios callan?


¿Acaso la respuesta está 


en la brisa que acaricia la piel?


¿Acaso en la flor que 


destila ambrosía?


¿Acaso en alta mar 


dónde cantan las sirenas?


Al no hallar respuesta 


pregunto al sol


que ilumina mis ojos:


¿Acaso los misterios del alma


están en la mirada d los poetas.


Nobrira.


Del poemario :(Aroma de Amor y Paz).

Juan Francisco González-Díaz

Juan Francisco González-Díaz



Nota del autor:
Juan Francisco González-Díaz. Poeta y narrador cubano radicado en Las Palmas de Gran Canaria. Psicoanalista y antropólogo con varios libros publicados. Preside el Centro Canario Estudios Caribeños. Editor-coordinador del sello editorial Cuadernos La Gueldera. Coordina taller de creación literaria.


El caballo de San Jorge.



Por las calles andan los inmortales.
El caballo de San Jorge pasta frente a la casa
mientras comemos las alcachofas del jardín
condimentadas con el verdor de la impaciencia.
Todo es demasiado perfecto.
Faltan los encendedores de la luz
y en el río no revienta
ni un milímetro de agua.

Juan Francisco González-Díaz
Poema del libro Silencios, de un especial período. Edita “Cuadernos La Gueldera”, Centro Canario Estudios Caribeños, Las Palmas de Gran Canaria, 2015.





Sin el más leve apremio.


Acomodan al pobre invierno,

dejándole  un sitiecito, 

al lado.

Urgido de socorros

lo arropan.

El lecho,

               desvencijado,

acoge.

Ella,

        escanciada por los desencuentros,

odia los abruptos aguaceros.

Teme de los surtidores en las madrugadas.

Las ansias le andan a la luz del sol,

la aturden.

Él,

     sin el más leve apremio,

se lustra los ojos,

extendiendo 

la dimensión de lo privado.

A pie firme,

vibra.

El aire,

           entero,

canta,

resuena.

Ya no hay sitiecito

para el pobre invierno.

Tenaz es la firmeza

en los arribos.

Rebozan

las vueltas del inicio.

En sus roscas

los minutos ríen,

                           relumbran.

Los dedos hacen huéspedes.

En el retorno,

dudan de abrir los párpados.

Con suspiros

cortamos el presente.

El silencio,

                  galante,

echa la llave

y se nos posa en los hombros.



Juan Francisco González-Díaz 
Poemas del libro Una mujer es… Edita NACE, Las Palmas de Gran Canaria, 2012.

23 de junio de 2017

Los premios literarios

Jorge Aliaga Cacho en un pub escocés.

Por Jorge Aliaga Cacho

Se cree que de la primera edición del "Quijote", (1605), que tuvo un tiraje de 1500 ejemplares, se destinaron 202 volúmenes del caballero errante, para los lectores del 'nuevo continente'. Me pregunto: ¿Cuántos libros de la obra cervantina llegarían al Perú? La cantidad exacta, para el tema que nos compete, tiene poca importancia pero debieron ser muy pocos volúmenes.
Sabemos que los premios literarios, como los conocemos ahora, nacen de la tradición de la entrega de laureles en Grecia. Esta práctica se regeneró en el siglo XX. El Premio de mayor importancia es el Nobel, en honor al científico sueco Alfred Benhard Nobel, (1833 - 1895), que estudió en Rusia y los Estados Unidos. Se dice que Nobel había vivido los últimos años de su vida preocupado al ver que sus investigaciones científicas, prácticas pirotécnicas y afición a la nitroglicerina, habían puesto al mundo en peligro de destrucción. Nobel, hombre, de gran habilidad para la química y asuntos de negocios, hizo crecer su fortuna instalando fábricas de nitroglicerina en Estocolmo y varios lugares de Europa.
Los hermanos Nobel, guiados por el padre, entusiastas pirotécnicos; primero fundaron, en San Petersburgo, una fábrica de torpedos, luego un astillero, una fundición de hierro y después una fábrica de armamentos. Por ello, antes de morir, seguramente 'arrepentido', Nobel, otorga un testamento para crear La Fundación Nobel, (Nobelstiftelsen), la cual designa un premio pecuniario a 'los mejores' en cada disciplina, que incluye un premio literario.
Volviendo a Don Miguel de Cervantes, un escritor que vivió en los siglos XVI y XVII, podemos decir que él no tuvo, naturalmente, conocimiento de la existencia del premio de la Academia Sueca, que se otorga desde el año 1901. La obra de Cervantes, en realidad, no fue aquilatada, en sus inicios en España, y se hizo popular, más bien, gracias a la edición del "Quijote" traducida a la lengua inglesa. Podemos entonces ver claramente que han habido obras que no han necesitado de premios para convertirse en clásicos de la literatura universal.
Lo expresado en el párrafo anterior es eco de una afirmación hecha por Peter Straus, editor de Picador, cuando afirma: 'Libros maravillosos han sido seleccionados a través de los años, refiriéndose a los participantes en el "Booker Prize", pero miles de maravillosos libros no lo han sido. (Booker Prize Foundation, 2003,p.41, London).
Lo cierto es que gran cantidad de autores prefieren no ser preseleccionados. Por ejemplo, John Fowles, "The French Lieutenant's Woman", (1969). Otro conocido caso fue el de John Le Carré que en 1970, hizo lo propio cuando, no dio autorización para que su libro, "Tinker Tailor Soldier Spy", participe en el concurso del "Booker Prize". Esta novela, que trata sobre la Guerra fría y el espionaje, fue llevada con éxito al cine. Y el caso más recordado es el de Jean-Paul Sartre, (1905-1980), cuando rechaza el Nobel Prize protestando contra la jerarquía de los valores y por la libertad individual.
La británica Anne E. Strachan afirma que en el Reino Unido existen más de sesenta premios de literatura. He ido a las fuentes para constatar que allí se pueden encontrar a miles de nombres galardonados. En el prólogo de su libro, "Prizewinning Literature", ix, LA, 1989, London; Strachan afirma que muchos de los libros preseleccionados, en opinion de los jueces, no fueron merecedores de un galardón. Es justo mencionar que la política también cumple su rol cuando se define la selección de un candidato al premio literario. El caso de Solzhenitsyn, por ejemplo, que tuviera una nota a su favor en "Pravda", en la cual se le comparaba con Tolstoi pero el mismo "Pravda", luego lo acusaría de traidor y al mes siguiente sería arrestado, extirpado de su nacionalidad y luego exiliado. Al mismo tiempo la antipatía histórica de Suecia con relación a Rusia fue la razón por la cual ni Tolstoi ni Anton Chekhov ganaran el premio.
A lo largo de la historia del premio, que se inició en 1901 con Sully Prudhomme, han sido galardonados autores como Rudyard Kipling, Rabindranath Tagore, Jacinto Benavente, W. B. Yeats, G.B. Shaw, Luigi Pirandello, Pearl S. Buck, Herman Hesse, T.S. Eliot, Faulkner, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Mario Vargas Llosa, entre otros.
El Nobel de Literatura es considerado el premio más importante de las letras. Este lo concede anualmente la Academia de Estocolmo en una grandiosa ceremonia. El ganador del Nobel, además de recibir un premio pecuniario se hace acreedor a un diploma y su respectiva medalla de oro. Después del francés Sully Prudhomme en el año 1901, el premio fue conferido al alemán Theodor Mommsen, luego al escritor chino Guan Moye, conocido con el seudónimo de Mo Yan, que en el idioma chino quiere decir: "no hables". Mo Yan reconoce tener la influencia de escritores occidentales tales como: García Márquez, Tolstoi y Faulkner.
El 2010 el premio fue adjudicado al escritor, peruano, Mario Vargas Llosa.
Además del "Premio Nobel" existe una variedad de premios de mediana y menor significancia. entre los cuales podemos mencionar al "Premio Cervantes", "Alfaguara", "Rómulo Gallegos", "Planeta", "Biblioteca Breve", "Casa de Las Américas", entre otros. En este punto quiero introducir la premisa siguiente: "el hacerse adjudicatario a uno de estos laureles no concede evidencia acerca de la calidad de la obra o del skill del autor". Este raciocinio es corroborado por una encuesta llevada a cabo, el año 2009, por el periódico británico "The Guardian", uno de los diarios de mayor prestigio en el Reino Unido.
La encuesta formuló la siguiente pregunta a 892 blogueros. ¿En su opinión cuál es el peor libro publicado en los últimos diez años? La respuesta no pudo ser más clara pues ella encontró que los encuestados elegían, como a los peores libros, a los ganadores más valorados del prestigioso premio Booker, que es el premio más importante del Reino Unido.
Sergio Parra, Editor de "Papel en Blanco", sostiene que: 'los premios casi nunca significan algo'. Pues piensa que los premios solamente constituyen un sistema de promoción, pues, por medio de este sistema se 'empuja' al público lector a comprar un libro 'galardonado'. Casi siempre es un juego que consiste en hacerse creer merecedores de los premios pero lo cierto es que los premios no califican objetivamente la compleja trayectoria de un determinado autor.
No es difícil darse cuenta que escritores de gran valía, excelsa calidad, han sido distanciados de los reconocimientos de estos premios. También la realidad acusa que la gran mayoría de escritores no participa en estos concursos que, aunque tengan honestos jurados, no representan el espíritu literario. La mayoría de escritores no se deja 'seducir' por premios de esta naturaleza. Recordemos que a comienzos del siglo veinte era común realizar reuniones de lectura en casas y hasta en el campo. En Escocia, como en toda Europa, fueron populares los cafés literarios, lo era también en Berlín y otras ciudades europeas. Mariátegui y los Colónidas lo practicaron en el Perú. Era pues una audiencia lectora que nos permitía un juicio sobre la calidad estética de las obras. Debemos pues conservar el ritmo de la vida y dar una apreciación critica a la actitud de algunos obnubilados escritores que perfilan sus obras para la fecha de cierre de algún concurso literario como si, finalizar una obra estética, fuera lo mismo que terminar una carrera de caballos.
Esto no quiere decir que desconozca los méritos que pueda tener uno u otro concursante. Tampoco quiere decir que desconozca la capacidad y honestidad de muchos miembros del jurado. Lo que propongo es algo distinto: 'que no perdamos la brújula y veamos la realidad de las cosas'. Deberíamos considerar otras formas de incentivo para el escritor y dotarlo de mejores condiciones de vida para su labor artística. En ese sentido tanto escritores, casas editoras, distribuidoras de libros, agencias del gobierno, etc, deberían hacer causa común para conseguir la promulgación de una Ley del Escritor que garantice la dignidad de los hombres de letras en nuestra patria. Lo mismo se debe hacer en todos los paìses del mundo. Les hago recordar los nombres de algunos escritores que debieron merecer el Premio Nobel y que no lo obtuvieron: Jorge Luis Borges, Vladimir Nabokow, Graham Greene, Julio Cortázar, Lev Tolstoi, James Joyce, Arthur Miller, Marcel Proust, Mark Twain, Cèsar Vallejo, Eleodoro Vargas Vicuña, Josè Marìa Arguedas, Òscar Alfaro, Blanca Varela, Manuel Scorza, Vladimir Maiakowski. La lista es larga. Sin embargo, lo cierto es que muchas veces a los ganadores de los premios nadie los recuerda; pero los escritores, como los antes mencionados, viven siempre en la sangre de los pueblos, son la vena misma por donde corre la belleza estética que los pueblos leen, disfrutan y estudian generación tras generación. Para no extenderme quisiera llamar la atención de todos los creadores de arte para que vean el meollo del asunto. Lo cierto es que hay grandes monopolios de la industria del libro que sacan provecho de este estado de cosas. En esta situación sacan provecho de su poder y aplastan los pequeños esfuerzos de editoriales nacionales. Los escritores y editoriales, medianas y pequeñas, debieran unirse, repito, para crear una gran cadena de distribución que termine con la mafia, que al igual que en el cine, controla la distribución y monopoliza los espacios culturales.
Para concluir quisiera proponer que existe una cultura dominante que nos vende valores e ideas que nos neutralizan, convirtiéndonos en entes pasivos, sin propuesta. Los bloques de poder mantienen el control en todas las esferas de la sociedad. El problema que embarga mi reflexión es ver como los grandes monopolios de la industria del libro no permiten que los escritores ocupen espacios en sus millonarias cadenas de distribución y campañas publicitarias. He visitado librerías en Moscú. Ellas al igual que las de Londres. Berlín, Lima o Buenos Aires, parece que solo tuvieran espacio para exhibir en sus bookshelves, volúmenes de Paolo Cohelo, Isabel Allende o J.K.Rowland. Me pregunto: ¿No habrá forma de presentar libros y ganar audiencias para miles de autores de valor, que abundan en los espacios que no son aceptados, ni invitados por el canon literario?


Bibliografía

1-Carter, David, "How to win the Nobel Prize in Literature", Hesperus Press Ltd., 2012, Londres
2-Strachan Anne E.,"Prizewinning Literature", LA, 1989, Londres
3-Taylor, Jonathan F., "The Man Booker Prize: 35 Años of the Best in Contemporary Fiction, 1969-
2003", Booker Prize Foundation, 2003, Londres.
4-"Pravda", artículo publicado en el periódico, versión en inglés, el 14 de Enero de 1974.

22 de junio de 2017

Rusia: La construcción de un imperio

Tal y como dijo Fiodor Ivanovich Tiuchev “Rusia no puede ser comprendida con la razón”. Rusia es una experiencia única que debe vivirse y sentirse en primera persona. Sin embargo, para comprender verdaderamente la esencia de este gran país, es necesario también conocer los antecedentes que han marcado su presente. Sólo a través de la historia, es realmente posible llegar a conocer una nación, de forma auténtica y sin prejuicios. A continuación, les expongo brevemente los hechos más importantes que la marcaron y les invito a adentraros en esas maravillosas tierras de grandes pensadores, escritores, pintores y compositores que la han ido tejiendo y configurando, hasta llegar a nuestros días.
La historia Rusia comienza con la llegada de distintos pueblos a partir del siglo II, que posteriormente, derivarían en rusos, bielorrusos y ucranianos. El primer estado propiamente dicho fue la Rus o principado Kiev hacia el año 860, comenzando así, la fusión de la cultura eslava y bizantina que se prolongaría durante los siete siglos posteriores. En el año 988 se adopta la religión ortodoxa. Finalmente la Rus se dividió en varios reinos que competirían por el control para finalmente terminar bajo el dominio mongol, hecho más conocido como la “invasión tártara”. A partir del siglo XIV, el principado de Moscú comienza a hacerse con el poder (prueba de ello es la victoria en la batalla Kulikovo contra los tártaros en el 1380) y en el siglo XVI se pone fin a la invasión con Iván IV “el Terrible”, quien comienza a unificar los territorios cercanos y se convierte en el primer Zar, instaurando, además, el primer cuerpo representativo feudal.
En el siglo XVII, con la llegada del celebérrimo Zar Pedro I “el Grande”, comienza una nueva etapa a través de la fundación del Imperio Ruso en 1721. Trasladó la capital a la actual San Petersburgo y fue el responsable de llevar la cultura occidental a tierras eslavas, así como de llevar a cabo ciertas reformas que darían poder y relevancia a Rusia en Europa, esfuerzo que posteriormente continuaría Catalina “la Grande”.
Pero a pesar de su acercamiento paulatino a Europa y de que se fueran tomando medidas aparentemente liberales como la abolición del feudalismo en 1861, las condiciones del pueblo seguían siendo desfavorables, hecho que provocaba una tensión cada vez mayor que, sumado a la escasez de alimento y a la culminación de su desastrosa situación tras la llegada de la Primera Guerra Mundial, desembocaría directamente en la Revolución rusa de 1917, que acabaría con el último de los zares, Nicolai II y colocaría en el poder a los bolcheviques con Lenin a la cabeza en el 1922, creando así, La Unión Soviética. Un Estado socialista regido por el Partido Comunista que abolía la propiedad privada e instauraba un modelo de economía planificada.
Tras la muerte de Lenin en 1924, Stalin sube al poder (en contra de los deseos de Lenin, quien prefería a Trotsky) comenzando una época marcada por el terror (buen ejemplo de ello son los tristemente célebres Gulags y el Holodomor, una hambruna provocada en Ucrania que se cobró muchas víctimas) y la industrialización masiva planificada a través de los “planes quinquenales”, basados en la “teoría de las fuerzas productivas”.
Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y la victoria de los Aliados y por consiguiente de la Unión Soviética (cuya actuación fue clave y que se cobró 22 millones de víctimas), se produce una ruptura entre ésta y el mundo occidental-capitalista (liderado por Estados Unidos) dando lugar a la Guerra Fría. Guerra que se caracterizó por el enfrentamiento económico, político, social e, incluso, tecnológico tal y como fue por ejemplo, la famosa “carrera espacial” por ver quién conseguía los primeros logros más allá de la superficie terrestre. Carrera en la que ganó una gran ventaja al poner al primer hombre, Yuri Gagarin, en el espacio en el 1961.
Sin embargo, a pesar de presentarse como una superpotencia mundial y haber pasado un período de gran crecimiento y esplendor económico, las balanzas se tornaron negativas, no producía suficiente grano para alimentar a su población creciente y sus productos eran, en gran parte, de mala calidad, lo cual llevó a la URSS finalmente a su desintegración bajo el mandato de Mijail Gorbachov, en 1991. A partir de este momento comienza a escribirse la historia de la Federación rusa, la Rusia de la actualidad. Una nación que trata de reinventarse a sí misma emergiendo de nuevo como una economía competente y poderosa en el marco internacional. Un país que, tras todos los vaivenes sufridos a lo largo de su historia, trata de encontrar un equilibrio y una continuidad cultural y artística, para no perder así, la genuina esencia que la define.
Para cualquier otra duda sobre su historia, no duden en consultar a Nikolay Borkovoy, guía en Moscú en español.
Fuente:http://www.tumoscu.com/historia/historia-de-rusia-por-gu-a-en-espa-ol.html